Reunión del Consejo de Derechos Humanos con Ararat Mirzoyan, Luis Moreno Ocampo y Fabián Salvioli: “La disparidad de fuerza siempre ha sido una característica constante del genocidio”

04 de diciembre de 2023

El 4 de diciembre se realizó una reunión entre sesiones del Consejo de Derechos Humanos dedicada al 75º aniversario de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio.

Del encuentro participaron, entre otros, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, y la Asesora Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la Prevención del Genocidio y Subsecretaria General, Alice Wairimu Nderitu, junto al canciller de Armenia Ararat Mirzoyan, Luis Moreno Ocampo, exfiscal de la Corte Penal Internacional, y el abogado argentino y profesor en Derechos Humanos Fabián Salvioli.

"El mundo en el que vivimos hoy es un lugar peligroso para muchos grupos étnicos y religiosos, y la intención de destruirlos en un determinado territorio se ha manifestado en todo el mundo, especialmente ahora que los acuerdos internacionales de seguridad y los mecanismos de derechos humanos están en continuo declive", declaró Mirzoyan en su discurso.

"La idea misma de eliminar a los titulares de derechos como medio para resolver conflictos nunca ha sido tan 'atractiva' para los perpetradores de crímenes como lo es hoy. Las situaciones de conflicto ofrecen un amplio entorno para los perpetradores, quienes, bajo la apariencia de otra parte en el conflicto, exigen de la comunidad internacional un trato igual al que debería otorgarse a las víctimas. La disparidad de fuerza siempre ha sido una característica constante del genocidio. Y al decir fuerza, no me referí exclusivamente a la ventaja militar de los perpetradores sino a su capacidad de utilizar las nuevas tecnologías en la desinformación para deshumanizar a las víctimas y preparar el terreno para acciones mortales con su posterior justificación, fue el mensaje del Canciller armenio.

"Hace dos meses, la República de Armenia proporcionó refugio y medios de subsistencia a más de 100.000 refugiados, toda la población de Nagorno Karabaj desarraigada de su tierra ancestral. El apoyo de la comunidad internacional es esencial para brindar protección internacional a estas víctimas de la limpieza étnica. Hace décadas, cuando Armenia asumió la responsabilidad de incorporar los derechos humanos en la prevención del genocidio, estábamos impulsados por nuestro deber moral hacia el pasado. Hoy vemos que no se trata simplemente del pasado, sino que nuestros esfuerzos conjuntos están dirigidos al presente y al futuro: un futuro de la humanidad libre de odio, racismo, xenofobia e intolerancia que conduzca a crímenes atroces en masa", finalizó Mirzoyan.

Luis Moreno Ocampo planteó que las directrices de las Naciones Unidas se centran en el castigo, "pero se está ignorando el aspecto de la prevención": "Estamos conmemorando los 35 años de la Convención pero nos damos cuenta de que la aplicación falla. Ni siquiera los Estados mencionan el genocidio, Por lo tanto, tengo dos propuestas: por un lado la directrices de Naciones Unidas y por otro lado la práctica".

"La directriz dice que al hablar de genocidio, hay que determinar la responsabilidad en la Corte Internacional de Justicia o la Corte Penal Internacional sobre la responsabilidad penal individual. Estas dos situaciones, es decir, esperar el dictamen de uno de los dos tribunales no es una medida preventiva", alertó el experto. "En el caso de Bosnia contra Serbia en 2007, la Corte Internacional de Justicia habló muy claramente sobre la obligación de prevenir. La actuación correspondiente surge en el momento en que el Estado sabe o debería haber conocido la existencia de un riesgo grave de que pueda cometerse genocidio. El tribunal añadió que esto no significa evidentemente que la obligación de prevenir el genocidio solamente surja cuando se cuando se inicia el propio genocidio, eso sería absurdo puesto que la idea de la obligación es prevenir o intentar prevenir que se produzcan los actos atroces. La guía de la ONU es absurda porque se pide a los funcionarios de la ONU que esperen a que se produzca el acto, por lo tanto esto va contra el concepto de prevención", explicó Moreno Ocampo, quien luego recordó que en septiembre se "alertó sobre la situación de Nagorno Karabaj, específicamente hablando del riesgo de genocidio".

"Los Estados niegan sistemáticamente identificar una situación como genocidio. La situación más llamativa para mí es lo que sucedió en Nagorno Karabaj", agregó Moreno Ocampo. "Hubo actos cometidos contra un grupo determinado, una forma de genocidio cometida claramente desde cuando las fuerzas de seguridad bloquearon el corredor humanitario y no permitieron que llegaran productos básicos y alimentos a los armenios que vivían en Nagorno Karabaj. Lo que sucedió es que se produjo un enfrentamiento abierto con la decisión de la Corte Internacional de Justicia que pedía que se abriese ese corredor", agregó, en relación a la decisión de Azerbaiyán de desobedecer la orden vinculante del organismo.

"El 19 de septiembre, el Gobierno de Azerbaiyán bombardeó Nagorno Karabaj, lo cual hizo que toda la población armenia tuviera que huir de allí. Imaginen el daño mental que se produjo a tener que abandonar su tierra ancestral y sus hogares. No solamente fue toda la población armenia de Nagorno Karabaj que ahora está desplazada, sus dirigentes están en la cárcel en Azerbaiyán y este encarcelamiento es un mensaje a los armenios de que si vuelven a Nagorno Karabaj serán humillados, asesinados o muertos. El cautiverio de este pueblo es la culminación de un genocidio".

Por último, Fabián Salvioli remarcó que "la historia lamentablemente nos muestra que nunca se han cometido crímenes contra la humanidad sin una atmósfera social de discriminación y violencia, que los alimentaba". "Está claro que el derecho fundamental a la libertad de expresión no puede ni debe amparar los discursos de odio. Sin embargo debo enfatizar aquí que la libertad de expresión tampoco puede ni debe amparar el discurso discriminatorio. Una herramienta fundamental para prevenir y contrarrestar el discurso de odio es la educación en derechos humanos a todos los niveles formales, incorporar a los derechos humanos en las currículas educativas como asignatura y eje transversal de todos los contenidos. De esta manera se provoca una cultura de derechos humanos, la ciudadanía los hace parte de su vida cotidiana y las naciones adquieren mayor calidad democrática".

"Los discursos de odio y de discriminación devienen minoritarios y son repudiados por la mayoría de la sociedad. La memoria es el quinto pilar de los procesos de justicia transicional. Los procesos de memoria deben homenajear especialmente a las víctimas y facilitar que la voz de las víctimas llegue al conjunto de la sociedad y a la generaciones futuras", señaló el experto.

"Rafael Lemkin en su autobiografía describe que cuando era joven quedó muy impactado por el sufrimiento del pueblo armenio", recordó. "Lemkin se preguntaba: 'un pueblo fue asesinado y las personas culpables son liberadas… ¿por qué se castiga a una persona cuando mata a otra persona y sin embargo, el asesinato de un millón es un crimen menor que el asesinato de un solo individuo?'. A partir de allí, Lemkin dedicaría su vida a luchar contra el genocidio".

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