El Primer Ministro Pashinyan enfatiza el giro del país hacia Occidente y se endurece internamente

Nikol Pashinyan está acelerando el ¨giro del país hacia Occidente¨, fundamentalmente en el área de la seguridad nacional y especialmente atento a las estructuras de poder de la República de Armenia. En tal sentido, el Ministro de Defensa armenio, Suren Papikyan, ha exigido que el Estado Mayor nombrara para ocupar los cargos superiores a oficiales formados según las normas de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte). A su vez, los oficiales graduados en universidades militares rusas deben recibir formación en países occidentales. Complementando este proceso, cabe destacar, que los contactos de los militares armenios con diplomáticos y militares rusos fueron restringidos. Cabe recordar que en este marco en septiembre del 2023 se realizaron en territorio armenio ejercicios militares conjuntos entre Armenia y EEUU, denominados Eagle Partner.

Evidentemente el gobierno de Armenia no está considerando debidamente cuestiones de importancia, tales como:

• – Mientras que potencias mundiales como RUSIA o CHINA mantienen nítidos lineamientos estratégicos de mediano y largo plazo, EEUU (que ha venido alternando administraciones republicanas y demócratas) ha tenido un desempeño zigzagueante y poco satisfactorio de su propia política exterior. La nueva llegada de Trump a la presidencia enfatizará aún más esta tendencia, es decir una política exterior de EEUU sinuosa e impredecible.
• – La incapacidad de alcanzar un consenso bipartidista ha convertido a EEUU en un socio menos confiable en asuntos internacionales, ya que cualquier compromiso puede ser revocado por la siguiente Administración, lo que dificulta los compromisos a medio y largo plazo con socios y aliados.
• – La polarización política complica la habilidad de EEUU para hacer uso de sus capacidades a fin de proteger sus propios intereses en el largo plazo y de defenderse a sí mismo y a sus aliados de las amenazas.

Existen sobrados ejemplos, en las últimas décadas, respecto de la falta de consistencia y coherencia de la política exterior de EEUU. Entre otras pueden mencionarse:

• – La invasión a Afganistán en 2001 para echar al gobierno de los talibanes y su abandono del país en 2021 dejándolo nuevamente en manos de los talibanes; luego de que murieran durante la ocupación estadounidense casi 50.000 civiles afganos
• – El caso del ataque en 2003 a su aliado Saddam Hussein de Irak, la posterior invasión para ocupar el país y su retiro en 2011 dejándolo en manos de la influencia iraní, luego de que murieran durante la ocupación estadounidense más de 500.000 iraquíes.
• – El restablecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba en 2015 (Obama), tras décadas de hostilidad, seguido por un endurecimiento de las políticas hacia la isla bajo la administración Trump.
• – La postura hacia Corea del Norte. Durante la administración Trump, se pasó de un tono beligerante y amenazas de “fuego y furia” a una histórica cumbre con el líder norcoreano Kim Jong-un. Sin embargo, posteriormente las negociaciones se estancaron, mostrando un cambio brusco en la estrategia hacia ese país.
• – La firma del Acuerdo Nuclear con Irán en 2015 (Obama), seguido por la retirada unilateral de EEUU del acuerdo en 2018 bajo la administración Trump.
• – La retirada del Acuerdo de París sobre el cambio climático en 2017, seguida por la decisión del presidente Biden de reincorporar a Estados Unidos al acuerdo en 2021.

Al mismo tiempo que el gobierno de Armenia pretende el imprudente ¨giro hacia occidente¨, el descontento de la sociedad armenia con la postura de los dirigentes del país sobre la cuestión Artsaj sigue creciendo. En tal sentido, periodistas del periódico armenio Zhokhovurd criticaron duramente las actividades llevadas adelante por la Comisión parlamentaria encargada de estudiar las circunstancias del conflicto armado armenio-azerí. En su opinión, la falta de resultados concretos de los actuado por la Comisión a los vínculos de sus miembros con el partido gobernante ¨contrato civil¨, que obstaculiza la investigación independiente y la eventual imputación del Primer Ministro Pashinyan. 

Lamentablemente Armenia comienza a parecerse a Turquía y a Azerbaiyán, dado que sus dirigentes cultivan la lucha contra la disidencia política intentando aislar a los dirigentes más activos de las fuerzas de la oposición política. Hacia finales del año 2023, 50 ciudadanos tenían la condición de presos políticos.

El Primer Ministro confunde la oposición política con el enemigo y al enemigo externo con el posible aliado.

Ashot Ohanes