Azerbaiyán demolió el edificio del Parlamento de Artsaj
El Gobierno de Azerbaiyán demolió el edificio de la Asamblea Nacional de la República de Artsaj (Nagorno Karabaj), actualmente bajo ocupación azerbaiyana, de acuerdo con un video que circuló el 4 de marzo. Días atrás se desmanteló un monumento al cantante Charles Aznavour en Stepanakert, capital de Artsaj, mientras que se documentaron una gran cantidad de profanaciones a iglesias, a las que les quitaron las cruces.
La Asamblea Nacional de Artsaj en el exilio, actualmente en Armenia, emitió un comunicado al día siguiente condenando la política azerbaiyana: “Después de la guerra a gran escala desatada por Azerbaiyán en Artsaj y la ocupación completa, muchos centros espirituales medievales, complejos educativos y monumentos conmemorativos, edificios y estructuras de valores históricos y culturales de Artsaj están en peligro. A pesar de sus propias declaraciones de alto perfil sobre la paz en varias plataformas internacionales, Azerbaiyán está intentando abiertamente llevar sus planes genocidas contra el pueblo armenio hasta el final. Se expresa principalmente por la profanación y destrucción de los monumentos que son símbolos de la lucha histórica y cultural cristiana armenia por la liberación y la construcción del Estado, o por la denominación de los llamados ‘origen albanés’. Las últimas manifestaciones de vandalismo son la profanación de la Catedral de la Santa Madre de Dios en Stepanakert [capital de Artsaj], la destrucción hasta los cimientos de los edificios de la Asamblea Nacional de la República de Artsaj y de la Unión de Luchadores por la libertad”.
“Según el artículo 4 de la Convención de La Haya de 1954 sobre valores durante los conflictos armados, está prohibido cualquier acto de vandalismo, hurto, apropiación indebida, hostilidades o represalias contra el patrimonio cultural. Aunque la UNESCO hizo varios llamamientos a Azerbaiyán para que detuviera la destrucción del patrimonio histórico y cultural de Artsaj y hubo promesas de enviar una misión, hoy ninguna misión viajó a Artsaj con el pretexto de obstáculos artificiales por parte de Azerbaiyán, y la indiferencia y desatención de la comunidad internacional han dado libertad al vandalismo del agresor, convirtiéndose en el detonante de nuevas guerras en la región”, agregó la Asamblea Nacional de Artsaj en el exilio.
El organismo condenó “las acciones bárbaras de las autoridades azerbaiyanas para eliminar las huellas armenias y exige a las organizaciones de derechos humanos y a las autoridades de la República de Armenia que presenten los hechos de todas las actividades anticulturales de Azerbaiyán uno por uno a los órganos y tribunales internacionales competentes, dando a la cuestión una resonancia internacional”.