Se presentó el libro “Artsaj: Pasado y presente de un conflicto irresuelto” con el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel

07 de marzo de 2023

El 6 de marzo se presentó el libro “Artsaj: Pasado y presente de un conflicto irresuelto” (Ediciones Ciccus, 2022) en la Asociación Cultural Armenia, un evento organizado por el Consejo Nacional Armenio de Sudamérica y la Fundación Memoria del Genocidio Armenio que contó con la presencia del Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, el periodista y politólogo Fabián Bosoer, la profesora y compiladora del libro Nélida Boulgourdjian, el director regional del Consejo Nacional Armenio Aram Mouratian y el profesor Adolfo Koutoudjian.

Adolfo Pérez Esquivel dio un mensaje en contra de las guerras y declaró: “La lucha de Armenia también en nuestra lucha. No es una lucha extraña, lejana. Todos pertenecemos a la familia humana”. “Yo siempre hablo de la unidad en la diversidad. No es necesario que todos pensemos igual porque eso nos llevaría a un totalitarismo. La riqueza de los pueblos no es la unidad, sino la diversidad. La riqueza de la diversidad nos permite compartir y caminar juntos”, agregó el histórico activista. “Mucha fuerza y mucha esperanza, todo el apoyo y la solidaridad. Cuentan con un hermano que camina junto a ustedes”, cerró Pérez Esquivel.

Aram Mouratian opinó que resultaba “fundamental como argentinos tener presente lo que podemos aprender del conflicto de Nagorno Karabaj”: “Argentina, al igual que el pueblo de Artsaj, sufre de lo que le imponen los grandes poderes hegemónicos. Así como el pueblo de Artsaj no puede ejercer soberanía sobre su propio territorio y decidir sobre su propia vida, en Argentina no podemos ejercer soberanía sobre nuestras Islas Malvinas”.

“La diplomacia azerbaiyana ha sido muy efectiva en sembrar mentiras dentro de la comunidad internacional. Lo viene haciendo hace años y con recursos. Ha sido siempre una falta poder acceder a la verdad, materiales y fuentes confiables y certeras acerca de cuáles son las características del conflicto y por qué es importante abordarlo. La contribución de Nélida y los demás autores es fundamental en este sentido para empezar a pensar a Artsaj como un problema político que requiere una solución política y que tienen que dar los Estados solidarios. Lo mismo que padece el pueblo de Artsaj lo hemos padecido nosotros, en este caso con Malvinas”.

Fabián Bosoer planteó que “Artsaj nos sitúa en un epicentro de crisis epocales, transiciones dramáticas y encrucijadas civilizatorias, regiones y territorios habitados por pueblos de diversas etnias, religiones y culturas, y, al mismo tiempo, atravesados por nacionalismos étnicos y religiosos que aparecen atizados como de imposible superación. Una multiculturalidad problemática, conflictiva, tejida y corroída por luchas, disputas, colonizaciones impuestas y desarraigos forzados siglo tras siglo”.

“Artsaj puede ser un no estado o un estado fallido o un estado en construcción. Pero es todo lo contrario de un ‘no lugar’, aquellos espacios vacíos o vaciados de identidad desiertos a conquistar o infraestructuras y plantadas por las que circulan flujos humanos sin otro vínculo que el de la transitoriedad, el paso ocasional o el intercambio utilitario. Artsaj es un pueblo y una radicación territorial milenarias, una ubicación geográfica y geopolítica que la distinguen como una región estratégica del sur del Cáucaso y en el gran mapa o tablero euroasiático. Es una presencia que nos habla de ausencias; es un pasado que sopla sobre nuestras nucas y que nos muestra el futuro delante de nuestros ojos. Allí nos encontramos con nuestras propias rutas biográficas, las nuestras y las de nuestros antepasados de las que somos tributarios. El pasado derramado sobre nuestro presente desbordando las esclusas que lo mantenían contenido, interpelando a los contemporáneos, buscando comprensión, discernimiento, horizontes de sentido. Artsaj está ahí y nos ubica en un núcleo de la geopolíticas del siglo XXI, de confluencias pluriseculares, geografías políticas en mutación y, al mismo tiempo, mapas cognitivos que no alcanzan a aprender la complejidad de los escenarios emergentes, nuestros propios modos de observar el mundo de agrupar y distinguir en nosotros y en ellos y de ubicarlos en la geografías alteradas o redescubiertas, una historia o varias narrativas históricas que toman nuevos cursos o retoman antiguos cursos que se creían superados con inusitada fuerza y violencia”.

