Buscan fuentes de financiación externas

Planean una ampliación del subterráneo de Ereván

19 de marzo de 2019

subte ErevanEreván (Armenian Weekly).- Un proyecto de extensión de la red de metro de Ereván ha comenzado su etapa preliminar. La obra hará que la única línea de la ciudad llegue al barrio de Davidashén, y según aseguran desde la oficina del alcalde Haik Marutian, reducirá significativamente el tráfico en las calles.

De acuerdo con el arquitecto principal, Artur Meschyan, la primera fase del proyecto incluirá la construcción de una nueva estación de metro en el distrito de Ajapnyak. La misma se integraría a un nuevo complejo comercial de usos múltiples. Se estima que el costo de esta será razonable, dado que el túnel y el puente, que datan de la era soviética, ya estaban instalados.

La fuente de financiamiento aún no está clara, desde la alcaldía insinuaron que tendrá una naturaleza público-privada y que las propuestas ya se han enviado a varios inversionistas. El profesional que encabeza la obra anticipó también que se han acercado al Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) para ayudar a financiar algunas de las revisiones de infraestructura del transporte público planificadas. Matteo Patrone, director gerente para Europa de Este y el Cáucaso, adelantó la predisposición de esta entidad para ofrecer asistencia financiera, técnica y logística durante una reunión con el alcalde el mes pasado.

Durante la excavación de los primeros túneles de la red en 1972, el Departamento de Planificación Soviético de la Ciudad había emitido pautas que restringían los metros a ciudades con más de un millón de habitantes. El subte de Ereván recibió el apodo oficial de “Rapid Tramway Network” hasta que se completó la construcción. Era el octavo de su tipo en la Unión Soviética cuando comenzó a operar oficialmente en 1981 con cuatro estaciones en funcionamiento. Otras cinco fueron construidas antes de ocurrir el terremoto de Shirag, pero el colapso de la URSS congeló el proyecto indefinidamente. Solo una línea adicional con una única estación se completó en 1996.

La primera revisión importante fue en 2012 con la asistencia del BERD. En aquel momento se mejoraron los túneles, se renovaron los coches y se instaló un nuevo equipo logístico. Sin embargo, durante los años posteriores a la independencia, la cantidad de pasajeros se redujo significativamente a medida que las líneas de minibús operadas por líneas privadas se iban superponiendo

Aun así, esta tendencia se ha revertido en los últimos años, debido a que el tráfico de la ciudad ha alentado a los pasajeros a usar este medio de transporte como una alternativa rápida, limpia y accesible.

Se espera que el desvío del metro hacia Davidashén alivie significativamente el tráfico en las carreteras principales como los bulevares Komitas, Baghramyan, Kievyan y Halabyan, que transportan a decenas de miles de usuarios al centro cada día. Este barrio, en particular, ha visto un incremento de la población en los últimos años, ya que muchas familias jóvenes aprovecharon los créditos ofrecidos para irse a vivir allí.

El año pasado, Armen Gularyan, vicepresidente del Comité de Desarrollo Urbano de Armenia, discutió la posibilidad de construir otra estación de metro en la línea ya existente. Esta parada propuesta, entre las ya existentes de Sasuntsí David y Zoravar Antranik, ofrecería un acceso de forma directa a los centros comerciales de Surmalu y Petak. Igualmente todavía no está claro si esto se incluirá en el proyecto.

El arquitecto principal de Ereván ha anunciado también la reconstrucción de una red de teleféricos que conecta Kentron (el centro de la ciudad) con los barrios de Nork-Marash y Nor-Nork, que se alzan sobre las colinas que rodean Ereván. Estas comunidades estaban conectadas previamente por un tranvía que fue destruido luego de un accidente fatal en 2004. En la actualidad, solo la calle Armenakyan de dos carriles corre por la cuesta hacia el centro, pero esta se bloquea frecuentemente por la nieve en invierno.

Ereván espera además un envío de autobuses municipales de fabricación china, que reemplazarán a la mayoría de los actuales buses, ya bastante viejos. Estos habían sido pedidos por la administración anterior como parte de un nuevo plan de transporte público redactado por la consultora británica WYG International Limited. El mismo, que se presentó para su revisión en 2017, tendría un costo de cien millones de dólares para su implementación, mientras se mantengan las tarifas sin cambios.

La administración Marutian ha retrasado su implementación por varios meses, citando la necesidad de realizar más estudios sobre los carriles para bicicletas y los estacionamientos en las calles.

 

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