Malvinas y Artsaj, una aproximación a dos causas populares

02 de abril de 2020

La artillería es el conjunto de armas de guerra pensadas para lanzar proyectiles de gran tamaño a larga distancia. Originada durante la Edad Media, su desarrollo se centró en la capacidad de derribar muros defensivos y fortificaciones durante los asedios. Si bien fue pensada para usarse contra objetivos terrestres, este tipo de armamento evolucionó en usos especializados, a saber: antiaérea, naval, costera, de campaña, etc. Muchos historiadores colocan junto a estos dispositivos a las catapultas, onagros y balistas como piezas de artillería. Sin embargo, será con la invención de la pólvora durante la dinastía Ming en la China del siglo XIV que la artillería adquirirá su actual cualidad.

Cañón SOFMA 155mm
Alcance: 20km - Cadencia de fuego: 4 dpm - Tripulación: de 5 a 7 personas - Dimensiones: Peso 8200kg / Altura 2,20m / Longitud 10,12m

Fue durante la Guerra de los 100 años (1337 – 1453) que en Europa se impuso una “revolución militar”, la que consistió en la construcción tanto de nuevas fortalezas de gran tamaño, como en el aumento de los ejércitos. Por su parte, los cañones se volvían más grandes y se refinaba la fórmula de la pólvora para hacerla más efectiva. Años más tarde, en 1765, el ejército francés introduce un nuevo sistema que implicaba un aumento considerable de la potencia de fuego. Además, las partes de los cañones de artillería fueron estandarizadas, es decir, sus componentes eran uniformes e intercambiables entre sí. Otra mejoría fue la calidad de las ruedas y de las cureñas (los armazones donde se coloca el cañón y que es montado sobre las ruedas) para su transporte. Por último, se crearon unidades especialmente entrenadas en su uso, mantenimiento y reparación.

No todas las piezas de artillería son iguales ni tienen la misma función; sin embargo, todas son utilizadas como apoyo de fuego a la infantería. Así, tenemos de tres tipos básicos, a saber: cañones, obuses y morteros. Los primeros son piezas de gran calibre que se utilizan para hacer fuego directo sobre el enemigo. Tienen poco ángulo de tiro por lo que su proyectil suele tener un recorrido tenso o rasante. Los obuses, en cambio, se utilizan para hacer fuego indirecto sobre los activos enemigos. Realizan disparos curvos, con ángulos altos que dan por resultado una parábola porque, a diferencia del cañón, su función es atacar objetivos ocultos. Otra distinción entre ambos es que el obús tiene un calibre inferior al del cañón. En último lugar, los morteros son las piezas de artillería más pequeñas. Pueden ser transportadas por los soldados manualmente. Sus proyectiles son lanzados a baja velocidad y corto alcance. Tienen un gran ángulo de tiro lo que permite que puedan ser utilizados desde el interior de las trincheras.

Obús OTO Melara 105mm
Alcance: 10,5km - Cadencia de fuego: 4 a 8 dxm - Tripulación: 3 personas - Dimensiones: Peso 1.290kg / Altura 1,93m / Longitud 3,65m / Ancho 1,50m

Siendo quién escribe, argentino y descendiente de armenios refugiados en este país, pensamos que sería interesante comparar la artillería utilizada por los argentinos durante la Guerra de Malvinas (1982) con aquella que ha sido y es utilizada al día de hoy por los armenios artsajíes en la zona de contacto con Azerbaiyán.

Los modelos utilizados por los argentinos fueron el cañón SOFMA de 155 mm, el obus OTO Melara de 105mm y, por último, una variedad de morteros. Los cañones de 155mm, de fabricación nacional, por sus dimensiones podemos decir que tienen un tamaño similar al de dos camionetas Hilux o Ranger.

En cambio, los OTO Melara de 105mm tienen origen italiano se pensaron para los regimientos alpinos de ese país. Tienen la característica de poder descomponerse, es decir, desarmarse para poder ser transportado por terrenos irregulares. Un dato interesante es que su peso es el mismo que un Koenigsegg Agera. Por último, los argentinos utilizaron una amplia variedad de morteros (desde modelos pesados -de 120mm- a livianos -de 60mm-) de distinto origen.

Durante la Guerra de Nagorno-Karabaj (1988-1994) las tropas armenias hicieron uso de estas armas para hacer retroceder y derrotar al ejército azerí. Además, al día de hoy este equipo es utilizado para defender la frontera artsají en la línea de contacto con Azerbaiyán. Así, podemos ver que los armenios artsajíes utilizan obuses remolcados D-20 y obuses D-30 de origen soviético. Utilizan morteros pesados Vasilek. Y por último, podemos mencionar el Gvozdika y el Akatsiya dos tipos de artillería autopropulsada.

Obús D-20 152mm
Alcance: 24km - Cadencia de fuego: 5 a 6 dpm - Tripulación: 8 personas mínimo - Dimensiones: Peso 5.700kg / Altura 1,93m / Longitud 8,69m / Ancho 2,35m

El D-20 de 152mm es uno de los sistemas de artillería más extendidos del mundo. Fue una creación de la Planta de Artillería N° 9 en Sverdlovsk (hoy Plantas Motovilikha en Ekaterimburgo) dirigida Fëdor Fëdorovich Petrov (1902-1978; responsable de varias piezas de la Segunda Guerra Mundial). Su fabricación implicó el reemplazo de las piezas de artillería utilizadas durante la Segunda Guerra Mundial (o Gran Guerra Patriótica según la mirada soviética). Asimismo, a mediados de la década de 1950 se convirtió en el principal armamento de este tipo en el ejército soviético.

Por su parte, el D-30 con 122mm se caracteriza por la movilidad de su eje dentro de un círculo completo. Esto quiere decir que esta pieza puede hacer fuego en 360° sin la necesidad de cambiarla de lugar. Además, cuenta para su montaje con tres patas que le otorga mayor estabilidad a la hora de hacer fuego. Vale aclarar que las armas de este calibre fueron utilizadas por el ejército soviético desde principios del siglo XX y que este modelo también fue desarrollado en las mismas instalaciones que el modelo D-20 durante la década siguiente.

Uno de los morteros utilizados por los armenios es el Vasilek de 82mm que tiene la capacidad de hacer fuego de manera automática, es decir, puede lanzar proyectiles de manera consecutiva sin la necesidad de recargarlo. Además, al tener ruedas montadas para su traslado, suele utilizarse como artillería ligera. El otro tipo de mortero es el Soltam K6 de origen israelí. A diferencia del anterior, este modelo es el que más se utiliza en la línea de contacto de Artsaj. Por último, los soldados artsajíes cuentan con dos tipos de artillería móvil o autopropulsada.

Obús D-30 122mm
Alcance: 21,90km - Cadencia de fuego: 10 a 12 dpm - Tripulación: 2 a 5 personas - Dimensiones: Peso 3.210kg / Altura 1,60m / Longitud 5,40m / Ancho 1,90m

Este tipo de armas suelen estar equipados con orugas para su traslado y cuentan o con un cañón, o con un obús para hacer fuego. Si bien pueden asemejarse a un tanque, su blindaje es ligero e inconveniente para el combate directo. La ventaja de este equipo respecto a la artillería convencional es su despliegue más rápido dado que no debe ser instalada y montada. La artillería autopropulsada puede avanzar, detenerse, hacer fuego y cambiar de posición. Así, en el Cáucaso Sur encontramos el 2S1 Gvozdika y el 2S3 Akatsiya. El primero, es un obús de 122mm totalmente anfibio y que puede operar tanto sobre nieve, como sobre terrenos pantanosos. Fabricado en la planta de tractores ucraniana Kharkiv fue puesto en funcionamiento en la década de 1970. Es más alto que un aro de basketball. Por otro lado, el Akatsiya también fue desarrollado en la Planta de Artillería N° 9 en Sverdlovsk durante la década de 1970

Ambos sistemas de armas han tenido una historia similar. Fueron utilizados por primera vez en la guerra Afgano-soviética de 1978-1982, se diseñaron para contrarrestar sistemas de armas de la OTAN (como por ejemplo el obús M-109 estadounidense), sus designaciones corresponden a nombres de flores “clavel” y “acacia” respectivamente y su producción finalizó a principios de la década de 1990.

Ahora bien, podemos hacer otras comparaciones a partir de este pequeño punteo. En primer lugar, a nivel armamentístico, encontramos que los argentinos utilizan los tres tipos de artillería mencionados al comienzo de este artículo, en cambio, en Artsaj se especializan en obuses para defender la línea de contacto, además, ellos cuentan con un tipo especial de artillería ausente en el primer grupo. Si atendemos a la fabricación de las piezas, observamos que, mientras los artsajíes cuentan con equipo mayormente soviético (lo cual hace referencia su pasado como Oblast Autónomo), los argentinos enumeran cinco piezas de distintos países pertenecientes a la OTAN y una sola de ellas es de origen nacional.

2S1 Gvozdika 122mm
Alcance: 15,20km - Cadencia de fuego: 5 dpm - Tripulación: 4 personas - Dimensiones: Peso 16.000kg / Altura 2,73m / Longitud 7,26m / Ancho 2,85m

Por otra parte, si analizamos el contexto mundial de ambos conflictos, vemos que están atravesados por la Guerra Fría, es decir, estas dos guerras se inscriben en los sucesos anteriores y posteriores a la caída de la URSS. La Guerra de Malvinas ocurrió a inicios de la década de 1980, momento en el cual la Unión Soviética todavía era una potencia mundial. Además, para los soviéticos este conflicto representaba algo singular dado que, por un lado, eran dos naciones del bloque occidental enfrentándose entre sí y, por el otro, una de ellas no había decretado el embargo de alimentos luego de la invasión de Afganistán en 1979. Para evidenciar que, el país de Lenín estaba interesado en esta contienda, recordemos que decidió enviar aviones TU-95RTs del aeropuerto de Luanda (Angola) y un buque de comunicaciones (“SSV Sudno Svyazyy” que en su mayoría eran pesqueros convertidos) a observar los movimientos de la flota británica. En cambio, la Guerra de Nagorno Karabaj acaeció en el momento del desmoronamiento soviético. Y además, es el único conflicto post-soviético que continúa sin encontrar una resolución hasta la fecha.

¿Y al día de hoy? ¿Qué sucede tanto con Malvinas, como con Artsaj? El enfrentamiento por Malvinas se mantiene aún vigente. La Argentina le reclama al Reino Unido su soberanía sobre ese territorio basada en el principio de Integridad Territorial, dado que en 1833 Gran Bretaña expulsó por medio de la fuerza a la población que habitaba allí en las islas. Este acto de usurpación implicó que las personas que originalmente vivían ahí (en su mayoría nativas y procedentes de Buenos Aires) fueran reemplazadas por una población implantada de manera artificial. En cambio, para entender el reclamo de reconocimiento de la autodeterminación de la República de Artsaj, habría que retroceder hasta el fin de la Guerra Ruso-Persa de 1804-1813 cuando el territorio es anexado al Imperio Ruso a través del Tratado de Gulistan. Sin embargo, por razones de espacio vamos a retrotraernos a 1918 año en el cual aparece por primera vez en la historia un país denominado Azerbaiyán. Este nuevo estado, que por aquel entonces buscaba trazar sus fronteras, agredió militarmente a los armenios artsajíes con el apoyo del ejército turco-otomano. Por otra parte, la Liga de Naciones reconoció el conflicto pero no le reconoció a Azerbaiyán su soberanía sobre el territorio ni su estatus internacional. Más tarde con el avance soviético ya concretado en la región, el Buró Caucásico tomó la decisión de anexar el territorio poblado por armenios a la República Socialista Soviética de Azerbaiyán sentando de esta manera la práctica estalinista de manipulación de las fronteras. Y al igual que el reclamo argentino, este también se mantiene vigente.

2S3 Akatsiya 152mm
Alcance: 18km - Cadencia de fuego: 4 dpm - Tripulación: 4 personas - Dimensiones: Peso 27,500kg / Altura 3,05m / Longitud 8,40m / Ancho 3,25m

Ver ambos conflictos desde esta perspectiva internacional brinda otro panorama. Pensar en estos dos reclamos y eventos, ocurridos a miles de kilómetros de distancia y en lugares tan distintos, poder acercarlos, equipararlos y confrontarlos, nos ayuda a ver que a pesar de estar fundamentados en diferentes principios del derecho, la comunidad internacional no reconoce los derechos de ambos países por los distintos intereses en juego en cada región. Además, si seguimos a Oszlak y O’Donnell, quienes entienden por cuestión asuntos, necesidades o demandas socialmente problematizadas e incorporadas a las agendas estatales podemos afirmar que tanto el tema de Malvinas, como el de Artsaj entran en esta categoría dado que esa noción trasciende a los estados e involucra a otros actores interesados en el asunto. Es decir, son reclamos que realizan los pueblos que habitan en cada país y que buscan emancipar a sus patrias de estos imperialismos del siglo XXI.

Juan Manuel Antonio Peralta Safarian
Historiador - Área de Investigación del Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur
juanmanuelantonio.peralta@gmail.com

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