Tanzimat y Abdül Hamid II: de súbditos leales a traidores que deben ser exterminados

21 de abril de 2024

A mediados del siglo XIX la relación entre la comunidad armenia
y el gobierno otomano sufrió un giro dramático.
Qué pasó y cuáles fueron las razones del fenómeno
que derivó en el genocidio
.

Hacia 1876 el Imperio Otomano ya hacía más de tres décadas que atravesaba un profundo proceso de reforma, que transitaba hacia la secularización del gobierno imperial y del liderazgo político, la sanción de una Constitución y la conformación de una Legislatura, que se proponía bicameral, con Senado y Cámara de Diputados como en los países europeos y Estados Unidos.

Ese proceso de reforma llamado Tanzimat había comenzado en 1839, tras una serie de derrotas militares a manos de potencias europeas y de Rusia. El Tanzimat fue el resultado de una fuerte tensión entre los sectores más conservadores, que buscaban volver a las bases de organización política, económica y social de los siglos XV y XVI, y una corriente modernizadora, que advertía que el Imperio estaba atrasado en relación a las potencias occidentales.

De fuerte raíz ideológica liberal el Tanzimat, entusiasmó a muchos dirigentes armenios y a una incipiente burguesía comercial e industrial, con lazos importantes con una parte del poder político turco.

Dirigentes formados en universidades europeas e imbuidos de las ideas de la Ilustración y la sociología política, vieron en el proceso de reformas una oportunidad de lograr grados de autonomía y libertades políticas y religiosas, aunque permaneciendo como ciudadanos otomanos. Esdecir, no buscaban la independencia sino mayores niveles de autonomía y equiparación de derechos con los turcos.

Punto de inflexión

Todo este entramado que demandó décadas de cuidadoso armado político con dirigentes otomanos y que llevó al sultán Murad V al poder el 30 de mayo de 1876, tras un golpe de Estado contra su tío Abdulaziz I, fue resultado del esfuerzo de notorios dirigentes armenios. Entre ellos se destaca Krikor Odian, uno de los redactores de la Constitución liberal otomana de 1876.

Pero el reinado de Murad V, y en algún punto la experiencia del Tanzimat, duró apenas 93 días, porque el sultán fue derrocado el 31 de agosto de 1976 por su hermano Abdul Hamid II, que pasó a la historia como el “Sultán Rojo” y el “Carnicero otomano”.

Para los armenios y lo que luego se conocería como la Causa Armenia, estos golpes palaciegos, no son un dato menor. Las reformas, apertura y modernización del Tanzimat buscaban, entre otros aspectos, integrar a los cristianos del Imperio para que sintieran que tenían los mismos derechos que los musulmanes.

Pero el derrocamiento de Murad V y la entronización de Abdul Hamid II, trajo con él la idea del Panislamismo, como contraposición a las reformas y la integración de las minorías cristianas.

“Bajo el gobierno del sultán Abdul Hamid II a finales del siglo XIX el concepto de Panislamismo, que todos los pueblos islámicos debían unirse bajo el califato, se utilizó como medio para apoyar el poder en declive del gobernante otomano”, asegura Alyson M. Chouinard, en un interesante ensayo titulado “Una respuesta a Tanzimat: el sultán Abdul Hamid II y el panislamismo”, publicado en la revista Inquiries Journal, en 2010.

Y agrega: “Esto se hizo por tres razones distintas. La primera razón era contrarrestar el creciente poder de las potencias europeas en la zona; el segundo para deshacer la secularización que se produjo durante el período Tanzimat; y la última razón fue darle al sultán poder político tanto en el ámbito internacional como en el nacional”.

Ciento cincuenta años después de esos hechos, vemos que en la mentalidad turca-azerí la idea de los occidentales como algo negativo o potencias extranjeras que quieren meterse en su patio trasero sigue tan viva como a fines del siglo XIX. Y todos los que busquen asociarse o aliarse con Occidente son enemigos que hay que eliminar.


Influencia armenia

Otro punto en el que Abdul Hamid II buscó revertir los avances del Tanzimat fue la apelación a la lengua y la historia árabe para ser islámico, en lugar de ser otomanos seculares como proponía Tanzimat, con el fin de integrar a judíos y cristianos con los musulmanes, “enfatizando el concepto compartido de identidad otomana”, explica Chouinard.

