Nikol Pashinyan presentó su plan 2021-2026: “Armenia no tiene intención de conquistar territorios o iniciar una guerra”

24 de agosto de 2021

El primer ministro armenio Nikol Pashinyan dio un extenso discurso en la Asamblea Nacional el 24 de agosto en el que presentó su programa de Gobierno.

Durante su presentación, informó que la guerra de Artsaj (Nagorno Karabaj) dejó un total de 3773 víctimas y 243 desaparecidos y aseguró que el objetivo de su mandato era establecer una “unidad nacional basada en la ley y los derechos, el respeto mutuo, la exclusión del odio y el discurso humillante”.

Pashinyan también dio detalles de las reformas del Ejército el mismo día que el nuevo ministro de Defensa, Arshak Karapetyan, visitó la Exposición Militar-Industrial Army 2021 en Moscú: Karapetyan remarcó que Armenia buscará obtener armas nuevas y de alta calidad y contar con una producción nacional de armamento, proyecto para lo que espera contar con la cooperación de Rusia.

Durante el discurso de Pashinyan, la diputada opositora del partido Tengo el Honor, Anna Mkrtchyan, acusó al Primer Ministro de “entregar territorios” y lo calificó como un “traidor”, lo que generó un revuelo dentro del Parlamento.

El diputado de la Alianza Armenia, Armen Rustamyan, calificó al plan del Gobierno de Pashinyan como una “acción deliberada para escondernos de la capitulación total que nos sobrevendrá en un futuro próximo”: “La esencia de la inminente capitulación es la siguiente: renunciar finalmente a la misión de implementar las declaraciones de independencia de Armenia y la proclamación de la República de Nagorno Karabaj”.

“La independencia de Armenia se logró durante la guerra de liberación de Artsaj y ahora, después de esta guerra, no es difícil imaginar lo que hubiera quedado de la independencia de Armenia si no fuera por nuestra victoria en la guerra de liberación de Artsaj. ¿Qué quedará de la independencia de Armenia? Su Gobierno no ve la conexión entre la independencia de Artsaj y la soberanía de Armenia”, advirtió Rustamyan, quien denunció que “este Gobierno se está preparando para nuevas concesiones, nuevas capitulaciones, y este programa sirve para tapar esto”.

El plan de Gobierno de Pashinyan

Nikol Pashinyan comenzó su plan de Gobierno para 2021-2026 explicando al consecuencias de la guerra de 44 días iniciada por Azerbaiyán y Turquía en 2020. De acuerdo con el Primer Ministro, hubo 3773 víctimas durante la guerra y 243 soldados desaparecidos en acción, mientras que todavía existen prisioneros de guerra capturados por Azerbaiyán y no devueltos, “miles de desplazados, y una inusual y difícil situación socioeconómica en Artsaj y Armenia, crecientes desafíos de seguridad en Armenia y Artsaj, la crisis en la zona de Sotk-Khoznavar como resultado de la incursión ilegal de las fuerzas armadas azerbaiyanas en el territorio soberano de la República de Armenia, violaciones regulares de la declaración trilateral de alto el fuego después del 9 de noviembre y las nuevas víctimas resultantes y la epidemia en curso de coronavirus”.

Según él, con las elecciones parlamentarias anticipadas de 2021 “se superó la atmósfera de malestar público y político, se superó la crisis política interna”, una afirmación que no comparte la oposición armenia. “En este momento extremadamente difícil y de inflexión, el pueblo de la República de Armenia asumió y desempeñó el papel de árbitro, juez y solucionador constitucionalista, como el poder supremo del país, y esta es la tesis más elocuente de que ‘el poder en la República de Armenia pertenece al pueblo'”.

