Por un puñado de dólares

26 de noviembre de 2019

Es lógico que muchos armenios sientan repulsión ante el teje y maneje de la política estadounidense con respecto al reconocimiento del Genocidio Armenio. Es lo que le pasa a Paul Jamushian, un octagenario de Fresno, citado por el Los Angeles Times en su edición del pasado 14 de noviembre. “Me siento manipulado y eso me pone furioso” manifestó Jamushian, hijo de sobrevivientes del Genocidio. Y con razón.

Pero no es menos cierto que más allá de lo emocional, en política son otros los parámetros que prevalecen: la profesionalidad, la perseverancia y la capacidad de resolver los asuntos en el momento adecuado, el famoso timing. Eso es lo que desde hace décadas viene haciendo el Consejo Nacional Armenio (ANCA) de los EE.UU. a través de sus filiales en ambas costas y principalmente, con la labor de la oficina del ANCA en Washington.

¿Qué logró el Estado turco con las millonadas de dólares que se gasta cada año en agencias lobbystas y personajes a sueldo? Pues nada más que 11 votos –a su favor- en la histórica votación de la Cámara de Representantes del 29 de octubre pasado… ¿Y qué logró el ANCA con un puñado de profesionales en Washington, la movilización de sus filiales y de la comunidad armenia y el apoyo de asociaciones helénicas y hebreas de los EE.UU.? Pues esos 405 votos de reconocimiento del Genocidio.

Es obvio que el momentum era el adecuado y que tal vez algunos –o muchos- de los legisladores se hayan dejado llevar más por un deseo de castigo al régimen turco por su última invasión a Siria, que por el de la justicia histórica… Pero como ya lo hemos dicho, eso no le quita al crimen de lesa humanidad su carácter de tal ni deja de ser un reconocimiento histórico a 104 años de haberse perpetrado.

La otra batalla se está llevando a cabo ahora en el Senado. Y en ella están políticos que honran su labor y su trayectoria como el senador Menéndez –coautor de proyectos de resolución sobre el Genocidio desde el 2006- y otros que hacen las veces de “chico de los mandados”, como los senadores Graham o Perdue, quienes han bloqueado en sendas oportunidades, el procedimiento de la cámara para la votación del proyecto de resolución sobre el reconocimiento del Genocidio. Y en ambos casos –según revela el periodista Jonathan Swan en el portal AXIOS- han sido funcionarios directos de la Casa Blanca los que han pedido el “favor” a dichos legisladores…

No es de extrañar que el presidente Trump presione al Senado a través de sus allegados. Tal como señala Aram Hamparian, director de la oficina del ANCA en Washington, lo lógico sería que si los senadores están en contra del proyecto, votaran en contra y no que bloquearan la votación. Pero el tema es mucho más complejo de lo que parece. La Casa Blanca quiere dar tiempo a Erdogan para que “recapacite” sobre los S-400. Y en el interín, no desea que la cuestión del Genocidio sea un detonador de la negativa de Ankara.

El interrogante que uno se plantea es ¿cuánto más tiene que esperar el gobierno de los EE.UU. para imponer al régimen turco las sanciones previstas en la ley CAATSA? Ya van cinco largos meses de tira y afloja desde que adquiriera los S-400 y Erdogan no da aún muestras de cambiar su decisión en cuanto al sistema de defensa ruso. Más bien, todo lo contrario.

Para complicarle aún más las cosas a la administración Trump, la cuestión ahora ha dejado de ser un asunto estrictamente bilateral: Egipto, Arabia Saudí y hasta la India están interesados en adquirir ese armamento ruso. Al fin y al cabo, si a Turquía se le permite ¿por qué no a ellos? Un atolladero del cual el presidente estadounidense tendrá que salir a pesar de sus intereses personales en Turquía. Porque aquí ya no se trata sólo del prestigio de la primera potencia con relación a sus aliados sino de las cuantiosas pérdidas para la industria bélica de su país…

En ese devenir, una vez más la batalla por el tema del Genocidio estará presente en el Senado. Y una vez más, la profesionalidad, la perseverancia y el timing serán los factores decisivos del triunfo de la verdad sobre un gran puñado de dólares.

Dr. Ricardo Yerganian
Exdirector del Diario ARMENIA
ryerganian@diarioarmenia.org.ar

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