Educación rural, desafíos y beneficios: jóvenes profesores del pueblo armenio de Urasar traen cambios en la comunidad

Ereván (Hetq).- En pocos días, la "última campana" de las escuelas de Armenia anunciará el cierre del año educativo.

Mientras que los estudiantes de secundaria están ocupados ensayando para eventos de despedida, los jóvenes de los últimos grados en la comunidad de Urasar, en la provincia armenia de Lori, se mantienen ocupados limpiando el salón de un club que no se ha utilizado durante años.

Dado que la escuela no posee ni un gran hall, ni un escenario, los estudiantes a punto de egresar decidieron festejar su evento de fin de año allí. Su maestra, Alberta Piroeva, primero escuchó la propuesta y luego los acompañó al lugar.

“Cuando llegamos al club por primera vez, me horroricé al ver el estado de la sala, no tenía ventanas y el escenario estaba en muy mal estado, pero cuando hablé de esto con los padres en una reunión, me alegró y me sorprendió saber que todo el mundo vendría a ayudar. Además, el alcalde se comprometió a proporcionar pintura para el escenario. Todo esto causó un gran entusiasmo, hasta una de las estudiantes se ofreció a pintar la pared, diciendo que ya tenía experiencia", dice Alberta.

Alberta Piroeva, junto con sus colegas Narek y Armen, han enseñado en Urasar durante aproximadamente un año, como parte del proyecto Teach For Armenia. Además de brindar clases vocacionales para los niños durante el año escolar, los maestros brindan una capacitación en liderazgo para estos. Es por esto que consideran el entusiasmo de los chicos por la renovación de la sala del club como uno de los proyectos exitosos en la comunidad.

"Con la participación de estudiantes, padres y jóvenes de la aldea, esto se ha convertido en un pequeño proyecto comunitario. Estos programas son muy importantes para nosotros. Tal vez los estudiantes que viven en la ciudad y asisten a grandes escuelas no entiendan la importancia de pintar una pared, pero acá esto tiene un significado totalmente diferente para los chicos", explica Alberta.

“Cuando los periodistas de Hetq realizaron la visita, la limpieza del lugar todavía estaba en proceso. Caminamos sobre un piso que hacía ruido y entramos en un pasillo con paredes descoloridas. Los bancos gastados se colocaron delante del escenario, que estaba en mal estado, pero uno podía percibir desde su forma que solía ser bastante atractivo”, agregó.

Aunque los chicos habían aseado la habitación, el agua de lluvia todavía goteaba de diferentes esquinas, formando charcos que parecía que iban a inundar todo el lugar. "El techo es muy antiguo, con pérdidas en diferentes lugares, pero los niños colocaron los bancos de tal manera que el agua no los mojara", comentó la docente.

Además del evento, el lugar se utiliza para varios propósitos, como clases de liderazgo de los participantes de Teach For Armenia, trabajos de WikiClub, y lugar de reuniones. Recientemente, también se comenzaron a mostrar documentales sobre la fundación del pueblo.

Por la iniciativa de Narek Hakobyan, que es uno de los participantes del proyecto Teach For Armenia, los empleados del Archivo Nacional de Armenia han visitado recientemente la escuela de Urasar, trayendo material sobre la historia del pueblo como regalo.

"Para cada persona, comunidad y nación, es importante saber quiénes son sus antepasados, de dónde vinieron y hacia dónde van, por eso realmente quería que los aldeanos conocieran su historia", dice Narek.

Hakobyan explica también que hasta su familia se opuso en un primer momento a su trabajo en el pueblo: “Pensaron que estaría lejos de ellos, en un lugar desconocido, y esperaron hasta último momento que renunciara a la idea, pero como ustedes pueden ver, ello no sucedió", dice el joven historiador sonriendo.

El trabajador comunitario, que cuenta con un posgrado en Ciencias Históricas, ve la labor en el pueblo como una ventaja, en términos de investigación científica y nuevos logros en el campo. Él dice: "La vida es tranquila y pacífica aquí, y me gusta, tenemos tiempo libre para pensar nuevas ideas”.

Por su parte, Armen Mkheyan, que fue de Ereván a Urasar por el mismo proyecto, explica que encuentra la sinceridad de los aldeanos especialmente atractiva. “La mentalidad en las comunidades rurales es totalmente diferente, te pueden decir algo fuera de lo normal y tenés que tratar de encontrar una solución, eso es lo que más me atrae del pueblo. Su perspectiva, su forma de pensar es tan pura que nuestra principal tarea no es restringir a los niños sino tratar de entenderlos”.

A diferencia del deseo de los chicos, Alberta Piroeva confiesa que en un primer momento no quería trabajar, ni tampoco se veía capaz de enseñar. “No podía imaginarme en una escuela, pensé que no podría ni querría trabajar con niños. Pero lo que cambió mi actitud fue la escuela de Spandaryan en Ereván. Allí los estudiantes eran muy disciplinados”.

La docente llegó a Ereván proveniente de la aldea de Ishkhanadzor, ubicada en la región de Kashatagh de Artsaj, durante el 2012. Apropósito de esto comenta: “Cuando estudiaba en Ereván pensaba que si siempre estoy hablando de quedarme en Armenia y hacer algo desde aquí, ¿por qué no encuentro la valentía de volver a mi pueblo y hacer también algo por él? No es que tenía miedo de regresar, pero sí de ser la que volviera e hiciera algo por el pueblo”.

En su opinión Teach For Armenia, es la primera y principal forma de remediar este recelo. Por eso como resultado del trabajo en equipo, los jóvenes profesores, junto con chicos de Urasar, ya han introducido los primeros cambios en el pueblo.

Debido a los esfuerzos de estudiantes y docentes, la zona junto a la escuela, que sirve como cancha de fútbol, pudo ser limpiada. Además, Mkheyan utilizó sus contactos para poder conseguir pelotas y redes para los arcos. También el equipo ya solicitó a los donantes que cercaran el perímetro del campo, por lo que de ser aprobado el proyecto, la gente de Urasar también tendrá la posibilidad de jugar en un nuevo estadio.

Como si fuera poco, hace unos días se fundó un WikiClub en la escuela, proyecto del que se ocupan los estudiantes de los grados superiores.

Los docentes jóvenes están trabajando también para asegurar la continuidad del emprendimiento educativo y de orientación profesional de los niños. Acción que ya está dando los primeros resultados.

Para finalizar, Alberta explica: “En los últimos años, sólo unos pocos graduados de la escuela primaria continuaron sus estudios, no solamente porque la secundaria estaba lejos (en Stepanavan), sino también debido a la falta de información sobre los estudios futuros. Cuando les pregunté a los chicos que tenían planeado hacer después del colegio, no supieron responder. La problemática era cómo lograr que estos quieran seguir estudiando, entonces lo convertimos en un objetivo primordial”.

En relación a todo esto Alberta concluye: “Por eso cuando este año, no sólo los estudiantes que egresaban, sino también otros que lo hicieron el año pasado, expresaron su deseo de continuar su educación, nos pusimos realmente felices”.