Continúan las protestas en Armenia contra Nikol Pashinyan: la oposición presentó su plan para un gobierno interino con consenso nacional

09 de mayo de 2022

El 9 de mayo se realizó una nueva protesta del movimiento “Resistencia” que lucha por la renuncia del primer ministro de Armenia Nikol Pashinyan en la Plaza Francia de Ereván.

Con conciertos en el escenario, se conmemoró especialmente el Día de la Victoria y el aniversario de la liberación de Shushí en la primera guerra de Artsaj. En esta oportunidad, quienes pronunciaron los discursos fueron el presidente del Consejo Estudiantil de la Universidad Estatal de Ereván Davit Apoyan, el exalcalde de Askeran Alyosha Gabrielyan, el político Hovik Saliba y el comandante del regimiento de Sisak, Ashot Mianasyan, con el cierre del Ishkhan Saghatelyan, representante del Cuerpo Supremo de Federación Revolucionaria Armenia (FRA – Tashnagtsutiún) y vicepresidente de la Asamblea Nacional.

Saghatelyan planteó que se necesita un gobierno que “garantice la represión de la agresión extranjera turco-azerbaiyana mediante la modernización del sistema de seguridad conjunto de Armenia y Artsaj” con la “participación de países socios estratégicos, la reconstrucción de las Fuerzas Armadas de Armenia y una nueva calidad de la diplomacia internacional”. Además, que se reafirme “el compromiso de la República de Armenia de garantizar la seguridad y el derecho a la autodeterminación del pueblo de Artsaj, excluyendo cualquier estatus de Artsaj dentro de Azerbaiyán, sin una conexión terrestre fiable con Armenia”, para lo que se debe restaurar “el proceso de negociación en el formato y objetivos de la OSCE”.

También sugirió que se debía excluir “la provisión de corredores con el pretexto de desbloquear los medios de comunicación a expensas de la soberanía e integridad territorial de Armenia” y rechazar la “demarcación de la frontera bajo la amenaza del uso de la fuerza por parte de Azerbaiyán”. Más adelante, planteó que se debe “excluir cualquier acuerdo en las relaciones Armenia-Turquía que cuestione la realidad del pueblo armenio siendo despojado de su patria a través del genocidio, así como el derecho a ser portador del patrimonio espiritual y cultural de los armenios”. Por último, señaló la necesidad del “regreso de los prisioneros de guerra armenios, rehenes y otros detenidos” y propuso “desarrollar una política de personal con profesionalismo y estándares claros, asegurando la superación de la crisis del sistema de gestión”.

“El populismo, la mentira, la falsificación, la inacción, la irresponsabilidad y cualquier tipo de corrupción quedarán completamente excluidos del gobierno del Estado. Se fomentará la diligencia, la mentalidad estatal-nacional, la responsabilidad individual-colectiva. Se formará una nueva estructura de administración pública eficiente y eficaz”, propuso el dirigente.

“Con la participación directa de la diáspora, la Iglesia Apostólica Armenia y otras estructuras nacionales, se formarán agendas pan-armenias claras para enfrentar los desafíos internos y externos”, agregó Saghatelyan, quien presentó los pasos a seguir para la conformación de un acuerdo nacional y un gobierno interino: “Esto significa que las principales fuerzas políticas asumen la responsabilidad colectiva, formando un único ‘partido nacional’ de gobierno del Estado, que excluirá la concentración del poder bajo una sola persona”. En este contexto, se presentará un total de “250 especialistas altamente calificados que serán el pilar de nuestro sistema de gestión y aparato estatal en los próximos años”.

Así, el dirigente propuso “excluir al Primer Ministro de la toma de decisiones unilaterales sobre temas importantes”, y solo se podrán tomar decisiones sobre cuestiones de defensa y seguridad con el Consejo de Seguridad. “Se limitarán los poderes del Primer Ministro, se introducirán verdaderos mecanismos de gobernanza parlamentaria. Se aprobará una nueva ley sobre la estructura y actividades del Consejo de Seguridad y el gobierno”. Sobre este punto, se propuso “formar rápidamente el Estado Mayor de Mando de las Fuerzas Armadas y fortalecer el cuerpo diplomático devolviendo el sistema al cuadro profesional, minimizando los nombramientos políticos”.

