Nikol Pashinyan: “Las fuerzas de mantenimiento de la paz de Rusia no están cumpliendo la misión asumida”

04 de septiembre de 2023

El primer ministro armenio Nikol Pashinyan brindó una entrevista a Luca Steinman, periodista del diario italiano La Repubblica, donde se refirió a distintas cuestiones de la actualidad geopolítica de Armenia y el conflicto en Artsaj (Nagorno Karabaj) el 2 de septiembre.

“Según nuestra observación y evaluación, el objetivo de Azerbaiyán es despoblar Nagorno Karabaj, y esa es la razón por la que, de hecho, se ha creado una crisis humanitaria artificial al bloquear ilegalmente el Corredor de Lachin. Y el problema del Corredor de Lachin debería haberse resuelto automáticamente, porque ustedes saben que la Corte Internacional de Justicia adoptó una decisión jurídicamente vinculante por la que Azerbaiyán estaba obligado a proporcionar acceso en ambos sentidos a través del Corredor de Lachin, es decir, de Nagorno Karabaj a Armenia y desde Armenia hasta Nagorno Karabaj para el tráfico de ciudadanos, mercancías y vehículos. Esa decisión, que fue tomada el 22 de febrero de 2023 y reafirmada el 6 de julio de 2023, no se está implementando”, comenzó Pashinyan.

“Las fuerzas de mantenimiento de la paz de Rusia no están cumpliendo la misión asumida por la declaración tripartita. Y este es un motivo de gran preocupación. Y, de hecho, uno de los principales objetivos de la presencia de fuerzas de paz rusas en Nagorno Karabaj es la seguridad de la sociedad civil, de la población civil. En este caso, la seguridad, incluido el derecho a la libre circulación, no está garantizada, y esto es un hecho realmente preocupante”, agregó.

Cuando Steinman preguntó si creía que “entregar el control de Nagorno Karabaj a Azerbaiyán” era “el precio que se debe pagar por la paz”, Pashinyan replicó: “Las autoridades de Nagorno Karabaj siempre han tenido bajo control la situación en Nagorno Karabaj, al menos así fue después de 2018. E incluso hoy, la situación en Nagorno Karabaj está controlada por los representantes electos de Nagorno Karabaj, y las fuerzas de paz rusas también están allí. Otra cosa completamente distinta es que si Armenia y Azerbaiyán no reconocen mutuamente su integridad territorial sobre la base del Protocolo de Almá-Atá, eso significa que nunca habrá paz”.

Luca Steinman repreguntó: “Pero la posición de Azerbaiyán es muy clara. Consideran que Nagorno Karabaj es parte constituyente de Azerbaiyán. Incluso afirman que algunas partes de Armenia también forman parte de Azerbaiyán, al que también mantienen bajo ocupación. Según usted, ¿qué garantías hay de que si Nagorno Karabaj queda bajo el control de Azerbaiyán, Azerbaiyán dejará de reclamar territorios a la República de Armenia?”.

En este punto, Pashinyan eligió responder con evasivas: “Nuestra posición es clara: se deben garantizar los derechos y la seguridad de los armenios de Nagorno Karabaj y debe haber garantías. En cuanto a la otra cuestión del reconocimiento de la integridad territorial de Armenia y Azerbaiyán, si el acuerdo de paz no tiene tales garantías, no tendrá sentido. Y esta es la razón por la que queremos tener un acuerdo de paz que brinde la garantía que usted mencionó. Por otro lado, quiero enfatizar nuevamente que abordar los derechos y la seguridad de los armenios de Nagorno Karabaj en el marco de un mecanismo internacional es extremadamente importante para lograr la paz en nuestra región”.

Más adelante, consideró que no creía que “los países occidentales deban solucionar la situación”: “En primer lugar, es responsabilidad de Armenia, Azerbaiyán y Nagorno Karabaj, pero, por otro lado, nuestros socios internacionales deberían hacer esfuerzos más activos para hacer posible la paz en nuestra región”.

El periodista consultó luego por la situación de la seguridad en las fronteras armenias: “Según la Carta de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, Rusia debería haber intervenido si Armenia hubiera sido atacada por otro Estado, como ha ocurrido en los últimos años, y algunos territorios de la República de Armenia todavía están bajo ocupación por Azerbaiyán. ¿Cómo se explica la no intervención y el incumplimiento por parte de Rusia de sus obligaciones en la OTSC?”. Pashinyan respondió: “Al menos puedo decir que la situación que usted describió en términos de funcionalidad y contractualidad del Tratado de Seguridad Colectiva habla de una crisis. Y no creo que sea sólo el problema de Armenia, es un problema de la Organización de Seguridad Colectiva. En cuanto a las explicaciones, pueden ser muy diferentes, pero no creo que, al menos desde nuestro punto de vista, las explicaciones no sean importantes, y el hecho de que, en este sentido, el público de Armenia haya experimentado y continúe sintiendo una profunda decepción con respecto a las prácticas de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, creo que es obvio. Esta es también la razón por la que Armenia no ratificó ni se adhirió a una serie de documentos durante la cumbre de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva celebrada en Ereván en el otoño de 2022, y dado que las decisiones en la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva se toman por consenso, no se tomó ninguna decisión en ese caso”.

El Primer Ministro enfatizó que su visión de la “arquitectura de paz en la región” implica “primero es la implementación del acuerdo entre Armenia y Azerbaiyán para reconocer la integridad territorial de cada uno. En segundo lugar, abordar las cuestiones de derechos y seguridad de los armenios de Nagorno Karabaj en un formato del diálogo Bakú-Stepanakert, en el marco de un mecanismo internacional. En tercer lugar, la firma de un tratado de paz que contara con mecanismos capaces de garantizar verdaderamente la paz”.

El periodista italiano continuó: “El hecho es que al reconocer la integridad territorial de Azerbaiyán, la comunidad internacional reconocerá la soberanía de Azerbaiyán sobre Nagorno Karabaj. ¿Qué garantías hay de que los habitantes armenios de Nagorno Karabaj sean tratados como ciudadanos de pleno derecho de Azerbaiyán, porque las declaraciones de Azerbaiyán contra los armenios pueden causar preocupación en este asunto?”. Y Pashinyan respondió: “Si tuviéramos garantías, no hablaríamos de la necesidad de abordar la seguridad y los derechos de los armenios de Nagorno Karabaj. En otras palabras, si se plantea esta cuestión y si hoy hablamos de la crisis humanitaria en Nagorno Karabaj en las condiciones del bloqueo ilegal del Corredor de Lachin, significa que no existen tales garantías. Es la falta de estas garantías y la existencia del problema que usted mencionó lo que provocó el conflicto de Nagorno Karabaj y se convirtió en un obstáculo para su solución. La falta de estas garantías es la razón, como lo demuestra la situación actual, de que Azerbaiyán está aplicando una política de limpieza étnica en Nagorno Karabaj, y esa es precisamente la razón por la que decimos un diálogo Bakú-Stepanakert en el marco del mecanismo internacional”.

Luego, Pashinyan declaró que “la mejora de las relaciones entre Armenia y Turquía reducirá significativamente la tensión en la región del Cáucaso Meridional. Por supuesto, todo está interconectado”. “La arquitectura de seguridad de Armenia estaba relacionada en un 99,999% con Rusia, incluso en la lógica de adquisición de armas y municiones. Pero hoy, cuando Rusia necesita armas y municiones, en esta situación es comprensible que, incluso si quisiera, la Federación de Rusia no podría satisfacer las necesidades de seguridad de Armenia. En otras palabras, este ejemplo debería mostrarnos que en el ámbito de la seguridad, depender o estar apegados a un solo lugar es un error estratégico en sí mismo. Y sólo después de haber probado los amargos frutos de ese error post facto hacemos algunos intentos muy vagos de diversificar nuestra política de seguridad, incluyendo mirar a nuestra región desde una perspectiva diferente, porque es diferente cuando vivimos en nuestra región con la siguiente lógica, que estamos constantemente en una lógica de confrontación con nuestros vecinos, pero está bien, alguien garantizará nuestra seguridad. Cuando llega el momento de que alguien realmente proporcione nuestra seguridad, resulta que alguien no quiere o no puede brindarnos seguridad. Y estas son las situaciones que tenemos que afrontar. Sí, se están produciendo enfrentamientos psicológicos, ideológicos, de cosmovisión e históricos muy difíciles. Pero si no se atraviesan correctamente estos enfrentamientos, se pierde la independencia”.

“Armenia es miembro de la OTSC, Armenia es miembro de la Unión Económica Euroasiática, Armenia tiene un acuerdo de asociación estratégica con la Federación de Rusia y, debido a esta lógica, a los ojos y la lógica de todos los países o expertos occidentales, Armenia es un país prorruso. Por otro lado, muchos círculos en Rusia consideran que Armenia o su actual gobierno son prooccidentales, ya que el gobierno se formó por el voto de la mayoría del pueblo. El mayor problema con nuestra posición hoy aquí es que si el prorusismo tiene alguna ventaja potencial, o si el prooccidentalismo tiene alguna ventaja, Armenia no puede aprovechar las ventajas del prorrusismo, porque al menos en Rusia no consideran a Armenia lo suficientemente prorrusa. Por ejemplo, porque, desde su punto de vista, Armenia no proporciona suficiente apoyo a Rusia en relación con Ucrania. Por otro lado, Armenia no es capaz de aprovechar las posibles ventajas o beneficios del prooccidentalismo, porque en Occidente también se considera que Armenia no es lo suficientemente prooccidental, por ejemplo, como para no oponerse o resistir suficientemente a Rusia en relación con Ucrania, desde su punto de vista. Y ésta es precisamente la delicadeza y el peligro de nuestra situación”, opinó Pashinyan.

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