El libro, de acuerdo con Fabián Bosoer, “ilustra acerca de la naturaleza de las tensiones entre geopolítica y derechos humanos, entre las políticas de poder y las políticas de resistencia civil y los procesos sociales y culturales inmersos y no reductibles a esas geopolíticas mayores. Y también otras tensiones entre los dos principios basales que rigen el orden internacional contemporáneo, sobre los que nos sostenemos para entender el mundo en el que vivimos: la integridad territorial de los estados y la autodeterminación de los pueblos”.

“Donde el derecho a la autodeterminación, se confunde o se puede confundir con el secesionismo a veces alentado por potencias mayores con pretensiones o intereses sobre estados vecinos, las mentadas periferias estratégicas y el principio de integridad territorial es utilizado como coraza por regímenes autoritarios para rechazar o acallar reclamos y reivindicaciones de comunidades y pueblos dentro o fuera de sus países. Y además asoman también allí las controversias subyacentes en el debate teórico de las relaciones internacionales y los enfoques de política exterior entre las concepciones idealistas que llevadas a un extremo encubren o acompañan siempre políticas de poder y las concepciones realistas que en su justificación del pragmatismo relativizan o soslayan la relevancia de toda política de principios”, agregó el periodista.

“La pequeña República de Nagorno Karabaj, enclavada en el sur del Cáucaso entre Armenia y Azerbaiyán, es un caso excepcional tal vez. Quiso ser una asignatura pendiente de la desintegración de la Unión Soviética y así la entendimos y así la vimos y así la seguimos viendo. Tal vez un caso del tipo de entidades políticas destinadas a multiplicarse. Otra evidencia de deudas del pasado que pueden convertirse en hipotecas del futuro. Se trata de un estado de facto, sin reconocimiento internacional salvo muy contados países y entidades. Se trata de un estado de facto que inquieta, que desafía, que incentiva a las grandes y medianas potencias por distintas razones e intereses”.

“¿Puede una pequeña democracia situada en medio de una de las más intrincadas madejas geopolíticas de nuestro tiempo prevalecer sobre la amenaza o imposición de la fuerza militar, la diplomacia del petróleo y el gas, la furias latentes del nacionalismo étnico? ¿Por qué molesta tanto como para querer barrerla del mapa”, se preguntó el analista internacional.

“Fue escenario de una cruenta guerra en los años ’90 luego de la desintegración de la Unión Soviética. Volvió a sufrir otra guerra casi 30 años después silenciada en parte por la pandemia global, en un teatro de operaciones en el que están involucrados Rusia, Turquía, Irán, tres potencias regionales que desempolvan orgullosas su pasado imperial en un conflicto que vuelve a recrudecer en este caso distraída la atención por la guerra en Ucrania. Allí resiste bajo fuego la pequeña República de Artsaj, un tardío remanente de las luchas por la Constitución de Estados nacionales luego de la finalización de la Segunda Guerra y el fin de la Guerra Fría evoca el estado de intemperie internacional tras la descomposición de los imperios y con el desencadenamiento de las dos guerras mundiales, escenarios europeos de los dos mayores genocidios del siglo XX, el Genocidio Armenio y el Holocausto judío. Y remite también a los compromisos internacionales en la promoción y defensa de los derechos humanos”.

Más adelante, Adolfo Koutoudjian señaló que “Armenia está en una de las regiones más delicadas en este momento del mundo”. “Esto es uno de los resultados de la disolución de la URSS, de los caprichos de algún dictador, Stalin, quien le dio esta provincia totalmente armenia a Bakú, a los que eran adversarios”, opinó Koutoudjian. “Gran parte de la diáspora es el arma psicológica y política que tiene la nación armenia para poder mantenerse entre los estados libres y democráticos que hoy todavía hay en el mundo y que hoy llamativamente es uno de los pocos que todavía quedan en el Medio Oriente”, agregó.

