Negacionismo y revisionismo histórico

Sarkis Torossian, un oficial armenio en Gallipoli

29 de junio de 2020

Se destacó en la Batalla de los Dardanelos en 1915 y fue ascendido a Capitán por el propio Enver Pashá. Tras conocer que su familia había sido masacrada en el genocidio, se unió a los Aliados y los rebeldes árabes para combatir a las fuerzas turcas.

En momentos en que recrudecen en Medio Oriente las amenazas de sectores ultranacionalistas turcos contra diversas comunidades armenias como las de Siria, el Líbano y desde ya en Turquía, que muestran la vigencia de las seculares prácticas racistas y xenófobas que echaron raíces en sectores de la sociedad turca -no toda, por supuesto-, es aconsejable una vez más, remitirse a los echos históricos en, sin ideologías ni partidismo.

En gran medida estos nuevos ataques, con diverso grado de agresividad, están amparados por la estrategia negacionista, una verdadera política de Estado desde tiempos del Imperio Otomano hasta la actual República de Turquía, hilvanando así más de un siglo de negación del genocidio que entre 1915 y 1923 dejó un saldo de 1,5 millón de armenios asesinados y el exilio forzado de cientos de miles más.

Pero el negacionismo y los frecuentes ataques, más o menos virulentos, se potenciaron desde 2003 a la fecha, a medida que Recep Tayyip Erdoğan fue consolidando su poder en Ankara. Hoy las amenazas y los ataques ya adquieren ribetes realmente alarmantes.

El argumento central de toda manifestación armenofóbica desde tiempos inmemoriales es la supuesta deslealtad o incluso traición de los ciudadanos armenios que vivían en el Imperio Otomano hasta principios del siglo XX.

A fines de 2012 se publicó en Turquía la traducción de un libro que, sin dudas, sacudió a la opinión pública. Las memorias del Capitán Sarkis Torossian, que habían visto la luz en 1927 en Boston (reeditadas en 1947), dispararon una ola de críticas y acusaciones de falsedad de los hechos históricos relatados.

Frente al descubrimiento del caso del capitán Torossian, la respuesta mayoritaria de los sectores más reaccionarios de Turquía fue “cómo podía ser que un armenio haya llegado a un puesto militar tan alto en el Ejército Otomano en medio de la Primera Guerra Mundial”.

Pero también hubo algunas voces de intelectuales turcos, como Ayhan Aktar, catedrático de la Universidad Bilgi de Estambul, o Taner Akçam, investigador del Centro Strassler para Estudios de Holocausto y Genocidio de la Universidad Clark (EE.UU.) y hasta el reconocido periodista inglés Robert Fisk, que pusieron foco en sus afirmaciones.

Subordinación y valor

Dicho esto, la pregunta es quién fue el Capitán Sarkis Torossian. Vamos por partes. Nació en 1891 en Everék (Kayserí) y desde chico quiso ser militar, una carrera estrictamente prohibida para los cristianos por las leyes turco-otomanas antes de la Constitución de 1908.

La familia de Sarkis Torossian.

Al cursar estudios en el Colegio Estatal de Adrianópolis (hoy Edirne), conoció a Muharrem, hijo del Brigadier General de Constantinopla, un pashá con influencias en las altas esferas del poder central. Gracias a sus gestiones Sarkis y Muharrem fueron aceptados en el Colegio Militar. Sarkis se graduó en 1914 con el rango de Teniente Segundo de Artillería, tras lo cual realizó una capacitación de tres meses en Alemania en su especialidad.

Al estallar la Primera Guerra Mundial fue destinado a Gallipoli como oficial de artillería y comandante del Fuerte Ertuğrul, que custodiaba la entrada al Estrecho de Dardanelos. En su foja de servicios se cuentan haber el primer buque enemigo en esa batalla, el Bouvet, de la armada francesa. Luego participó en el hundimiento de otros cuatro buques aliados.

Fue herido dos veces en combate y condecorado por su coraje por el propio ministro de Guerra, Enver Pashá, quien lo promovió al rango de capitán. Tras combatir en Macedonia y participar en la campaña de Rumania, su vida daría un giro en su nuevo destino, Medio Oriente.

“Fue transferido a Mosul (hoy Irak) y, por coincidencia, encontró a su hermana Baidzár en un campo de refugiados armenio. Ella le informó que su familia había sido masacrada”, recuerda Ayhan Aktar en un ensayo titulado “Una réplica: el debate sobre el Capitán Torossian revisitado”, que se publicó en el Journal of Genocide Research en 2016. Fue un duro golpe para este leal oficial del Ejército otomano.

Cuando su unidad fue destinada al frente palestino, Torossian tomó contacto con nacionalistas árabes que luchaban contra el yugo turco y decidió cambiar de bando. Participó en la Batalla de Megiddo (septiembre de 1918) en la que el general británico Edmund Allenby derrotó definitivamente al Ejército otomano y consolidó su posición en Palestina. El Capitán Torossian lideró la caballería árabe, al mando de unos 6000 hombres, en Damasco (Siria) contra sus antiguos camaradas de armas.

Tras encontrarse en el frente de batalla con sus hermanos Aram y Parsegh, que integraban la Legión Armenia en Cilicia, al finalizar la guerra los hermanos viajaron a Estados Unidos en 1920 y se radicaron allí. En 1927 Sarkis Torossian publicó sus memorias en Boston bajo el nombre “De los Dardanelos a Palestina”.

Sarkis encuentra a su hermana en el desierto cerca de Tel-Halif.

Disparen a Torossian

Ayhan Aktar se enteró de las memorias en 1993 e intentó publicar una edición en turco pero “el ambiente político en Turquía lo hizo imposible”, señaló Aktar hace unos años. Finalmente, pudo publicar el libro en 2012, gatillando un verdadero debate nacional.

Portada de las memorias de Sarkis Torossian.

La jugada no iba a ser gratuita. A poco de publicarse el libro, dos historiadores de la Universidad Çanakkale 18 Mart en Gallipoli, sostuvieron en una conferencia de prensa que la publicación de las memorias de Torossian eran la “última trama de la diáspora armenia destinada a compartir la gloria de los turcos en Gallipoli”.

Por su parte, el profesor Halil Berktay de la Universidad Sabanci llegó a publicar 13 columnas en el diario Taraf, acusando al trabajo de Torossian de falsear los hechos y de ser una total mentira.

Frente a ello Aktar respondió que las memorias “es un ‘trauma-documento’ de un oficial integracionista armenio que luchó en la guerra”. Sin embargo, “su familia fue deportada a los desiertos sirios a pesar del hecho de que Enver Pashá tenía claras órdenes para que los gobiernos locales no deportaran a las familias de los oficiales”, agregó Aktar.

Distinción de Enver Pashá a Sarkis Torossian.

Para Robert Fisk, “el libro de Aktar abre un agujero en la narrativa de que la guerra de Gallipoli es una guerra de los turcos”, y recordando su introducción señaló que “no solo los cristianos, Torossian y otros, jugaron un papel importante en Gallipoli, sino que algunas de las unidades militares también estaban compuestas por árabes”, reseñó el periodista inglés.

Éste es un punto clave. Para el relato turco la historia que cuenta Torossian es disruptiva y contradice la historia oficial. Señala Aktar que “la victoria del Ejército Imperial Otomano se ‘turquificó” y las minorías no musulmanas fueron limpiadas de la memoria de la guerra en la década de 1930”.

Certificado del Gobierno otomano del ascenso de Torossian a Capitán.

Pero además, con posterioridad los islamistas buscaron retratar aquella campaña como una “resistencia del Islam contra los infieles”. Así, “la existencia de un oficial de artillería armenio en el ejército otomano en 1915 no solo socavaba la narrativa nacionalista que alababa la “Turquía” del ejército otomano, sino que también reducía la credibilidad de la “narrativa yihadista” que ganó impulso en Turquía desde la década de 1990”, apunta Aktar.

Carlos Boyadjian
Periodista
coboyadjian@yahoo.com.ar

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