La solución al conflicto de Artsaj y las contradicciones internas de Armenia

Más adelante, Pashinyan planteó que Azerbaiyán, a diferencia de Armenia, siempre supo qué hacer en el conflicto de Artsaj (Nagorno Karabaj): “Desde el inicio del proceso de negociación sobre el conflicto de Nagorno Karabaj, Azerbaiyán dijo claramente qué hacer. Según la posición azerí, Nagorno Karabaj es Azerbaiyán, mayormente las regiones adyacentes. Según el idioma azerí, no existe una Región Autónoma de Nagorno Karabaj ni una República de Nagorno Karabaj. Siempre intentaron tomar el control de Nagorno Karabaj y sus alrededores, y aclararon que si esto no se lograba mediante negociaciones, lo harían militarmente y, paralelamente a las negociaciones, gastaron miles de millones de dólares en armamento. Además, no hubo malas interpretaciones de esta línea estratégica en la sociedad azerbaiyana. No había tal precisión en Armenia. Sí, la cuestión del reconocimiento internacional de la independencia de Nagorno Karabaj está en nuestra agenda. Pero muchos ya lo han considerado una traición, refiriéndose a la decisión conjunta del Soviet Supremo de la República Socialista Soviética de Armenia y el Consejo Nacional de Nagorno Karabaj del 1 de diciembre de 1989 sobre la reunificación de la República Socialista Soviética de Armenia y Nagorno Karabaj, refiriéndose a la 23 de agosto de 1990 Declaración de Independencia de Armenia. Según esa opinión, Nagorno Karabaj debería haber sido reconocida como parte de Armenia”.

En referencia a quienes lo denominan “traidor”, Pashinyan continuó explicando por qué otras personas hubieran considerado como “traición” otro tipo de soluciones al conflicto de Artsaj: “El siguiente punto de vista es la resolución sobre el estatuto de los territorios, según la cual el reconocimiento internacional de la independencia de Karabaj debería haberse logrado a cambio de la concesión de los territorios adyacentes a Nagorno Karabaj. Pero también hubo quienes consideraron esta opinión una traición, alegando que la resolución de ceder territorios era inaceptable para el pueblo armenio. Existía el concepto de intercambio de territorios, cuyo significado era unir Nagorno Karabaj con Armenia a cambio de ceder algunos territorios de Armenia a Azerbaiyán. Esta resolución también, por decirlo suavemente, tuvo una opinión negativa en los círculos públicos y políticos, y muchos la consideraron una traición y una conspiración”.

De acuerdo con el Primer Ministro, Azerbaiyán “tenía un consenso público sobre qué decir” mientras que Armenia tenía posiciones internas distintas: “Y no nos formulamos la respuesta a la pregunta más importante: ¿qué haríamos si no logramos llegar a una solución aceptable en la mesa de negociaciones?. No estoy hablando de lo que diferentes Gobiernos o líderes hicieron o no, sino que estoy tratando de formular el problema sistémico que tuvimos desde el principio en el contexto del conflicto de Nagorno Karabaj. Este problema sistémico ha tenido un impacto muy grave en todo el curso y las relaciones de la historia de la Tercera República. Nosotros, como sociedad, no tuvimos una estrategia para la solución del conflicto de Nagorno Karabaj, no registramos su necesidad y, en consecuencia, el tema se dejó fuera de la agenda política pública”.

Luego, acusó al Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Armenia de poner en peligro la seguridad externa del país al pedirle su renuncia: “La situación fue extraordinaria cuando en febrero de este año, según el notorio comunicado del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, a pesar de los arreglos constitucionales, el Ejército estuvo en peligro de involucrarse en la política, pero el proceso tomó mucho tiempo para resolver esta situación, más de un mes. No se trata de la comodidad del Primer Ministro o del poder político o de la falta de él. El problema está en otra parte. Los acontecimientos de febrero-marzo, cuando el ejército estaba en el centro de los acontecimientos políticos, no pudieron menos que empeorar la situación de seguridad, y vimos su amargo impacto en mayo, en la forma de la situación en Sotk-Khoznavar que continúa hasta el día de hoy”.

Los dos ejes: “dictadura de la ley y los derechos” y “desarrollo pacífico”

Al presentar los objetivos de su Gobierno, Pashinyan utilizó el llamativo término de una “dictadura de la ley” para referirse a su plan de Gobierno: la “dictadura de la ley y los derechos” y la búsqueda de una era de “desarrollo pacífico para Armenia y la región”.

En esta búsqueda, Pashinyan aseguró que buscarán “el establecimiento de la unidad nacional basada en el estado de derecho y el respeto mutuo”, pero advirtió que “el partido Contrato Civil y el Gobierno formado recibieron un mandato del pueblo para establecer una dictadura de la ley y el orden en Armenia y lo cumplirá con firmeza”.

