Mario Nalpatian: “Recordar el Tratado de Sèvres es rescatar qué lugar tenía que ocupar Armenia”

11 de agosto de 2020

El Ing. Mario Nalpatian, miembro del Consejo Nacional Armenio Mundial, consejero del Canciller de la República de Armenia y vicepresidente de la Internacional Socialista, opinó sobre el centenario del Tratado de Sèvres durante una conferencia pública organizada por la Logia Ararat 404 el 3 de agosto pasado.

"Es un tratado firmado por los estados vencedores aliado en la Primera Guerra Mundial, que a la vencida Turquía la llevan a la mesa para la firma del tratado. Este tratado no fue ratificado por ninguno de los Estados contractantes. ¿Qué significa esto? El tratado no entró en vigencia, pero tampoco está anulado", explicó Nalpatian. "Tiene una importancia limitada, pero que nosotros no podemos desconocer", opinó el dirigente.

Luego, Nalpatian explicó los alcances de sus artículos: "Las partes que firman el tratado le otorgan al presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson, un mandato para delimitar la frontera de los Estados soberanos de Turquía y Armenia. Esto no es un dato menor. En el mandato que surge del artículo 89 del Tratado de Sèvres, se pide que Armenia debe tener una salida al mar y tiene que haber una zona desmilitarizada entre Armenia y Turquía. Luego, los artículos 90, 91 y 92 tienen cuestiones referentes a las características de las relaciones que debían tener ambos países. Otros artículos del tratado relevantes, por ejemplo el 230, está referido a los crímenes y matanzas cometidos por Turquía durante el período de la Primera Guerra Mundial y la obligación de entregar a los responsables de los crímenes para ser juzgados. También tiene que ver con la cuestión de los derechos de las minorías en Turquía por fuera del territorio del laudo arbitral que finalmente da el presidente Wilson, asignando los límites de Armenia y Turquía".

En ese sentido, Nalpatian entiende que el tratado "no solo asegura la existencia del Estado armenio, al reconocimiento de jure, sino que delimita las fronteras con Turquía".

"Cuando Turquía y Armenia aceptan y firman el tratado, simultáneamente están aceptando que van a aceptar el laudo arbitral. El laudo arbitral demarca para Armenia un territorio de 133.000 km2 que se extendería de los límites del río Arax hasta el mar Negro. Atravesaría la meseta del Ararat y llegaría a la provincia de Trebisonda. En agosto de 1920 se firmó Sèvres, el 2 de diciembre de 1920 se produce la sovietización de Armenia y en el mes de abril de 1921 se lleva a cabo la conferencia de Londres en el marco de las distintas reuniones que tenían que ver con las consecuencias territoriales y diplomáticos de la Primera Guerra Mundial. Entre agosto de 1920 y abril de 1921, con la sovietización de Armenia, Armenia no es invitada a participar en la conferencia de Londres, y a instancias de Turquía, los ingleses y los franceses dejan de hablar de la República de Armenia para poner sobre la mesa un concepto de un hogar armenio dentro de los límites de Turquía. Esta idea turca es respaldada fundamentalmente por los ingleses. Los franceses, aliados y socios de los ingleses durante la Primera Guerra Mundial, fundamentales para el tratado de los límites del Imperio Otomano, hablaban de un hogar armenio pero independiente de Turquía. Esto ocurre a pocos meses de firmado el tratado de Sèvres. Llegamos al año 1923 cuando en Suiza, en la ciudad de Lausana, se firma el tratado de Lausana, donde directamente ya no hay referencias a Armenia. En ese tratado se delimita las actuales fronteras y límites de Turquía, a excepción del límite oriental de Turquía, que había sido representado en el tratado de Sèvres", detalla Nalpatian.

"El tratado de Sèvres es un tratado que no tiene vigencia, pero tiene elementos sustantivos para rescatar, los artículos referidos al reconocimiento, a otorgar un mandato al Presidente de Estados Unidos para aplicar un laudo arbitral, el fijar un territorio, la responsabilidad de los dirigentes turcos en las matanzas… pero también tiene relevancia en dos hechos: el primero, que por primera vez se menciona en un tratado el término de Kurdistán. El tratado de Sèvres, así como fija para Armenia los límites, propone -y Turquía acepta- que un territorio delimitado de su espacio debería llamarse Kurdistán. Por primera vez Kurdistán adquiere entidad jurídica en un documento del derecho internacional. Pero hay otro elemento que hace relevante al tratado y es que fijó las bases del actual Medio Oriente, porque si en el Imperio Otomano estaba Palestina, el tratado de Sèvres, en diferentes artículos habla de cuáles tendrían que ser las fronteras con Siria, habla de la Mesopotamia, habla de Libia, habla de Egipto, habla de Chipre. Es cierto, el tratado no fue ratificado por ninguna de las partes, porque Turquía logró jugar con Stalin fundamentalmente y luego con los ingleses y los franceses, y a cada uno en su momento les dio la espalda. Son muy interesantes las memorias del que fuera embajador turco en Moscú, Ali Fuat, donde el describe todo esto con mucha minuciosidad", continuó el dirigente.

"Recordar el Tratado de Sèvres, no solo es la reivindicación del Estado de Armenia, sino también rescatar qué lugar tenía que ocupar Armenia", finalizó Nalpatian.

Compartir: