Robert Kocharyan: "Turquía dejará de vernos como un obstáculo solo si tiene una influencia total en nuestros procesos políticos"

17 de febrero de 2022

El expresidente y referente de la Alianza Armenia, Robert Kocharyan, brindó una conferencia de prensa el 17 de febrero en la que se refirió a distintos aspectos del país y la cuestión de Artsaj (Nagorno Karabaj).

“Nuestro propio Ejército no puede defender las fronteras y la seguridad de Armenia por sí solo hoy”, declaró Robert Kocharyan. Según él, después de la guerra no se hizo casi nada para restaurar la efectividad de combate y el armamento del Ejército y los fondos asignados a las Fuerzas Armadas en el presupuesto no dan esperanza de que se pueda cambiar algo a este ritmo. “El Gobierno no le presta suficiente atención al problema, la impresión es que este Gobierno no necesita un Ejército eficiente".

Refiriéndose al próximo componente de seguridad, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), el exmandatario dijo que los estados miembros tienen relaciones mucho más cálidas y extensas con Azerbaiyán y Turquía en todas las esferas, excepto Rusia. “Por lo tanto, pensar que la OTSC puede reaccionar ante el ataque contra nosotros sería ingenuo. El punto no es que la OTSC sea una estructura muerta, funciona bien donde coinciden los intereses de todos. Funcionó en el caso de Kazajstán", marcó.

Según el segundo presidente de Armenia, el tercer componente de la seguridad son las relaciones con Rusia: “Hoy solo ese factor es la garantía de nuestra seguridad. Esta es una circunstancia válida, pero la guerra planteó algunos problemas: la ausencia de una frontera con Rusia mostró algunos límites en la asistencia. Hasta entonces, no hay respuesta sobre por qué se cerró el espacio aéreo con Georgia para el transporte de carga militar. ¿Lo calcularon las autoridades armenias o también fue una sorpresa para ellas? Hasta el día de hoy, no hay respuesta sobre por qué se cerró el espacio aéreo de Irán durante las dos primeras semanas de la guerra. Este factor tuvo un fuerte impacto en los resultados de la guerra", advirtió Robert Kocharyan.

En la situación creada después de la guerra, Kocharyan consideró dos escenarios posibles para Armenia: o se debe crear un nuevo complejo militar-industrial desde cero, algo que solo puede hacerse con la ayuda de Rusia, o se debe aceptar la amenaza turco-azerbaiyana como un factor indestructible, someterse a ella y tener un plan. "Turquía dejará de vernos como un obstáculo para sus programas solo si tiene una influencia total en nuestros procesos políticos. Esto implica que Turquía debe tener una posición dominante en nuestra economía, tener un impacto completo en nuestra élite política. ¿Cuándo sería esto posible? Cuando cese la influencia rusa, que será reemplazada por la influencia turca. Esto es posible incluso si Armenia renuncia por completo a Karabaj. Esta política sin duda contará con el apoyo de Estados Unidos, ya que existe un conflicto entre Estados Unidos y Rusia, lo que permitirá a Rusia perder su influencia de la región", analizó Robert Kocharyan, quien opinó que Armenia optó por esa segunda vía.

"Rusia siempre ha querido tener un socio fuerte en la región, como lo fue Armenia antes de la guerra. Es interesante que Turquía tenga una Armenia muy débil, porque solo en ese caso Armenia puede dejar de ser un obstáculo para la implementación de los programas turcos. Esta es la diferencia entre los dos. Todas las encuestas muestran que nuestro pueblo no está listo para estas elecciones, pero el ejemplo de Georgia mostró cómo el antirrusismo se propagó y se arraigó en Georgia a lo largo de los años. Debemos ser honestos y decirle a nuestra gente que estos son los caminos y debemos hacer un cálculo sobrio. Estamos hablando de la visión de Armenia. ¿Qué opción traerá una Armenia más fuerte y más organizada?".

En este punto, Kocharyan explicó que nunca estuvo en contra de establecer relaciones y abrir la frontera con Turquía: "Fue más fácil para mí, éramos el lado victorioso, nuestra seguridad estaba garantizada en Karabaj. Mi fórmula fue la siguiente: ni siquiera cerramos la frontera, la frontera estaba cerrada del otro lado, en cuanto la abrieran, comenzaría a funcionar. Pero también siempre pensé que la frontera era un factor para proteger nuestro mercado en un momento en que recién comenzábamos a producir. En ese momento, esa frontera cerrada nos ayudó en algo porque nos dio la oportunidad de lograr un éxito importante en un número de áreas. Si se abriera la frontera, entonces muy rápidamente debíamos tener mecanismos para proteger nuestro mercado con ciertas restricciones. En ese momento nuestras posiciones eran diferentes, nosotros decidíamos la agenda, los presidentes de Turquía o Azerbaiyán no podían decirnos nada".

"Ganarán mucho más con la apertura de esa frontera que nosotros, no tengo ninguna duda. Esto significa que para abrir la frontera, no debemos estar en el papel de mendigos, debemos decir lo siguiente: es natural que la frontera entre los dos países esté abierta, no es natural que nuestros soldados hayan sido asesinados por las atrocidades turcas hace un año. Estoy convencido de que el autor de ese crimen no fue Azerbaiyán, fueron los turcos. Así que aquí tenemos que incluir este factor también”, finalizó el dirigente.

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