Ariadna Catalano

Mi promesa frente al Ararat

03 de septiembre de 2018

scout-ararat-1No sé exacto hace cuanto volví ya. Pero sí sé que desde que me fui de Armenia físicamente, mi mente se quedó allá. Quería hablar de un lugar en particular que se robó mi corazón para siempre, más que cualquier otro.

Desde chiquita me hablaron de él, sin embargo, antes de estar allí jamás pensé que me iba a producir lo que me generó. Así, imponente, sin intervención del hombre, su simple naturaleza: Jor Virap con la vista del Ararat. Desde la noche previa, hasta irme de ahí, mi tío abuelo Juan Barounian ocupó mi mente. El que inculcó el sentimiento homenetmenagán y tashnagtsagán en mi familia. Tanto que hace un año atrás cuando falleció, se llevó ambas banderas con el.

Al renovar los juramentos la región sudamericana lo organizamos en tandas. Es inexplicable, el primer grupo pasó y estallé en lágrimas. Cuando parecía parar mi llanto, pasaba el grupo siguiente y se repetía el sentimiento. La noche anterior también nos aconsejaron hacernos promesas a nosotros mismos allá, frente al Ararat, las cuales me hice.

Mientras trabajo en cumplirlas, a vos Juan, a toda mi familia, y a Homenetmen: Gracias.

Conocí gente e historias que no me voy a olvidar nunca. Y me adentré todavía más de lo que estaba en esta institución que tiene a alguien igual que yo en la otra punta del mundo, cantando las mismas canciones y levantando la misma bandera.

 

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