En un ensayo titulado “Sobre el papel de los armenios en el proceso de modernización del Imperio Otomano durante Tanzimat”, el historiador Rubén Safrastyan, considerado uno de los mayores turcólogos de la actualidad, sostiene que la participación de los armenios en el movimiento reformista Tanzimat puede resumirse en tres aspectos clave:

  1. Contactos continuos y personales de dirigentes armenios con destacados funcionarios otomanos, impulsores de la modernización, como Mustafa Reshid-pasha, Mehmed Emin Ali-pasha, Mehmed Fuad pasha, Ahmed Jevdet-pasha y Ahmed Midhat-pasha, en incluso el propio sultán Murad V. Estas relaciones dieron lugar a ciertos lazos de “amistad” con los funcionarios turcos.
  2. Armenios participando de la llamada “burocracia otomana modernizadora, especialmente en el Ministerio de Relaciones Exteriores, donde los armenios llegaron a ostentar el14% de los cargos.
  3. La activa participación de los armenios en la redacción y la pulseada por la declaración dela primera Constitución Otomana.

Respecto del primer punto, hay que destacar que muchos armenios adinerados eran conocidos en su época como los banqueros o financistas de funcionarios del gobierno. Otros eran los médicos personales de algunos políticos prominentes, de allí la confianza que generaban.

Amiras y sarrafs

En el período anterior a Tanzimat, que como se dijo comenzó en 1839, altos funcionarios del gobierno otomano tenían en su entorno a los llamados amiras, en muchos casos armenios de Constantinopla que habían amasado grandes fortunas en el comercio y la industria, y actuaban como prestamistas del poder. Otros directamente eran banqueros personales de algunos de los funcionarios y eran denominados sarrafs.

Safrastyan recuerda que la década de 1830 fue la de mayor importancia de los amiras armenios, contándose unos 200, con fuertes vínculos con el poder, de los cuales unos 80 eran sarrafs.

En ese contexto, la estrategia de los armenios era no involucrarse en la política otomana, pero, sin embargo, como hombres prominentes que eran, manejaban con naturalidad al millet armenio (grupo confesional dentro del Imperio).

Uno de los sarraf relevantes fue Hovannes Tingir, banquero personal de Fuad pashá, uno de los líderes de la segunda etapa del Tanzimat. Hovhannes Dadyany Mihran Duzyan también tenían estrechos vínculos con el sultanato, afirma Safrastyan.

“A nuestro juicio, el más destacable es el caso de Mkrtich Muradoğlu, que fue el banquero del príncipe Murad, conocido por tener opiniones liberales (que más tarde se convirtió en sultán como Murad V), y Namik Kemal, uno de los líderes de los “Nuevos Otomanos”, el movimiento constitucionalista turco.

Mkrtich Muradoğlu se graduó en la escuela “Murad Rafaelyan” de París, donde había estudiado la mayoría de los liberales armenios en las décadas de 1850 a 1870, lo que incidió decisivamente en su formación.

Otros casos dignos de mención fueron Krikor Agaton, que fue el primer ministro cristiano en la historia del Imperio Otomano, y Hagop Krchikyan, que años más tarde fue un prominente diplomático.

Pero el caso más notable es, sin duda, la amistad de larga data y gran profundidad entre Krikor Odian y Midhat-pasha, Gran Visir de Imperio Otomano (1872 y 1876/77) y autor de la Constitución del Imperio Otomano.

Odian fue director del Departamento de Relaciones Exteriores del vilayeto del Danubio durante el período en que Midhat era gobernador, y luego tuvo un papel activo en la lucha por la Constitución otomana de 1876. Además, es el autor de la Constitución Nacional Armenia de 1863.

En la versión armenia se llamó Constitución (Sahmanatrutiún) y en la versión turca “Reglamento de la Nación Armenia”. Fue aprobada por el Imperio Otomano ese año, incluyendo 150 artículos referidos a los poderes del Patriarca y la nueva “Asamblea Nacional Armenia”.

Carlos Boyadjian
Periodista

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