Robin Koulaksezian: “Siempre vi a la identidad armenia como un pasaporte al mundo”
Little Armenias es una guía turística creada por el franco-armenio Robin Koulaksezian, que recolecta todos los sitios armenios del mundo para aquellos que estén a punto de visitar algún país extranjero. En diálogo con el Diario ARMENIA, su autor contó más acerca de este ambicioso proyecto y sus numerosas experiencias de viaje por todo el planeta.
El libro, publicado en 2018 en Francia y que está traducido al inglés y que pronto estará en castellano, tiene como objetivo que todos los armenios del mundo tengan la información a disposición para visitar diferentes lugares de la comunidad armenia, como monumentos, iglesias, jachkar, escuelas o restaurantes.
“El objetivo es hacer de la diáspora un destino de viaje. Se puede ir a Armenia, pero creo que también tenemos que territorializar nuestra diáspora desde un punto de vista turístico. Para eso lo que intento es crear herramientas”, explica el emprendedor de 31 años.
La guía está pensada, confiesa, para que cada armenio la pueda tener en su casa y ante la posibilidad de un viaje pueda ser revisada en algunos minutos para informarse qué puede hacer en su destino en relación a sus orígenes: “No es solo el libro. Es simplificar el viaje y el acceso a los lugares armenios, conectando a la diáspora mucho más porque tenemos que usar las oportunidades del Siglo XXI. Esto nos va a ayudar a guardar la identidad armenia en un mundo mucho más individual que antes”.
En relación a esto, Koulaksezian afirmó que se necesita desarrollar la “increíble” diversidad de la diáspora, algo que según cree, no hay muchos pueblos que la tengan. “Lo que nos conecta es la identidad armenia. Te da un pasaporte por el mundo. Muchos jóvenes ven lo armenio como una caja, como algo cerrado. Yo siempre lo vi como un pasaporte para el mundo. Mi experiencia viajando como armenio-francés fue mucho mejor que si hubiera ido solo como francés”.
“Cuando aprendí armenio –a los 18 años en Armenia-, mi familia y mis amigos me decían '¿para qué lo vas a aprender?, mejor estudiá alemán?'. La verdad es que en mis viajes me sirvió mucho aprender el idioma. Para alguien de la nueva generación que quiere descubrir el mundo y conocer cosas, su identidad armenia va a ser una riqueza excepcional. Incluso sin saber el idioma”, detalló el autor, quien estudió Relaciones Internacionales en París y trabajó durante cinco años para el gobierno francés.
De hecho, gracias a su desempeño en el Ministerio de Relaciones Exteriores y en diferentes embajadas, Koulaksezian pudo visitar más de 100 países. En 70 de ellos, según afirma, ha encontrado a alguien de origen armenio, como en Tailandia, donde pese a no haber una comunidad asentada encontró un restaurante, o en Sudáfrica donde halló a un joven que cada 24 de Abril organiza una conmemoración.
Desde enero se encuentra en lo que es su tercera visita a Buenos Aires, algo alargada por la pandemia. “Creo que es una de las comunidades más interesantes”, asegura. “Cada vez que hablás con armenios de la diáspora siempre nombran a Argentina y Brasil para viajar. Lo que más me impresiona son las escuelas y el nivel de armenio. Las 3ras y 4tas generaciones acá en Argentina hablan mucho mejor que las de Francia por ejemplo”.
“Casi siempre los armenios me reciben muy bien. Es un intercambio de los dos lados, porque vos estás compartiendo tu experiencia y para ellos también es una buena oportunidad encontrar un armenio de afuera. Esa conexión puede dar solo cosas positivas”, concluye Koulaksezian, que cuenta desde su experiencia personal algunas de las cosas que se pueden conseguir a través del libro. Un libro que, al igual que la armenidad, abre puertas.