También se propuso “formar inmediatamente un grupo negociador de alto nivel en el sentido político y profesional, que negociará con Azerbaiyán y, si es necesario, con Turquía, no con miedo, derrotismo y posiciones pro-turcas, únicamente sobre la base de nuestros intereses nacionales. Un grupo que jamás bajará la vara de ningún tema nacional. Permítanme mencionar que la reducción del papel de las fuerzas de paz rusas estacionadas en Artsaj es inadmisible”.

Luego, Saghatelyan aseguró que se tomarán “medidas decisivas para eliminar la atmósfera de odio en el país, las personas ya no serán perseguidas por sus opiniones políticas y la ley será igual para todos, independientemente de su estatus”. Una vez que la situación se estabilice, luego de un año o un año y medio, “se organizarán elecciones anticipadas libres, justas y competitivas”.

“Podemos afirmar claramente que se dan todas las condiciones necesarias para la remoción de las autoridades: El gobierno no puede detener el movimiento popular”, dijo el dirigente, por lo que llamó a “aumentar el volumen de acciones de desobediencia pacífica”. “Aquí no hay lucha partidaria, no hay grupos e individuos privilegiados, aquí hay un levantamiento nacional por el bien de cada una de nuestras dignidades, por el bien de nuestra identidad nacional, por el bien de un Estado justo, fuerte, unido, por el bien de Artsaj y Armenia”.

Ese día, durante su mensaje previo a la visita al Panteón Militar Yerablur, el primer ministro Nikol Pashinyan dijo que “la mayoría política que recibió el voto del pueblo está dirigiendo a Armenia de esta manera, entendiendo todas las dificultades que surgirán. Estamos preparados para enfrentar estas dificultades porque nos guía la convicción de que vamos por un camino difícil pero correcto. No somos los autores de los desastres en nuestro país, hemos sufrido un destino cruel y una misión sagrada”.

También de visita en Yerablur, el representante de la FRA Hagop Der Khatchadourian planteó que “la guerra aún continúa” y sugirió que las autoridades armenias en ejercicio debían dimitir sin causar conmoción. “Nadie les dio un mandato para llevar al país a una nueva derrota”, planteó. En ese sentido, opinó que el Gobierno armenio tenía en sus planes “dividir a la diáspora”.

El embajador general de Armenia y presidente del partido Armenia Luminosa, actualmente oficialista, Edmon Marukyan, declaró que “el derecho de cualquier unidad política es realizar marchas y manifestaciones. Pero en el sentido político ni siquiera veo el tema redactado”. “Hay que contentarse con eso. Pasó menos de un año que fuimos al cambio de poder. Disolvimos la Asamblea Nacional, fuimos a las elecciones… el pueblo no los llevó al poder, no los eligió. ¿Qué debemos hacer? Nosotros tampoco fuimos elegidos. ¿Qué debemos hacer? ¿Protestamos todo el día? Si las acciones de las actuales autoridades realmente causaron preocupación entre el público, ahora debería haber medio millón de personas en las calles. Si esto no sucede, entonces hay un error de juicio de la situación. Si el pueblo quiere un cambio de poder, saldrá a la calle y cambiará las autoridades. Pero no sucede porque acaba de haber elecciones y la gente quiere vivir en paz”.

En ese sentido, Artsvik Minasyan, miembro del Órgano Supremo de la FRA y secretario de la Alianza Armenia en la Asamblea Nacional, opinó que “cuando el número de personas en la calle supera los 50-60 mil, es el mínimo para un cambio de gobierno, porque el gobierno no puede tomar medidas especiales”. “Quien llegue al poder después del cambio de poder no tendrá el poder ilimitado de Pashinyan, estará limitado por leyes especiales. El gobierno interino debe trabajar de acuerdo con leyes especialmente adoptadas, no por su propia voluntad”, planteó Minasyan.

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