Opinión

Peregrinación a Armenia para celebrar cien años de la República

17 de agosto de 2017

SardarabadLos armenios somos una raza realmente indómita, enérgica, y de gran vocación de libertad. A pesar de ser una de las naciones más antiguas del mundo, nuestro pueblo recién pudo acceder a su independencia el 28 de Mayo de 1918, fecha en que se constituyó la República de Armenia.

El genocidio de 1915 cometido por el estado turco-otomano empujó al destierro a un puñado de miles de sobrevivientes que apoyados de su inquebrantable fe lograron alcanzar otras tierras en pos de su libertad. Los armenios fueron bien recibidos en todos los países donde los llevó el destino y contribuyeron con su tesón, inteligencia, honestidad y hombría de bien al crecimiento y desarrollo de cada uno de ellos.

La Diáspora fue el hogar que cobijó a los  que pudieron conservar su vida y permitió que varias generaciones de sus herederos crecieran sin perder su identidad armenia manteniendo el anhelo de algún día recuperar la independencia de su suelo patrio.

Pero muchos de nuestros padres y abuelos no lograron conocer la tierra de sus ancestros. Lamentablemente, la historia postergó los deseos de muchos, porque solo fueron unos pocos los que tuvieron la fortuna de visitar Armenia en su era soviética.

Apenas dos años atrás, se conmemoró el centenario del Genocidio Armenio. Fue una excelente ocasión para viajar a la Madre Patria para rendir sincero homenaje a la recordación del millón y medio de víctimas armenias en el Memorial de Dzidzernagapert.

Pronto, se cumplirá otro aniversario, el del también centenario  28 de Mayo de 1918, fecha de la creación de la República de Armenia. Un siglo después de las matanzas, el pueblo armenio gestó su libertad en las heroicas batallas de mayo en Sardarabad, Pash Aparán y Gharakilisé. Nos toca ahora peregrinar para participar de los actos celebratorios de esa enorme epopeya que finalmente logró que nuestro pueblo tuviera un estado, un suelo reconocido donde poder  gestar su futuro en libertad.

Es cierto, poco duró esa etapa, pero no podemos ir en contra de la historia porque a pesar de la dominación soviética, Armenia pudo conservar su identidad, su cultura y fue capaz también de dar al mundo muchas muestras de la sabiduría de su pueblo retratada en decenas de científicos, poetas, militares, artistas y maestros que elevaron el valor de la pertenencia a una estirpe milenaria que jamás pudo ser avasallada.

Hoy corren otros tiempos, muchos ya han podido conocer el suelo de sus mayores. Sin embargo, hay quienes todavía que por un motivo u otro no han logrado cumplir ese sueño. Y la oportunidad de concretarlo es el festejo de los cien años de la República de Armenia el próximo 28 de Mayo.

Respondiendo al pedido de sus bases y las organizaciones que integran la gran familia del Tashnagtsutiún, se puso en marcha estos días la propuesta de compartir un viaje inolvidable, un alegre peregrinaje que se unirá a sus hermanos armenios en la celebración de esa magna fecha.

La propuesta incluye también la posibilidad de adquirir la ciudadanía armenia, (cumpliendo obviamente los requisitos establecidos) recibiendo el correspondiente pasaporte de manos de las autoridades consulares de nuestro gobierno.

Cien años son un estrecho período de nuestra milenaria historia, pero quiso la suerte que nuestras generaciones puedan vivir este tiempo y ser parte inseparable de la patriótica vocación de seguir siendo armenios. Ojalá podamos brindar con una copa de vino armenio por la memoria de nuestros viejos, allí a la sombra vigilante del Ararat, erguidos orgullosamente sobre nuestra querida tierra.

Jorge Rubén Kazandjian

 

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