Reabre el Museo Armenio de Jerusalén
Luego de estar cerrado por 30 años, el Patriarcado armenio de Jerusalén reabrió las puertas del Museo de Arte e Historia Edward and Helen Mardigian, ubicado en el Convento Armenio de esta ciudad israelí. Fue mediante una ceremonia desarrollada a finales de octubre de este año de la que también participó el Patriarcado Latino de Jerusalén y cuerpo diplomático.
El establecimiento, fundado a fines de la década de 1960, había sido construido gracias a la donación de la familia Mardigian, pero cerró sus puertas en 1995. Finalmente, tras cinco años de renovación a cargo del arquitecto franco-armenio Haroutioun Bezdjian, puede ser visitado nuevamente por el público.
Una de las características más importantes de la restauración realizada es el piso de mosaico del siglo VI, hallado en 1894 en el distrito de Musrara, al noroeste de la Puerta de Damasco. Con una medida de 6,5 x 4 metros, posee una inscripción en armenio en su base que dice: “En memoria y salvación de las almas de todos los armenios cuyos nombres solo Dios conoce”.
Además se construyó un nuevo techo en el patio interno, con tratamiento térmico y acústico. A su vez, se instalaron sistemas automáticos de regulación de temperatura, iluminación y vigilancia.
Cabe destacar que una parte especial del museo está dedicada a los armenios que llegaron a Tierra Santa en 1915, durante el Genocidio Armenio perpetrado por el Imperio Otomano. En este sentido posee los nombres y actas de nacimiento de cada una de las personas que llegaron durante ese momento a la ciudad.
La presencia armenia en Jerusalén se remonta a la conquista por parte del rey armenio Tigranes II en el 94 A.C y tiene su punto alto con la inmigración de armenios en el siglo IV, tras la adopción a nivel estatal del cristianismo como religión oficial.
Milisenda, reina del Estado Cruzado de Jerusalén entre 1131 y 1153, fue hija de la princesa armenia Morfia de Melitene. Durante su reinado numerosas iglesias armenias fueron construidas en Tierra Santa.