Artsaj sitiada, día 10: Reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas
El 21 de diciembre se cumplió el décimo día del sitio de Artsaj (Nagorno Karabaj) perpetrado por Azerbaiyán. El día anterior se llevó a cabo una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Allí, El representante de Armenia ante la ONU, el embajador Mher Margaryan, explicó que “la urgencia del asunto se debe a la situación de crisis humanitaria actual creada por Azerbaiyán como resultado de la imposición de un bloqueo ilegal a la población de Nagorno Karabaj, en incumplimiento directo de los compromisos existentes, en particular, la declaración trilateral de 9 noviembre de 2020, así como sus obligaciones internacionales emanadas de los principios fundamentales del derecho internacional de los derechos humanos y humanitario”.
“Desde el 12 de diciembre, se ha negado esencialmente el paso seguro de personas, alimentos y medicinas a la población de Nagorno Karabaj, ya que Azerbaiyán inició una campaña masiva de protestas organizadas por el Estado a lo largo del Corredor de Lachin, bloqueando la única ruta de suministro en y fuera de Nagorno Karabaj. Las acciones de Azerbaiyán constituyen una violación directa de la declaración trilateral del 9 de noviembre de 2020, a saber, su párrafo 6, que estipula que el Corredor de Lachin proporcionará una conexión entre Nagorno Karabaj y Armenia, permaneciendo bajo el control de las fuerzas de mantenimiento de la paz de Rusia, y que ‘la República de Azerbaiyán garantizará la circulación segura de ciudadanos, vehículos y carga que se desplace a lo largo del Corredor Lachin en ambas direcciones’. Al orquestar un bloqueo ilegal del Corredor de Lachin con el pretexto inventado de preocupaciones ambientales, Azerbaiyán se ha dirigido efectivamente a una población de 120.000 personas aislándolas en condiciones humanitarias precarias durante la temporada de invierno”, denunció Armenia.
“El bloqueo de esta línea de vida humanitaria crítica ha resultado en múltiples interrupciones y experiencias adversas. Al menos 1.100 civiles quedaron varados a lo largo de la carretera bloqueada durante la última semana, sin poder regresar a sus hogares. Los niños fueron separados de sus familias. Se ha obstruido la prestación de servicios sociales y de salud, provocando situaciones que amenazan la vida y sufrimiento humano. El traslado de pacientes para tratamiento urgente en los hospitales armenios se ha vuelto imposible, lo que ya ha resultado en la muerte de un paciente gravemente enfermo. Desde el 12 de diciembre, solo ha habido un caso de transferencia de un paciente, una operación que requirió la cooperación de múltiples partes interesadas, incluidas las fuerzas de mantenimiento de la paz y el CICR. Esto indica claramente que el corredor permanece cerrado para la población, y no de otra manera, como sugiere la parte azerbaiyana. Ya se ha informado sobre la escasez de alimentos y otros bienes esenciales, ya que quedan 4000 toneladas de suministros sin entregar en el destino. El asedio medieval al pueblo de Nagorno Karabaj se vio exacerbado por la interrupción del suministro de gas durante tres días consecutivos en condiciones invernales severas. La falta de calefacción interrumpió efectivamente todos los procesos escolares, privando a los niños de su derecho básico a la educación”, advirtió.
“La alarmante situación en Nagorno Karabaj está a punto de convertirse en una catástrofe humanitaria. A pesar de los esfuerzos de las fuerzas de mantenimiento de la paz sobre el terreno, las negociaciones de las autoridades de Nagorno Karabaj con la parte azerbaiyana con el objetivo de restablecer el funcionamiento seguro y sin trabas del corredor hasta el momento no han dado ningún resultado. El carácter coordinado de las acciones de Azerbaiyán, incluidos los incidentes anteriores contra la población civil y la infraestructura crítica, son otra prueba más de que el cierre del Corredor de Lachin es, de hecho, una operación planificada de antemano por las autoridades de Azerbaiyán con la intención de infligir daño a la población civil y crear una crisis humanitaria a gran escala en Nagorno Karabaj”, continuó el representante de Armenia.
“Las afirmaciones de que Azerbaiyán no ha puesto ninguna restricción en el corredor de Lachin, tal como las difunden sus autoridades, son simplemente falsas y reflejan el enfoque habitual de ese país de culpar a las víctimas en un intento de negar su propia responsabilidad por las graves violaciones del derecho internacional existente. Irónicamente, es un hecho bien establecido que, en materia de libertades civiles y políticas, Azerbaiyán mantiene uno de los rankings más bajos de democracia en el mundo, con un historial comprobado de represión de protestas y con decenas de presos políticos. Por lo tanto, la idea sugerida de que podría haber activistas de la sociedad civil en Azerbaiyán, capaces de lanzar una campaña de tamaño y alcance similar sin la guía y supervisión directas de las autoridades estatales es poco plausible, por decir menos. De hecho, bajo los pretextos ambientalistas, los llamados manifestantes han tenido antecedentes de plantear demandas que son incompatibles con la declaración trilateral”.
En ese sentido, se planteó que “el bloqueo del Corredor de Lachin no es solo un caso aislado, sino otra demostración de violencia sistemática ideada por las autoridades azerbaiyanas con el objetivo de someter a la población de Nagorno Karabaj a la limpieza étnica”. Sobre esta situación, se pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que exija a Azerbaiyán el desbloqueo “de forma inmediata e incondicional el Corredor de Lachin”, mientras que se solicitó que se despliegue “una misión de investigación en Nagorno Karabaj y el Corredor de Lachin para evaluar la situación humanitaria” así como también “garantizar el acceso humanitario sin trabas de las agencias de la ONU en Nagorno Karabaj”.