“En el contexto de lo que se ha dicho, por supuesto, la cuestión más urgente es garantizar la seguridad de Armenia y Artsaj. Entonces, ¿cómo garantizará el gobierno esa seguridad? Para lograr este objetivo, el Gobierno tiene la intención de utilizar en primer lugar las herramientas políticas y diplomáticas, con el objetivo principal de estabilizar el entorno de seguridad en torno a Armenia y Artsaj. En términos prácticos, el Gobierno de la República de Armenia considera importante reanudar el proceso de negociación bajo los auspicios de los Copresidentes del Grupo de Minsk de la OSCE y acoge con satisfacción las declaraciones realizadas por los Copresidentes después del 9 de noviembre de 2020, cuyo énfasis principal es como sigue: abstenerse de retóricas y acciones provocadoras, reanudar el proceso de negociación bajo los auspicios de los Copresidentes del Grupo de Minsk de la OSCE lo antes posible, sin condiciones previas, para una solución pacífica del conflicto de Nagorno Karabaj”.

Las fronteras, las relaciones con los países de la región y el rol de Rusia

“Los Copresidentes declararon que el conflicto de Nagorno Karabaj no se resolvió y que una solución integral y duradera debe basarse en principios conocidos por las partes. Permítanme recordarles que estos principios son los siguientes: no uso de la fuerza o amenaza de fuerza, autodeterminación de las naciones, integridad territorial”, agregó Pashinyan, en un mensaje dirigido al presidente azerbaiyano Ilham Aliyev, quien considera al conflicto como finalizado ya que sostiene que toda la región de Nagorno Karabaj ya le pertenece a Azerbaiyán.

“La próxima herramienta y plataforma importante para crear un entorno favorable en Armenia es intensificar las actividades del grupo de trabajo de los Viceprimeros Ministros de Armenia, Rusia y Azerbaiyán, formado sobre la base de la declaración trilateral del 11 de enero y el desbloqueo económico y de transporte regional sobre la base de la declaración del 9 de noviembre. El gobierno ve a este grupo de trabajo como una gran oportunidad para romper el bloqueo de 30 años contra la República de Armenia. Por supuesto, este no es un proceso simple en absoluto, y se ve agravado por las declaraciones destructivas y provocativas de la parte azerbaiyana sobre algunos corredores. He dicho muchas veces que ni en los artículos sobre la declaración trilateral del 9 de noviembre, ni en la declaración del 11 de enero, que es enteramente sobre la apertura de comunicaciones, no hay expresión, referencia, formulación sobre la creación de un corredor por el territorio de Armenia”, marcó Pashinyan.

Más adelante, aseguró que “los demás países de nuestra región no tienen sentimientos hostiles entre sí”, aunque “esto no significa que no haya problemas en sus relaciones que deban resolverse: la República Islámica de Irán, Turquía, Azerbaiyán y Georgia se consideran socios y amigos. Somos amigos de Georgia e Irán. Pero el hecho de que seamos objeto y sujeto de hostilidad en nuestra región afecta inevitablemente nuestras relaciones con los países amigos de la región. Y este sí es el tema de la región, pero también de nuestra agenda, y creo que el tema de gestionar y superar el clima de hostilidad en la región puede convertirse en el eje de nuestra cooperación regional en política exterior que también puede ser de interés para otros países de nuestra región”.

“El Gobierno está convencido de que el establecimiento y/o desarrollo de relaciones normales con los países vecinos es fundamental para la paz, la estabilidad, la seguridad y el desarrollo económico duraderos de la región. La demarcación de fronteras con Georgia y Azerbaiyán será fundamental para la formación de un entorno regional estable”, agregó. “El caso de Azerbaiyán es mucho más complicado, pero tanto en abril y mayo como ahora, estoy convencido de que es necesario comenzar los trabajos de demarcación con Azerbaiyán, y lamento que debido al alboroto político interno no haya sido posible alcanzar las soluciones previstas en la primavera”, opinó Pashinyan, quien reconoció que “la situación inestable en varias zonas fronterizas entre Armenia y Azerbaiyán es un serio obstáculo para el inicio de los trabajos de demarcación, especialmente en la sección Sotk-Khoznavar”, a lo que propuso el “retiro basado en mapas mutuamente acordados durante la era soviética”. “Trabajamos con el mismo principio en la frontera armenio-azerbaiyana Tegh-Meghri”, continuó. “Veo varias opciones para mantener la estabilidad: por ejemplo, el despliegue de guardias fronterizos rusos a lo largo de la frontera entre Armenia y Azerbaiyán, el despliegue de una misión de observación de la OTSC, el seguimiento de la copresidencia del Grupo de Minsk de la OSCE”.

