Negociaciones a la turca: Historia de chantajes

04 de julio de 2023

En el año 2008, el Mercosur y Turquía iniciaron contactos para la firma de un tratado de libre comercio (TLC), pero no fue hasta el advenimiento del Gobierno de Luis Alberto Lacalle Pou que anunció el día 22 de diciembre de 2021 su interés en la firma de un TLC exclusivo entre Uruguay y Turquía, de igual forma que antes lo anunciara con China, aún sin el acompañamiento de los socios del Mercosur y con la expresa oposición de Argentina.

Mientras el presidente de los uruguayos calificaba de "lastre" al Mercosur e intentaba que las negociaciones dieran resultados, los demás miembros del Mercosur seguían sus procesos. Particularmente Brasil, donde Lula fue electo presidente y casi inmediatamente inicia un renovado diálogo con China, que como consecuencia trae el anuncio de la potencia asiática de poner un parate a las negociaciones bilaterales con Uruguay, para continuar por la vía Mercosur. En Turquía, su Presidente Recep Tayyip Erdoğan resultó reelecto para un nuevo mandato en unas elecciones cuestionadas entre otros por la Delegación de Observadores del Consejo de Europa.

Entre sus primeras medidas fue cambiar de Ministros de Relaciones Exteriores. Aquél que vino de visita en vísperas del 24 de abril, día de conmemoración del aniversario del Genocidio de los Armenios cometido por sus antepasados y que inmediatamente ofendió a la Colectividad Armenia y al Uruguay todo, con el recordado gesto discriminatorio, que provocó una ola de indignación en la sociedad uruguaya y el rápido llamado al Embajador turco a Cancillería para expresarle el desagrado del Gobierno Uruguayo por tales gestos, además de la posponer la designación de embajador uruguayo en Turquía. Aquel canciller ya no está.

Ahora Erdogan con su renovado mandato aumenta la apuesta en su política exterior designando al Hakan Fidan, "Guardián de sus secretos" como Canciller, un ex militar y ex director de los servicios secretos turcos. Una persona involucrada en todos los asuntos relevantes de la política interna y externa de su país. Un espía vinculado al secuestro de opositores dentro y fuera de Turquía, director de la red mundial de espionaje que incluye a América del Sur.

A pocos días de que asumiera el novel Canciller turco, el embajador de Turquía transmitió a la Cancillería Uruguaya la preocupación de su gobierno por el Proyecto de Ley que plantea la penalización de aquellas personas que nieguen el holocausto judío así como el genocidio de los armenios presentado por el diputado colorado Conrado Rodríguez el año pasado.

Sin lugar a dudas las preocupaciones turcas pasan por lo último, la eventual penalización a los negadores del Genocidio Armenio cometido por el Gobierno Turco Otomano en 1915.

La manifestación de esta preocupación viene justo cuando ya casi concluía el estudio de factibilidad, poniendo al gobierno uruguayo en una situación incómoda, en primer lugar que un tercer país le manifieste preocupación por un asunto doméstico que debería ser resuelto con independencia absoluta y sin una injerencia en los asuntos internos uruguayos, se asemeja mucho a un “chantaje”.

En segundo lugar, el gobierno turco manifiesta esta preocupación al país que fue pionero en el reconocimiento del genocidio de los armenios, al primer país en reconocer los padecimientos de la nación armenia ante la barbarie cometida por el mismo país que plantea esta preocupación.

La Colectividad Armenia ya había advertido a la cancillería uruguaya de estas acciones del gobierno turco. Este tiene por prioridad de su política exterior, la negación continua y sistemática del Genocidio Armenio al punto tal que ante el eventual reconocimiento formal de los Estados Unidos creó un consejo consultivo para la negación del Genocidio Armenio del cual era parte el nuevo ministro de relaciones exteriores cuando aún era jefe de la Organización Nacional de Inteligencia, M.I.T. por sus siglas en turco.

Naturalmente, es de esperar que el gobierno Uruguayo no se preste a este chantaje, que en la diplomacia uruguaya continúe primando los valores y muy especialmente los vinculados a los Derechos Humanos. El aceptar las condiciones turcas sería un gravísimo retroceso para la riquísima historia diplomática del país. A sí mismo los diplomáticos turcos deberían recordar los conceptos de la Doctrina Calvo que establece que los países deben evitar recurrir a presiones diplomáticas para realizar sus demandas y a los chantajes económicos para lograr sus objetivos.

Nota: El Parlamento Europeo informó que el 15 de junio de 2020, se convocó una reunión del Consejo Consultivo de la Presidencia turca para elaborar una estrategia predefinida de negación del genocidio armenio y oponerse a quienes luchan por el reconocimiento de dicho genocidio en todo el mundo. Esta reunión de cinco horas estuvo presidida por el propio presidente Recep Tayyip Erdoğan. Además, solo un día después de la reunión del Consejo Consultivo, el presidente turco recibió al representante del partido extremista y fascista turco Milliyetçi Hareket Partisi (MHP).

Por último, el 23 de junio de 2020, varios altos funcionarios turcos anunciaron la creación de una organización cuyo único objetivo consistirá en la fabricación de material destinado a negar el Genocidio Armenio.

Daniel Bedouny Mekhjian Keosseian
Publicado en Semanario Búsqueda

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