Reformas constitucionales: Armenia se enfrenta a importantes cambios de su forma de gobierno

03 de diciembre de 2015

reformas-constitucionales-1Ereván (Fuentes diversas).- El próximo domingo 6 de diciembre los armenios en edad de votar podrán expresar en un plebiscito su opinión respecto de que si se debe modificar o no la Constitución Nacional en vigor desde 1995 con algunas enmiendas llevadas a cabo en 2005.

Mientras algunas modificaciones se refieren a todos los capítulos de la Ley Fundamental, la esencia de la reforma patrocinada por la actual administración es el cambio del modo de gobierno semipresidencial actual a otro de corte parlamentario.

La mayor reforma constitucional es sobre la forma de gobierno. Si se aprueba, la nueva Constitución otorgaría a la Asamblea Nacional nuevas potestades, propias de las repúblicas parlamentarias y esencialmente reduciría los poderes del presidente.

El primer ministro se convertiría en el jefe del Ejecutivo y el gobierno estaría conformado por una mayoría parlamentaria estable como resultado de los comicios parlamentarios. El presidente ya no sería electo por el voto popular y sólo tendría un mandato de siete años de extensión (dos más que en la actualidad) Bajo la nueva forma de gobierno la mayoría de los poderes se concentrarían en manos del primer ministro y el partido mayoritario en la Asamblea Nacional.

La oposición tendría facultades de supervisión más amplias y las llamadas "leyes orgánicas o fundamentales" requerirían la aprobación de tres quintos de los legisladores en comparación a la mayoría simple exigida por el sistema actual. Otros cambios importantes de refieren a la modificación del actual sistema judicial al que los cambios constitucionales le darían verdadera independencia en todos los niveles de la judicatura.

Quiénes van por el Sí

Tres fracciones parlamentarias, el gobernante Partido Republicano y los opositores FRA-Tashnagtsutiún y Armenia Próspera, apoyan sin reservas las enmiendas. Los republicanos aseguran que los cambios promoverán la descentralización del poder y una mayor democratización en Armenia. El Tashnagtsutiún, fiel a su historia, ve la forma parlamentaria de gobierno como más progresista y adecuada para el país. En tanto Armenia Próspera, que se oponía a la reforma mientras era conducida por Gaguik Tsarukian, ahora con el retiro de su exlíder cambió su actitud y se integra al "Sí".

Por la negativa se inclinan el Congreso Nacional Armenio y los partidos Yarankutiún y País Legal. El primero de ellos se mantiene firme en sostener el sistema de gobierno actual, mientras que Yarankutiún asegura aceptar el sistema parlamentario, pero descree que el actual gobierno tenga la legitimidad necesaria para impulsar los cambios planteados.

Ambos partidos afirman que el actual presidente Sarkissian buscará su tercer mandato en 2018, esta vez en carácter de primer ministro. Finalmente, en una posición ambigua, Orinats Yerkir no ve una necesidad apremiante para establecer las reformas.

Para que las enmiendas constitucionales sean aprobadas, es necesario obtener la mayoría de los votos, pero al menos se debe contar con el 25% por ciento del padrón electoral que de acuerdo a las autoridades electorales llega a unos 2.500.000 de votantes.

Es importante considerar que las votaciones no son obligatorias en Armenia por lo tanto no sólo hay que ganar el plebiscito, sino también reunir al menos 625.000 o más votos positivos.

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