Mari Anazonian: “Podemos cambiar el rumbo de nuestra historia y dejar que ser armenios pase por nuestro pasado”

11 de agosto de 2020

Mari Anazonian nació en Argentina pero es armenia. Ahora no solo por su sangre, también tiene la ciudadanía que así lo demuestra. Desde el 2015 vive en Armenia y desde el 2018 tiene su empresa con la que conecta Armenia y la diáspora.

Ocho años después de su primera visita a Armenia, Mari Anazonian es ciudadana armenia. Es Licenciada en Administración de Empresas y durante 9 años trabajó en bancos en Argentina. En el 2015 viajó a Armenia a hacer el voluntariado con Birthright y a su vez mandó su curriculum para aplicar al programa presentado por las empresas del grupo Eurnekian para trabajar en Armenia. "Al mes de estar en Armenia ya me había enamorado de la vida de acá. Cuando terminé el voluntariado empecé a trabajar en Coverse Bank", cuenta Mari.

En aquella oportunidad, había viajado por seis meses con una valija con la ropa para hacer el voluntariado y no para trabajar. "Así arrancó mi vida acá, con un trabajo, la residencia, un departamento. Ya. teniendo eso, me fui a Argentina a buscar a mi perro, la ropa y en agosto del 2015 arranqué mi vida oficial", agrega. Poco más de dos años después de ese inicio, Mari decidió dejar todo en Armenia para volver a Argentina. Le quedaba un pasaje de vuelta a Ereván para usar y tras algunos meses decidió usarlo.

"En marzo de 2018 volví a Armenia para usar ese pasaje que tenía y con el objetivo de hacer algo que uniera la diáspora con Armenia Oriental. No sabía ni cómo ni por qué. Dejé fluir", dice y cuenta que a los tres días de llegar la contactaron unas chicas que llegaban a Armenia sin planes. Les propuso ser sus primeras clientas, sus "ratitas de laboratorio". Finalizada esa primera experiencia ellas valoraron positivamente su servicio. "Eso primero que gané para mí fue un logro, un orgullo. Más allá del dinero fue una victoria que me sucedió en esos primeros tres días", cuenta orgullosa.

Así nació Mari Anazonian T&F Planning para "hacer una conexión entre Armenia y las necesidades de todas las personas que viajan para hacer turismo, voluntarios que necesitan un departamento, personas que no son armenias y se quedan a vivir y no cuentan con el idioma". "Hace ya 2 años y medio que estoy esto y me siento súper feliz porque mi objetivo es que la gente se involucre con Armenia como sea. Más allá del servicio que doy la idea es que la gente se enamore de Armenia y se vaya comprometida. Es un programa de armenios recuperados", completa.

En el 2018 le organizó el viaje a Alin Demirdjian y su mamá. Cuando volvieron de Artsaj, Alin le comentó a Mari sobre el proyecto de "Una Provincia, Una Canción" y unos meses después, juntas iniciaron el viaje para recorrer todas las provincias de Armenia y de Artsaj. Mari fue la project manager. "Fue un trabajo distinto al que venía haciendo pero cubría el objetivo que tengo como empresa, como persona y como armenia que es difundir y que la gente conozca Armenia, también Artsaj, en este caso desde la música", recuerda. Durante esos meses se encargó de hablar con los ministerios, los gobernadores de las provincias y los lugares turísticos. Incluso tuvo que pedir autorización en Etchmiadzín para grabar en las distintas iglesias.

El 2020 llegaba con muchos proyectos para Mari pero la pandemia hizo que tuviera que dar un giro. Dado que el turismo en todo el mundo quedó frenado, comenzó a hacer vivos en Instagram con quienes habían viajado con ella. Comenzó siendo los sábados pero para no superponerse con los programas de radio, cambió a los domingos. Desde los primeros días de mayo Mari tiene invitados que vuelven a viajar con su relato de esa experiencia. "Tenía miedo que la gente no lo acepte. El primer vivo lo quise hacer con una persona cercana y cuando terminó tenía una adrenalina como cuando termino un tour", dice.

Pero este año también le dio su pasaporte y ciudadanía armenia. En el 2015 tuvo que sacar la residencia para poder trabajar en el banco, algo que hasta ese momento consideraba "solo un papel". Al recibir su ciudadanía, cuenta que se emocionó. "Toda mi vida viviendo en Argentina dije que soy armenia, peleaba con la gente que me decía que era argentina descendiente de armenios y yo decía que soy armenia porque mi sangre es armenia", dice y agrega: "Ahora nadie puede decir que no soy armenia".

Mari pudo cumplir su sueño de unir Armenia con la diáspora, cambió su historia. "Siento que nosotros podemos cambiar el rumbo de nuestra historia y dejar que Armenia y ser armenios pase por nuestro pasado, por nuestros abuelos, y que sea nuestro presente", finaliza.

Sofía Zanikian
Periodista
sofi.zanikian@outlook.com

Compartir: