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Se inauguró La mirada del adiós, un testimonio de la expulsión armenia en Artsaj – hasta el 18/9 en la Asociación Cultural Armenia

07 de septiembre de 2025

La exposición fotográfica "La mirada del adiós", de Araz Hadjian, se inauguró el viernes 5 de septiembre en la Asociación Cultural Armenia. Este evento, organizado por IARA - Instituciones Armenias de la República Argentina, también incluyó una intervención artística de Alejandra Sarkissian compuesta por un conjunto de obras textiles bordadas a mano por la artista sobre telas heredadas de su familia.

La muestra estará abierta al público hasta el 18 de septiembre, de lunes a domingo de 9 a 23 horas, en la planta baja de Armenia 1366. La exposición conmemora el segundo aniversario de la expulsión de los armenios de Artsaj por parte de Azerbaiyán y el puente humanitario establecido desde Argentina a través de los Cascos Blancos y la Fundación Solidaire de Enrique Piñeyro.

La inauguración comenzó con una performance de Sarkissian, una acción cargada de simbolismo que complementó la intensidad de las imágenes presentadas. (Ver recuadro).

Las fotografías en blanco y negro de Araz Hadjian subrayan la dureza de las escenas llenas de sufrimiento. Rostros de familias enteras, niños con la inocencia rota y ancianos con expresiones ausentes, todos marcados por el desarraigo forzado. Se trata de imágenes impactantes, donde los gestos conservan la memoria del despojo. Manos aferradas a lo poco que se pudo salvar y miradas perdidas hacia ningún destino.

Entre esas escenas de dolor y las imágenes crudas, también emerge la solidaridad. Hadjian capturó la llegada de la ayuda humanitaria enviada desde Buenos Aires por la comunidad armenia: cajas con ropa y calzado que al menos mitigarían un aspecto del sufrimiento del destierro. Araz también documentó la empatía y el compromiso comunitario en el terreno.

“Estas son imágenes que nunca debieron existir”, afirmó Hadjian. “Los armenios crecimos viendo fotos y relatos del genocidio de 1915, pero jamás pensamos que seríamos testigos de otra limpieza étnica contra nuestro propio pueblo. El dolor por la pérdida de un territorio histórico y de las vidas individuales perdurará mucho tiempo. Que estas imágenes sirvan, al menos, para mantener viva la memoria”.

Los oradores coincidieron en destacar la magnitud de la tragedia, así como el valor de la ayuda brindada. Eduardo Costanian evocó cómo se estableció el puente aéreo que permitió enviar toneladas de donaciones desde Argentina a Armenia tras la reunión con el presidente Alberto Fernández y la presidenta de Cascos Blancos Sabina Frederic: “No fue un viaje más: nos encontramos con la realidad que estas fotos muestran hoy, una realidad dolorosa y difícil de comprender”, señaló. Recordó, además, a los voluntarios que formaron parte de la misión.

Alejandro Kalpakian, expresidente de IARA, enfatizó la fuerza comunitaria que hizo posible la recolección en un tiempo récord: “Me demuestra una vez más que la comunidad es mucho más que la suma de los individuos. Cuando hay un objetivo común, podemos lograr grandes cosas”.

Mauro Vivas, entonces responsable de la misión de Cascos Blancos, recordó el impacto de esa experiencia en su vida personal: “Fue quizás la misión más importante que tuvimos. No solo se trataba de llevar ayuda, sino de confraternizar con personas que se preguntaban cómo era posible que alguien viniera desde tan lejos a ofrecerles su mano. Esto refleja la esencia solidaria de Argentina”.

Monseñor Kissag Mouradian concluyó el evento haciendo un llamado a mirar más allá de las imágenes: “Detrás de cada foto hay un sufrimiento y un pueblo entero. Nuestro deber es dar lo que podamos por su supervivencia y abogar por la paz en el mundo. La verdadera paz solo será posible cuando las potencias dejen de fabricar armas”.

La performance de Alejandra Sarkissian
Vestida con la chaqueta militar de un soldado armenio, a la que había bordado un mapa de Artasj y un texto alusivo a la guerra de los 44 días, Alejandra Sarkissian comenzó a desarmar lentamente un cinturón de balas, dejándolas caer una a una al suelo, mientras de fondo se escuchaba la radio anunciando el cese del fuego y la ocupación de Artsaj por parte de Azerbaiyán, el estado agresor.
El silencio de los asistentes acompañó el momento en que la artista mostró un puñado de tierra que Hadjian trajo de Armenia para las obras de la artista, envuelta en un pañuelo bordado con el mapa de Artsaj, una imagen que simbolizaba la memoria y la pérdida.
Sarkissian cerró la performance colocando una bandera de Artsaj con la inscripción: “Artsaj estuvo, está y estará”, símbolo de resistencia y continuidad frente al intento de borrar a un pueblo de su propia tierra. Finalmente, agradeció la oportunidad de compartir un espacio que promueve la creatividad armenia, con la esperanza de que esta línea se mantenga. La intevención de Alejandra Sarkissian está expuesta junto a las fotografías de Araz Hadjian.

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