Turquía fue el segundo país con más periodistas presos en 2020

15 de diciembre de 2020

El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) presentó el 15 de diciembre su informe anual sobre las cifras de periodistas presos en 2020.

Según el CPJ, durante este año hubo un número récord de periodistas han sido encarcelados en el año “con gobiernos de todo el mundo reprimiendo la cobertura mediática de la pandemia o suprimiendo la información sobre los disturbios civiles que se han producido a lo ancho del globo”.

Para el 1º de diciembre, documentaron un total de 274 periodistas presos, la cifra más alta desde la creación del organismo a principios de la década de 1990. “Es chocante y espantoso que estemos viendo un número récord de periodistas encarcelados en medio de una pandemia mundial”, declaró el director general de CPJ, Joel Simon.

“China, cuyo Gobierno arrestó a varios periodistas por su cobertura de la pandemia, fue el país con la mayor cifra de periodistas presos por segundo año consecutivo. A continuación le siguió Turquía, cuyo Gobierno continúa enjuiciando a periodistas que están en libertad condicional y sigue arrestando a otros; Egipto, cuyas autoridades llegaron a extremos con tal de mantener encerrados a periodistas que no estaban acusados de cometer ningún delito; y Arabia Saudita. Otros países donde la cifra de periodistas presos ascendió significativamente fueron Belarús, donde la impugnada reelección de su presidente, instalado en el poder por tanto tiempo, desató protestas masivas; y Etiopía, donde la inestabilidad política degeneró en conflicto armado”, denunció el informe del CPJ.

“En Turquía, donde todos los periodistas encarcelados enfrentan acusaciones de delitos contra el Estado, la cifra de periodistas presos ha disminuido desde la escalada de 2016, año en que se registró un fallido intento golpista en el mes de julio. A medida que el cierre de medios de prensa, las adquisiciones de medios por parte de empresarios simpatizantes del Gobierno y la hostilidad judicial prácticamente han barrido con los principales medios, el Gobierno turco ha permitido que una cifra mayor de periodistas aguarden la celebración de sus juicios fuera de la cárcel. El CPJ halló que 37 periodistas se encontraban presos en Turquía este año, menos de la mitad que en 2016, pero las autoridades continúan arrestando a periodistas —y a sus abogados—. Por causa de la COVID-19, los procesos judiciales se suspendieron por tres meses en 2020, con lo cual se alargó el encierro de los periodistas detenidos y aumentó la ansiedad de los que estaban libres a la espera de juicio”, señaló el organismo.

“En las semanas previas a la divulgación de la relación de casos de periodistas presos del CPJ, las autoridades turcas arrestaron, como mínimo, a tres periodistas que trabajaban para el medio de prensa prokurdo Mezopotamya News Agency, por su cobertura informativa crítica. Uno de esos periodistas, Cemil Uğur, había denunciado en un artículo que efectivos militares habían detenido y torturado a dos pobladores y los habían arrojado desde un helicóptero; una de esas dos personas murió posteriormente. (Funcionarios turcos declararon que los civiles habían resultado lesionados al resistirse al arresto)”, cerró.

El 24 de noviembre, el CPJ denunció que agentes de policía de la ciudad oriental de Van arrestaron al periodista Dindar Karataş en su casa y luego lo llevaron a la oficina local de su empleador, la agencia de noticias pro kurda Mezopotamya, donde registraron las instalaciones y confiscaron su equipo, según informes del sitio web de noticias independiente local Bianet. Las autoridades declararon que Karataş no podrá ver a un abogado durante sus primeras 24 horas bajo custodia y no revelaron ninguna acusación en su contra.

Anteriormente, el 6 de octubre, la policía allanó la misma oficina y detuvo a los reporteros de la agencia de noticias Mezopotamya Adnan Bilen y Cemil Uğur. Las autoridades tampoco revelaron el motivo de esas detenciones, pero los periodistas fueron interrogados sobre su trabajo mientras estaban detenidos.

“Las autoridades turcas deben dejar de detener a periodistas en la Agencia de Noticias Mezopotamya y dejarlos trabajar con libertad y seguridad”, dijo Gulnoza Said, coordinadora del programa del CPJ para Europa y Asia Central, en Nueva York. “El reportero Dindar Karataş y todos los demás periodistas arrestados recientemente en Van deben ser liberados sin demora, cualquier equipo confiscado debe ser devuelto y las autoridades deben dejar de emplear tales tácticas para acosar y obstruir a la prensa”.

La policía detuvo a Karataş, un reportero de asignación general que a menudo cubre política y derechos humanos, en relación con una investigación de la oficina del fiscal jefe de la ciudad nororiental de Erzurum, según su empleador, que no incluyó ningún detalle sobre la naturaleza de esa investigación. Durante su registro en la sala de redacción, la policía confiscó cartas enviadas a Karataş, la computadora portátil del periodista, otra computadora portátil que pertenecía a la oficina y tres discos duros.

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