Juan Carlos Manoukian, director de Ediciones Ciccus, destacó la importancia de “sensibilizar a la comunidad argentina y americana respecto de un conflicto que a todas luces es muy doloroso, es grave y pone en serio riesgo la supervivencia de los habitantes de Artsaj que están seriamente amenazados hoy por hoy con su bloqueo”.

Por último, Nélida Boulgourdjian explicó que “en el trabajo que yo llevé a cabo, trato el tema de la historia del conflicto sobre todo del derecho del pueblo armenio a este territorio y en particular el tema del patrimonio del pueblo armenio, que hasta hoy sigue estando en peligro. Parte de ese patrimonio ya quedó en el territorio que fue ocupado por Azerbaiyán. Esto es lo que Raphael Lemkin llamó el genocido cultural, es una continuación de lo que pasó con los bienes y el patrimonio de los armenios en el Imperio Otomano que fue completado luego con Mustafá Kemal a través de la reescritura de la historia. Esto que parecía que había terminado se reeditó nuevamente en 2020 y continúa hasta la actualidad”.

“Hoy Azerbaiyán se apropia de los bienes armenios considerando que pertenecen en realidad al pueblo albano. Los albanos del Cáucaso son un pueblo antiguo que desapareció, fue en parte fue absorbido por los armenios y en parte islamizado. Muchos de los bienes, del patrimonio y las inscripciones armenias que ahora están en poder de Azerbaiyán, el Gobiern azerbaiyano dice que pertenece a este pueblo y por lo tanto se da asimismo una mayor antigüedad de la que tiene. Por eso me parecen muy importante estas investigaciones, que además de dar a conocer el tema geopolítico, también el tema del patrimonio cultural me parece relevante para comprender el conflicto todavía vigente en la región”, cerró Boulgourdjian.

Al evento de presentación asistieron el embajador de Armenia en Argentina Hovhannes Virabyan, la diputada de Buenos Aires Maite Milagros Alvado, el arzobispo Kissag Mouradian, el presidente de IARA – Instituciones Armenias de la República Argentina, Alejandro Kalpakian, el representante de la FRA – Tashnagtsutiún de Sudamérica Hagop Tabakian, Agustín Analian, Florencia Zanikian, Pablo Sismanian, Mariano Nerguizian y Guillermo Ferraioli, representantes del Gomidé Aram Manukian de la FRA – Tashnagtsutiún, Veronica Avakian, presidenta de HOM, Eduardo Kozanlian y Edgardo Kevorkian, representantes de Hamazkaín, Hugo Kuyumdjian, presidente de la Asociación Cultural Armenia, los dirigentes de la Unión General Armenia de Beneficencia (UGAB) Rubén Kechichian, Rubén Kedikian y Mihran Dicranian, Osvaldo Kullahian, representante del Fondo Armenia, Nechan Ichkhanian, presidente de la Logia Ararat 404, Cristina Tchintian del Museo Armenio de la República Argentina (MARA), Gariné Morcecian, representante de Unión Juventud Armenia (UJA), el profesor Gabriel Sivinian, uno de los autores del libro, Gago Ananyan, representante de ARAMA, y Abraham Aharonian ex miembro de la Comisión Central Mundial de Homenetmen.

El libro cuenta con textos de Nélida Boulgourdjian, quien recorre la historia del conflicto y el peligro del patrimonio cultural armenio en la región, Adolfo Koutoudjian, que analiza la geopolítica del conflicto y los actores involucrados, una comparación entre el conflicto de Artsaj y la causa de las Islas Malvinas por Roberto Malkassian, un análisis político de Gabriel Sivinian, un texto de Khatchik DerGhougassian sobre las identidades y las nacionalidades en torno a la ex Unión Soviética y, por último, una explicación de Irene Victoria Massimino Kjarsgaard acerca de los crímenes y violaciones de los derechos humanos perpetrados por Azerbaiyán. La publicación es el resultado de un seminario organizado el 21 de diciembre de 2020 por el núcleo de estudios “Niños víctimas en contextos de Genocidio” (Proyecto de investigación Instituto de Artes y Ciencias de la Diversidad Cultural-Universidad Nacional Tres de Febrero, IDEIA-UNTREF), dirigido por la Dra. Nélida Elena Boulgourdjian en el que expusieron el Lic. Adolfo Koutoudjian, el Dr. Roberto Malkassian y el Lic. Gabriel Sivinian.

Compartir: