Poema: Ellos marcharon y como leones lucharon

01 de diciembre de 2020

El llamado de la Patria respondieron y en soldados tornaron.
Artsaj sería atacada, y en defender el suelo ancestral no dudaron.
Sus familias, amigos, hogares, su vida habitual, todo atrás lo dejaron.
Y apoyados por todo su pueblo, al frente decididos marcharon.

Con convicción, el temor a los horrores de la guerra superaron.
Turquía pretendía otro genocidio armenio y los fedainer se plantaron.
“Libertad o muerte” al unísono vivaron; como leones se levantaron.
Jóvenes, veteranos, hombres y mujeres codo a codo lucharon.

Canciones y arengas mantuvieron a nuestro ejército bien motivado,
preservar la libertad de Artsaj y derrotar al atávico enemigo juraron.
Abrazaron la gloriosa tricolor, pabellón que nunca fuera mancillado
Y en vencer nunca vacilaron, pues en Sardarabad se inspiraron.

En trincheras y colinas, íntegros los embates enemigos replicaron.
Ataques arteros, crímenes de guerra, brutalidad sin límite encontraron:
privaciones, heridas y dolor por colegas caídos, estoicos aguantaron.
Desigual batalla contra el bárbaro azerí durante 44 días enfrentaron.

De la artera capitulación, atónitos y con sumo enojo se enteraron.
Sus sueños de victoria y de un Artsaj seguro en pesadillas trocaron.
La traición de los judas los halló aún dispuestos a seguir luchando,
Cesar el fuego renuentes aceptaron, y con lágrimas Artsaj entregaron.

Regresaron a casa los soldados, y varios camaradas abatidos allí dejaron.
La humillante entrega firmada con sangre armenia ellos reprocharon.
Compromiso por claudicación servil fue el pacto espúreo que denunciaron:
“Peleamos por Artsaj, y traidores propios por la espalda nos apuñalaron”.

Juan Carlos Tagtachian
Lic. en Administración (UBA) Diplomado en Gestión Pública (UNSAM)
tagta@telecentro.com.ar

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