Rodeada del cariño de sus familiares y amigos

Luisa Naldjian de Akrabian celebró sus 100 años

07 de enero de 2015

 

00_01-w

La comunidad armenia de Buenos Aires y los descendientes de marashtzí tienen el extraordinario privilegio de contar en la persona de Luisa Naldjian de Akrabian una gran referente de su historia viva.

Nacida en Marash el 11 de diciembre de 1914, con apenas cinco o seis años de edad, Luisa debió abandonar su tierra natal en compañía de sus padres Hagop y Santujt, y sus hermanos Avedís, Carlos, Lusaper y María. Las promesas incumplidas del genocida turco hicieron que su familia y centenares de armenios huyeran de Marash para encontrar refugio en tierras más hospitalarias.

El destierro fue doloroso para la pequeña Luisa que debió sufrir muchas penurias para llegar a la Argentina. La vida de los primeros tiempos fue difícil y azarosa. El desconocimiento del idioma, la ausencia de recursos y fundamentalmente el dolor que aun perduraba en los armenios de entonces hacía todo más complejo.00_80-años-w

Pero la tenacidad y el sacrificio de la familia contribuyeron a la recuperación anímica y económica. Argentina resultó ser un buen destino para el armenio honesto y trabajador, con lo que la recompensa a esos sacrificios pronto pudo ser realidad.

“Es una inmensa alegría la de tener una mamá centenaria que aún cocina, teje crochet, mira el diario cada mañana y disfruta de la vida”, nos dice su hija Cristina. Agrega que es una gran emoción recordar que su madre nació en aquella sufrida y épica Marash, pensar que a su corta edad transitó las arenas de Der Zor, y que cruzó el océano en un viejo barco junto a su familia, para finalmente llegar a esta bendita tierra donde pudo ser feliz.

Pero Luisa no sólo vivió su propia historia de exilio, también compartió el dolor de su esposo Kevork, quien perdió a su padre a los siete años de edad, al igual que sus hermanos y gran parte de su familia, quedando sólo con su madre Diruhí con todo lo que ello sobrelleva.

Hace algunos meses su fe cristiana católica recibió la bendición de Su Santidad Francisco, quien le envió junto a sus saludos un hermoso presente.00_bendicion-papa-w

Su familia, compuesta por sus hijos Sergio, Carlos y María Cristina, nueras, yerno, y nietos; festejó su 100 ° cumpleaños dándole gracias a Dios en el servicio religioso que tuvo lugar el domingo 14 de diciembre en su amada Catedral Armenia Católica Nuestra Señora de Narek.

Luego, en el transcurso de la fiesta donde se congregaron para festejarla más de un centenar de familiares y amigos, su hijo Carlos se refirió a la vida de Luisa y su experiencia como sobreviviente del Genocidio Armenio.

No faltó el video que registró gran parte de su vida a través de imágenes. Muchos de sus amigos le dedicaron poemas y palabras desde el corazón para ese gran ser que es realmente como la madre y abuela de todos los que luchan por guardar su identidad armenia con tanto esfuerzo y dedicación.

La música armenia comenzó a sonar para alegría de los presentes que también pudieron disfrutar de las canciones que les ofreció Valeria Cherekian, entre ellas una canción marashtzí entonada en su propio dialecto.

El feliz cumpleaños coronó la hermosa celebración y seguramente al recibir tanto cariño y amor, Luisa una vez más dio gracias a Dios por su maravillosa vida, dedicada a todos los suyos.

Compartir: