Nikol Pashinyan: “Nosotros no recurrimos a las amenazas contra el pueblo de Azerbaiyán”

23 de julio de 2020

El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, hizo una presentación pública frente a su gabinete sobre la reciente escalada bélica en la frontera de Armenia y Azerbaiyán y el proceso de paz en Artsaj (Nagorno Karabaj) el 23 de julio.

“Como saben, el 12 de julio, Azerbaiyán atacó nuestras posiciones fronterizas en la región de Tavush. Las Fuerzas Armadas de Armenia no solo rechazaron los ataques sino que también infligieron un daño significativo al adversario. La parte azerbaiyana sufrió numerosas bajas, incluidos sus equipos militares y armas con tecnología muy avanzada. Esta es una victoria explícita de la fuerza militar, las tácticas y el complejo militar-industrial de Armenia”, especificó el Premier.

“Debo enfatizar una vez más que las posiciones militares que estuvieron bajo el ataque de Azerbaiyán durante las últimas dos semanas están dentro del territorio soberano de Armenia. Por lo tanto, las acusaciones de Azerbaiyán de presentar a Armenia como agresora son simplemente una tontería”, agregó.

Más adelante, se refirió al balance de fuerzas entre ambos países: “El mito azerbaiyano de que su ejército puede derrotar al ejército armenio y, por lo tanto, Armenia y Artsaj deberían hacer concesiones, se desvaneció. Durante mucho tiempo estuvimos instando a Azerbaiyán a no hablar desde una posición de fuerza, belicismo y amenaza de uso de la fuerza. Y ahora podemos decir con confianza que Armenia rechazó la amenaza del uso de la fuerza en la mesa diplomática y demostró en el campo de batalla que esas afirmaciones son infundadas y no reflejan el equilibrio real de poder. Cuando digo el verdadero equilibrio de poder, no solo hablo sobre el número de tropas o armamentos, sino sobre la calidad general de sus acciones militares y el nivel de mando”.

Además, afirmó que Armenia demostró “un comportamiento responsable y seguro ante la comunidad internacional” y aseguró que continúan “comprometidos con los acuerdos del cese del fuego que posteriormente fueron violados por Azerbaiyán”.

“Nosotros no recurrimos a las amenazas contra el pueblo de Azerbaiyán y su infraestructura civil, incluso cuando el Ministerio de Defensa de Azerbaiyán amenazó con realizar ataques con misiles contra la central nuclear de Metsamor. Esta amenaza debería estar sujeta a una investigación internacional seria, porque describe a Azerbaiyán como un Estado terrorista”, advirtió Pashinyan.

Luego, se refirió al rol de las autoridades turcas: “El único país que intentó no calmar la situación, sino más bien inflamar la violencia, fue Turquía. Teniendo en cuenta la política desestabilizadora y agresiva de ese país en sus numerosas regiones vecinas, así como su postura tradicional anti-armenia expresada por la justificación del Genocidio Armenio, tal comportamiento de Turquía no fue sorprendente. Sin embargo, su creciente agresividad plantea la necesidad de remodelar nuestra política”.

Pashinyan reiteró el pedido de que la República de Artsaj se convierta en otra de las partes en las negociaciones y pidió que las mismas serán significativas “si Azerbaiyán se muestra dispuesto a retirarse de su posición maximalista”. “El reconocimiento del derecho a la libre determinación del pueblo de Artsaj sin ninguna limitación y la seguridad de los pueblos de Armenia y Artsaj no se pueden conceder bajo ninguna circunstancia”, manifestó.

Finalmente, recordó que, en el último enfrentamiento, Azerbaiyán atacó a la “población civil y las infraestructuras de varios asentamientos fronterizos en la región de Tavush” y lanzó una crítica indirecta contra Israel, uno de los principales proveedores de armamento de Azerbaiyán: “Los países que suministran armas a Azerbaiyán deben darse cuenta de que el uso de esas armas contra la población civil constituye un delito”.

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