En ese sentido, aseguró que Armenia cuenta con una “alianza estratégica” con Rusia, “uno de los pilares de la arquitectura de seguridad de nuestro país”. Sobre este punto, advirtió que hay “propaganda” contra las fuerzas de mantenimiento de paz rusas, mientras que las condenas con cargos falsos a los prisioneros de guerra armenios por parte de Azerbaiyán son “motivo de grave preocupación y tiene como objetivo desacreditar a la misión de mantenimiento de la paz”, ya que “la gran mayoría de los ciudadanos armenios condenados a muchos años de prisión por los tribunales azerbaiyanos han estado cautivos desde el 9 de noviembre, es decir, tras la firma de una declaración trilateral y el despliegue de fuerzas de mantenimiento de la paz en la zona de responsabilidad de las fuerzas de paz”. “Si comparamos este hecho con el hecho de que Azerbaiyán aún no ha firmado el mandato del personal de mantenimiento de la paz, resulta obvio que se trata de una serie de acciones contra el personal de mantenimiento de la paz, es decir, Nagorno Karabaj y la estabilidad y la paz en Nagorno Karabaj”.

Las prioridades con Estados Unidos y Francia

“El reconocimiento del Genocidio Armenio por las dos cámaras del Congreso de los Estados Unidos y el presidente Biden es una decisión muy importante y ha cambiado significativamente la situación del reconocimiento internacional del genocidio. La agenda de reconocimiento internacional del Genocidio Armenio debe servir para fortalecer las garantías de seguridad de Armenia, y esta será una de las prioridades del Gobierno. Al mismo tiempo, el reconocimiento internacional del Genocidio servirá al gobierno de la República de Armenia no para aumentar las tensiones regionales, sino, por el contrario, para calmar la región”, fue el mensaje de Nikol Pashinyan.

“El Gobierno continuará fortaleciendo las relaciones privilegiadas con la República Francesa. Paralelamente a la cooperación existente en el ámbito político, se tomarán medidas concretas para profundizar las relaciones económicas con Francia. El gobierno también concede especial importancia a la participación más activa de Armenia en la labor de la Organización Internacional de la Francofonía”, continuó el Premier.

“Hablando sobre las relaciones armenio-francesas, no puedo dejar de expresar mi agradecimiento al presidente de Francia, Emanuel Macron, quien tiene un papel único en el desarrollo de las relaciones entre nuestros países, y ahora estamos trabajando para fortalecer los lazos económicos. Al mismo tiempo, el presidente Macron, como encargado de la Copresidencia del Grupo de Minsk de la OSCE, está haciendo serios esfuerzos para establecer la estabilidad en nuestra región, y también estamos trabajando estrechamente con él en este tema”, fue el elogio de Pashinyan al mandatario francés. También agradeció a la Unión Europea por el apoyo financiero de 2,6 mil millones de euros para 7 programas importantes que se implementarán en Armenia.

Las reformas en el Ejército

Al presentar las reformas en las Fuerzas Armadas, Pashinyan aseguró que “algunas fuerzas intentan presentar nuestra agenda de reformas del Ejército como evidencia de nuestra intención o decisión de adoptar una política agresiva, iniciar una guerra”, una acusación que “no tiene nada que ver con la realidad, porque la República de Armenia, como cualquier Estado amante de la paz, desarrollará y transformará sus fuerzas armadas no para la agresión, sino para defenderse de la agresión, para defender su soberanía con un propósito legítimo y constitucional”. “La República de Armenia no tiene intención de conquistar territorios o iniciar una guerra”, fue el mensaje del Primer Ministro.