En ese sentido, Rusia, miembro permanente del Consejo de Seguridad, aseguró que “las capacidades de transporte completas se restaurarán en un futuro próximo”, sin dar mayores precisiones.
El asesor del ministro de Estado de Artsaj, Artak Beglaryan, replicó que las declaraciones de Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU “no reflejan de manera inequívoca la situación real en torno al Corredor de Lachin”.
El presidente del Parlamento de Armenia, Alen Simonyan, también criticó la postura de Rusia en la reunión y aseguró que países que no tienen relaciones cercanas con Armenia hicieron llamados más específicas. “Esto fue hecho por países que no tienen relaciones cercanas con Armenia. Creo que Rusia no puede o no quiere, o simultáneamente no puede y no quiere”.
El embajador Robert Wood, de Estados Unidos, denunció que “los impedimentos para el uso del Corredor de Lachin retrasan el proceso de paz, socavan la confianza internacional en este proceso y conllevan graves implicaciones humanitarias potenciales”. “Hacemos un llamado al gobierno de Azerbaiyán y a otros responsables de la seguridad del corredor para que restablezcan la libre circulación, incluso para uso humanitario y comercial, lo antes posible”. “Cualquier intento de cortar los servicios esenciales para la población civil de Nagarno Karabaj es inaceptable”, continuó.
El embajador James Kariuki, representante del Reino Unido, aseguró que “nos complace que se haya restablecido el suministro de gas a la región, pero seguimos pidiendo la reapertura inmediata del corredor”. “El Corredor de Lachin es el único medio por el cual se pueden entregar las necesidades diarias a la región. El cierre del corredor durante más de una semana aumenta la posibilidad de graves consecuencias humanitarias, especialmente en invierno. También observamos con preocupación a los civiles que han quedado varados por el cierre e instamos a que se priorice urgentemente su regreso sin trabas”.
El embajador Geng Shuang de China opinó que “las disputas en torno al Corredor de Lachin deben resolverse mediante el diálogo y la consulta. Rusia ha trabajado mucho y ha logrado avances positivos en este sentido, lo que China acoge con satisfacción. Esperamos que con la mediación de Rusia y otras partes relevantes, las disputas entre Armenia y Azerbaiyán en torno al Corredor de Lachin puedan resolverse lo antes posible”.
La embajadora Mona Juul de Noruega advirtió que “el bloqueo del corredor ya ha tenido graves consecuencias humanitarias. Se han interrumpido los suministros médicos y las evacuaciones médicas. Cualquier interrupción en el suministro de bienes y servicios esenciales perjudica primero a los grupos más vulnerables. Esto puede y debe evitarse”. En ese punto hizo “un llamado a Azerbaiyán para que garantice un movimiento seguro a lo largo del Corredor de Lachin. A nadie le interesa desencadenar una situación humanitaria evitable en Nagorno Karabaj”.
El subsecretario general de la ONU para Europa, Asia Central y las Américas, Miroslav Jenča, dijo que “lamentablemente, a pesar de compromisos diplomáticos prometedores, las tensiones en la frontera entre Armenia y Azerbaiyán y alrededor de las áreas bajo el control de las fuerzas de mantenimiento de la paz de la Federación Rusa no han disminuido como se esperaba, y se informaron varios incidentes”. A pesar de esto, informó que “las fuerzas de mantenimiento de la paz que indican que algunos suministros humanitarios han llegado”, información fue rechazada días atrás por las autoridades de Artsaj.
El 20 de diciembre, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Nasser Kanaani, declaró que el país “siempre ha enfatizado que la implementación total de los términos de la declaración trilateral sobre el alto el fuego entre Armenia y Azerbaiyán puede poner fin a las disputas entre los dos países”, mientras que establecer la paz y la estabilidad en la región requiere no permitir tensiones innecesarias y expresó la esperanza de que el desbloqueo del Corredor de Lachin se resuelva a través del diálogo y las conversaciones pacíficas entre las partes.
El 21 de diciembre, el embajador de Turquía en Azerbaiyán Jahit Bagci visitó al grupo de tareas azerbaiyano que bloqueó las rutas.
La noche anterior se realizó una importante marcha en el centro de Ereván para exigir la reapertura del Corredor de Lachin. Los manifestantes se detuvieron en las Embajadas rusa y francesa y terminaron en la oficina de la ONU. La marcha fue organizada por un grupo de jóvenes artistas en Armenia.
Desde el 12 de diciembre, un grupo de operaciones especiales de Azerbaiyán disfrazado de civiles ambientalistas bloquearon la carretera Stepanakert – Goris del Corredor de Lachin. Durante el bloqueo, el grupo azerbaiyano recibió asistencia directa de las autoridades de Azerbaiyán, realizaron gestos de la organización racista Lobos Grises y provocaron a las fuerzas de paz de Rusia. Irónicamente, muchos de los autodenominados “ambientalistas” llevaban tapados de cuero animal y hasta mataron a una paloma en un video que se viralizó en las redes sociales. Las autoridades azerbaiyanas cortaron el suministro de gas natural a Artsaj por varios días. Un total de 120.000 personas en Artsaj continúan bajo asedio y sin posibilidad de recibir alimentos, medicina o bienes básicos. El 14 de diciembre, el presidente de Artsaj Arayik Harutyunyan decretó la ley marcial en el territorio para garantizar la seguridad de la población y la correcta distribución de alimentos, medicamentos y bienes esenciales. Hasta el momento, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Uruguay, Chipre, Grecia, Canadá, Países Bajos, Noruega y Lituania pidieron a Azerbaiyán que desbloquee el Corredor de Lachin.