El presidente Armen Sarkissian rechazó al candidato de Nikol Pashinyan para liderar las Fuerzas Armadas

11 de marzo de 2021

El presidente de Armenia, Armen Sarkissian, rechazó la propuesta del primer ministro Nikol Pashinyan de nombrar a Artak Davtyan como Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas. La oficina de Presidencia anunció que no firmará el proyecto de decreto ni aplicará al Tribunal Constitucional.

El día anterior, Sarkissian invitó a Nikol Pashinyan y a líderes de grupos parlamentarios y del Movimiento de Salvación de la Patria a celebrar una reunión en la Residencia Presidencial el próximo 13 de marzo para discutir la situación política interna del país y encontrar soluciones mutuamente aceptables para superar la crisis. Por el momento, tanto el oficialismo como la oposición aceptó la invitación.

El Movimiento de Salvación de la Patria, particularmente, advirtió que el país “está al borde de un desastre nacional y que la seguridad sistémica, la crisis política y socioeconómica se está profundizando”. Para solucionar estos problemas, propusieron “la renuncia del Primer Ministro, la formación de un gobierno ad-hoc y elecciones parlamentarias anticipadas”. Además, sugirieron que los encuentros entre oficialismo y oposición convocados por el Presidente se celebren “públicamente y con transmisión en vivo en la Asamblea Nacional de Armenia”.

El día anterior se promulgó de hecho la decisión del primer ministro armenio Nikol Pashinyan de destituir al Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Onik Gasparyan. La crisis política comenzó el 25 de febrero, cuando Gasparyan exigió la renuncia de Pashinyan. El Primer Ministro intentó despedirlo, pero el presidente Armen Sarkissian rechazó en un primer momento esa decisión. La decisión de Pashinyan provocó una nueva ola de manifestaciones, organizadas principalmente por el Movimiento de Salvación de la Patria. El Primer Ministro, por su parte, planteó que las declaraciones de Gasparyan constituían un golpe de Estado, una afirmación que solo fue respaldada por los presidentes de Turquía y Azerbaiyán, Recep Tayyip Erdogan e Ilham Aliyev respectivamente. Sarkissian finalmente solicitó al Tribunal Constitucional determinar la constitucionalidad de la legislación utilizada para llevar adelante la destitución.

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