Azerbaiyán atacó las regiones de Aravus y Khoznavar en Syunik, Armenia
Las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán abrieron fuego contra las posiciones del Ejército de Armenia en las cercanías de Aravus (provincia de Syunik) el 8 de abril, a las 22:50 horas, y Khoznavar (provincia de Syunik) a las 22:55 horas, según un comunicado del Ministerio de Defensa de la República de Armenia.
El Ministerio además desmintió nuevas mentiras por parte del Ministerio de Defensa de Azerbaiyán sobre supuestos ataques armenios en la parte sureste de la frontera.
En esta oportunidad, Azerbaiyán atacó casas de la población civil en Tegh, según denunció el Ministerio del Interior de Armenia.
En las noches del 6 y 7 de abril, las fuerzas armadas de Azerbaiyán abrieron fuego contra posiciones armenias y contra infraestructura civil entre las 22:45 y las 00:25 cerca de Khoznavar (Syunik), entre las 22:45 y las 00:48 cerca de Aravus (Syunik), y a las 02:20 el 7 de abril en Sotk (Gegharkunik).
En la noche del 5 al 6 de abril, Azerbaiyán atacó con diferentes calibres de intensidad variable contra las posiciones de las Fuerzas Armadas de la República de Armenia en varias direcciones de la zona fronteriza. Además, los disparos indiscriminados y no dirigidos causaron daños a la infraestructura civil, según informó el Ministerio del Interior de Armenia. En particular, casas y lápidas resultaron dañadas en la aldea de Movses, mientras que un vehículo civil fue atacado en la aldea de Karmiraghbyur, en la provincia de Tavush.
Por la tarde del 5 de abril, el Ejército de Azerbaiyán abrió fuego con armas pequeñas contra las posiciones armenias en la aldea de Chinari (provincia de Tavush) y Verin Shorzha (provincia de Gegharkunik).
El 2 de abril, el Ejército de Azerbaiyán atacó posiciones defensivas de Armenia en las regiones fronterizas de Kut (Gegharkunik) y Tegh (Syunik), utilizando nuevamente la misma estrategia de acusar a Armenia de un ataque inexistente. Las mentiras de Azerbaiyán fueron contrastadas por la Misión de la Unión Europea en Armenia (EUMA), que aseguró que sus observadores “no notaron ningún movimiento militar inusual”.