“Estratégicamente, la República de Armenia pasará gradualmente a un Ejército profesional, la estructura del servicio militar y la movilización cambiarán significativamente. También consideramos importante la modernización tecnológica de nuestro Ejército, la implantación de un sistema de control automatizado, el aumento del atractivo del servicio militar a través de la nueva política de salarios y garantías sociales, la mejora significativa de la calidad de la educación militar, así como la mayor participación de mujeres en unidades de combate. Debo enfatizar que la tesis sobre la participación de las mujeres no tiene una base ideológica o antiideológica, sino que está condicionada exclusivamente por el cálculo pragmático. Las mujeres constituyen la mayoría de la población de la República de Armenia, y la escasa participación de sus recursos en cualquier ámbito, desde la defensa hasta la economía, significa una distorsión del potencial de desarrollo de nuestro país. Esto no significa que las mujeres deban participar en el Ejército tanto como los hombres. Estamos hablando de aprovechar al máximo el potencial, y este potencial aún no se ha descubierto. En el proceso de reforma y modernización del Ejército, por supuesto, damos importancia a la cooperación con nuestro aliado estratégico, la Federación de Rusia, y puedo afirmar que ya tenemos acuerdos concretos con la Federación de Rusia a este respecto”, informó Pashinyan.

Según detalló el Premier, el Ejército profesional logrará que “un soldado sea soldado las 24 horas del día, los 7 días de la semana, 30, 31, 28 o 29 días al mes, 12 meses al año”, mientras que “la protección de la frontera debe confiarse a las tropas fronterizas, los guardias fronterizos, por supuesto, en la lógica de nuestra estrategia, la política regional, de la que hablé hace un momento. Y el soldado debe estar en una posición permanente durante sus horas de trabajo y estar ocupado con el aumento continuo de su preparación para el combate. Este proceso debe ser continuo”. Asimismo, se aumentará la disponibilidad de reserva: “A partir de mañana habrá campos de entrenamiento de tres meses, y con estos campos de entrenamiento comienza el proceso de transformación del Ejército y tener una reserva activa”.

“Debo decir que es importante para nosotros que el servicio militar sea realmente atractivo. Y no se trata solo de aumentar los salarios. Nuestro objetivo no solo es aumentar los salarios, sino también crear un sistema de garantías sociales sólido, estable y confiable para aumentar el atractivo del servicio militar. Mejorar la calidad de la educación militar también es un tema clave. La calidad de la educación militar en la República de Armenia debe mejorar continuamente. Por supuesto, nuestro Ejército, nuestras fuerzas armadas deben estar en constante desarrollo tecnológico que responda a los desafíos del siglo XXI”.

La reconstrucción de Artsaj y la política económica

“No se escatimarán esfuerzos para crear condiciones de vida dignas y prósperas en Artsaj. El Gobierno logrará estos objetivos profundizando la cooperación con las autoridades de Artsaj, así como creando nuevos formatos de cooperación con Artsaj”, fue el principal mensaje del Primer Ministro armenio, quien indicó que la primer prioridad fue garantizar el retorno de la población de Artsaj durante la guerra. También se otorgó asistencia financiera a unas 100.000 personas residentes de Artsaj.

En relación a la política económica del país, Pashinyan subrayó que buscarán “ampliar las oportunidades económicas y garantizar su igualdad de acceso”, “incrementar el bienestar de la clase media y reducir la pobreza mediante el desarrollo y la implementación de habilidades creativas humanas” y “garantizar condiciones favorables y crear un entorno para la exportación”. En ese sentido, los objetivos económicos del Gobierno hasta 2026 serán lograr una “tasa mínima de crecimiento anual promedio del producto interno bruto (PBI) del 7% -en condiciones económicas externas favorables un 9%-“, “aumentar la masa salarial del sector no gubernamental formal y otros pagos equivalentes al 25% por ciento del PBI” y “llevar la tasa de desempleo por debajo del 10%”. El Primer Ministro finalmente anunció ampliaciones a los programas de seguridad social, proyectos de construcciones y refacciones de centros educativos y médicos.

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