Nuevo informe sobre el racismo de Azerbaiyán contra las personas armenias: “Estas políticas también perpetúan la hostilidad en los países donde viven armenios y azerbaiyanos”

04 de febrero de 2022

El actual ombudsman de Armenia, Arman Tatoyan, brindó una conferencia de prensa el 4 de febrero en la que presentó un nuevo informe sobre el racismo de Azerbaiyán contra las personas armenias en el período de la posguerra de Artsaj (Nagorno Karabaj).

“Este tipo de políticas de Azerbaiyán tiene peligro de perpetuar la hostilidad no solo para la gente de los dos países, sino también para los países donde viven armenios y azerbaiyanos, algo que está en marcado contraste con los cimientos de la paz, los derechos humanos y la democracia perseguidos por el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (ICCPR) y la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial (ICERD)”, advierte el informe.

La investigación reveló que luego de la guerra, “las autoridades de Azerbaiyán continúan con la política estatal de propaganda de odio y enemistad” bajo dos pilares, el étnico y el religioso. “No es sólo una retórica sino más bien una política real implementada desde hace años en los ámbitos de la educación, cultura, deporte, etc.. Por lo tanto, no es correcto hablar solo de retórica”, marcó el Defensor de los Derechos Humanos de Armenia. “Esta política es la fuente real de las violaciones a los derechos humanos por parte de las fuerzas armadas de Azerbaiyán en Armenia antes, durante y después de la guerra, incluidos crímenes de guerra y diversas atrocidades”, advirtió Tatoyan. “El odio y la propaganda de hostilidad son una fuente de vida política para las autoridades de Azerbaiyán, una forma de desviar a su propio pueblo de los problemas internos. Es por eso que no ha disminuido y no disminuirá”.

En ese sentido, relató acerca de un nuevo enfoque en la política racista: “El odio religioso adquiere nuevos y extremadamente peligrosos desarrollos, acusando al pueblo armenio de islamofobia. Esto trae consigo nuevas manifestaciones de destrucción de iglesias, la abolición de su identidad armenia y la tortura de cautivos armenios. El informe muestra el respeto real de la Iglesia armenia y nuestro pueblo por el Islam con hechos históricos”.

En ese sentido, aseguró que “la política de odio de Azerbaiyán mantiene hostiles a los dos pueblos del mundo, también es peligrosa para otros países donde viven armenios y azeríes”. También planteó que “los llamados azerbaiyanos a la paz no tienen motivos honestos, son falsos, son un velo para el mundo exterior. La paz es el valor más alto para nosotros, la hostilidad no es aceptable, pero no hay paz real a expensas de los derechos de una de las partes, la paz no significa odio. Por lo tanto, no debemos olvidarnos de todo esto. Necesitamos garantías reales para proteger nuestros derechos”.

“Los libros de texto de Azerbaiyán abogan por el odio y la animosidad contra los armenios. Muestran su superioridad contra el pueblo armenio. Sus autoridades incluso cambian la afiliación de las iglesias, alegando falsamente que son albanesas”, declaró Tatoyan.

En ese sentido, se refirió también a la actual invasión del Ejército azerbaiyano contra los territorios de Armenia. Tatoyan recordó las numerosas violaciones de los derechos de los residentes de las aldeas fronterizas armenias debido a la presencia directa de las tropas azerbaiyanas y reiteró la necesidad de la retirada de las tropas azerbaiyanas y la creación de una zona desmilitarizada para garantizar los derechos de los residentes hasta el final del proceso de determinación de la frontera. “El ejército azerbaiyano no solo se asentó en los territorios que pertenecen a los aldeanos por ley, sino que también hizo imposible su vida natural”.

Sobre este punto, Tatoyan criticó duramente la postura del Gobierno del primer ministro, Nikol Pashinyan: “Cuando las carreteras Goris-Kapan y Kapan-Chakaten fueron bloqueadas, en lugar de ir inmediatamente al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, sin mencionar otros organismos, comenzamos a afirmar a nivel oficial que estos eran territorios de Azerbaiyán y que todo estaba bien”. “Nuestra política va por el camino equivocado. Se hacen declaraciones generales sin denunciar las violaciones de los derechos humanos”, dijo el Ombudsman, quien señaló que ciertas declaraciones de Armenia han creado serios problemas, legitiman las acciones ilegales de las autoridades de Azerbaiyán. “Nos lo dicen en instancias internacionales, y me pasó a mí, nos dicen que nosotros mismos admitimos que el territorio es azerbaiyano. Y tomemos la situación en el pueblo de Shurnukh, por donde pasa la línea de contacto. ¿Se pueden garantizar los derechos de los niños en una zona tan militarizada, donde están las Fuerzas Armadas de tres países?”, concluyó.

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