Epílogo semanal – 12/08/21

12 de agosto de 2021
Incendios en Turquía. Erdogan acusa al pueblo kurdo y militariza los territorios.

La salida al mar de Armenia

La visita del embajador de Francia a Tavush y de los Estados Unidos a Gegharkunik de la semana pasada son señales de París y de Washington que fijan una postura en cuanto a la invasión de Azerbaiyán a Syunik. Desde hace tiempo, ambos países tomaron debida nota de que Ilham Aliyev considera ineficaz y agotada las actividades del Grupo Minsk de la OSCE, de la que son copresidentes, y no ven con buenos ojos los planes de Azerbaiyán en relación al corredor del sur de Armenia para unirla a Najichevan. 

A Teherán tampoco le interesa que Bakú busque acceso a Najicheván a través Syunik. El gobierno iraní teme que la presencia de Azerbaiyán en el territorio de Armenia pueda comprometer su integridad territorial ya que sería una amenaza potencial alentada por Turquía e Israel y algunos estados de Occidente.

Irán está interesado en desarrollar un corredor de transporte internacional que una el Golfo Pérsico con el Mar Negro para transportar las mercaderías que le lleguen desde India pasando por Armenia y no por Azerbaiyán. Las mercancías ingresarían por el Océano Índico al puerto iraní de Chabahar desde India hasta los puertos del Mar Negro y luego a Europa, previo paso por Armenia y Georgia.

Para tal fin, Armenia debería conectarse con Irán a través de ferrocarriles y construir una ruta de 550 km que una el sur con el norte, un proyecto que requiere enormes inversiones extranjeras pero que están condicionadas por la estabilidad política del país. 

Nueva Delhi, que es la quinta economía mundial, busca una ruta comercial alternativa sin pasar por el corredor China-Pakistán (ésta última con disputas fronterizas con India y fuertemente aliada de Turquía y Azerbaiyán). Por otro lado Rusia, que es dueña de los ferrocarriles de Armenia, ve en el desarrollo de la India un freno a la influencia china en la región. 

Es de una necesidad vital que Armenia se pliegue a los proyectos regionales de infraestructura para que los corredores pasen por su territorio y de esta forma ingresar a los mercados internacionales y exportar sus productos tanto por tierra como por mar obteniendo beneficios por el tránsito a través de su territorio soberano.

Al unirse a estos proyectos de infraestructura, Armenia rompería el aislamiento comercial impuesto por Turquía y Azerbaiyán. Además, las vías rápidas de comunicación entre el norte y el sur le darían mayor seguridad ya que ayudaría, también, al rápido desplazamiento de de unidades y equipos militares ante cualquier eventualidad no tan lejana. En este artículo del analista Yeghia Tashjian en Armenian Weekly está el desarrollo completo de esta interesante nota.   

Paradoja turca 

Luego de una visita al norte de la isla de Chipre, el presidente de Turquía Recep Tayyip Edrogan afirmó que “su país continuará los esfuerzos para asegurar el reconocimiento internacional de lo que denomina la “República Turca del Norte de Chipre (TRNC)” y que trabajará para que se reconozca su Estado soberano.  

Lo paradójico del caso es que ni un solo país, incluido Azerbaiyán, anunció su disposición a reconocer a la TRNC. Bakú teme que al reconocer el norte de Chipre, provoque el reconocimiento internacional de la República de Artsaj (Nagorno-Karabaj).

Semanas atrás se barajó la posibilidad de un pacto de reconocimiento mutuo entre Ankara y Moscú: Turquía reconocería a la península de Crimea como parte de Rusia a cambio de que Rusia reconozca como Estado independiente a Chipre del Norte, algo que un portavoz del presidente Vladimir Putin rechazó tajantemente. Erdogan está esperanzado en que Pakistán, archienemigo de India en disputa por Cachemira, de el paso. 

El 37% de la isla de Chipre está ocupada por Turquía luego de la invasión armada de 1974 provocada por el intento de incorporar la isla a Grecia. En 1983 se autoproclamó la República Turca del Norte de Chipre sólo reconocida por Ankara. 

Grecia y el sur de Chipre están a favor de una reunificación de la isla mientras que Turquía y el norte de Chipre exigen un reconocimiento de la soberanía del norte (dividiendo a la isla en dos Estados) para seguir con las conversaciones de paz. Erdogan cerró todo tipo de posibilidad de seguir las conversaciones el 20 de julio pasado evocando el día de la invasión militar, casi cinco décadas después.

Incendios forestales, un código rojo para la humanidad 

La actividad humana está cambiando el clima de una manera sin precedentes y en forma irreversible, según un importante informe científico de la ONU. El estudio advierte sobre olas de calor cada vez más extremas, sequías e inundaciones e que indica que los efectos del cambio climático son incluso más graves de lo que se pensaba.

Los incendios en el hemisferio norte causaron devastación en varios países mediterráneos en los últimos días, incluidos Turquía, Grecia, Líbano y Chipre y el norte de África.

Mientras el fuego devoraba hectáreas de bosques y casas de 17 provincias en Turquía, Erdogan rechazó la ayuda de distintos países con el argumento de la fortaleza turca y calificó los hashtag que pedían ayuda como parte de una campaña ideológica que pretende mostrar al Estado como débil. Este artículo de Leandro Albani en La Tinta, nos advierte que el déspota apaga los incendios militarizando el territorio y responsabiliza al pueblo kurdo por la tragedia. 

En este contexto, y ante los ojos de todo el mundo, las fuerzas militares de Azerbaiyán están causando incendios de manera deliberada e intencional cerca de la aldea de Yeraskh, en Armenia con la intención de atentar contra la población armenia y provocar la destrucción de recursos naturales y económicos como advierte el Consejo Nacional Armenio de Sudamérica

El Líbano a un año de la trágica explosión

A un año de la catastrófica explosión que devastó Beirut sus habitantes siguen recuperándose del efecto mortal de la onda expansiva, lo que se suma al colapso político, social y económico en el que está sumergido el Líbano desde antes de esta tragedia.

El desastre causado por la gran cantidad de nitrato de amonio almacenado de manera insegura en el puerto de Beirut durante años dejó un saldo de más de 200 muertos, 6000 heridos y pérdidas materiales incalculables. Ningún funcionario de alto rango rindió cuentas ante la Justicia lo que indignó y enfureció a muchos libaneses que piden que se responsabilice a los líderes que podrían haberlo evitado.

En el Líbano hay una importante comunidad armenia y es sede de organizaciones políticas, sociales, deportivas, benéficas y es una fuente de cultura que nutrió la formación de la diáspora durante décadas, de ahí su importancia.

En este artículo Shahan Kandaharian, director del diario Aztag justamente del Líbano, destaca la red de ayuda que se armó por parte de la diáspora armenia y de las Repúblicas de Armenia y de Artsaj para ayudar a esta comunidad como algo diferenciador ante el resto de la población.

Explica también que hubo autogestión interna y que los partidos y las distintas organizaciones sociales que representan a los armenios se unieron para ayudar a los libaneses afectados.

En este sentido es importante recordar la rápida respuesta de las comunidades de los cuatro países sudamericanos que componen la región: Argentina, Uruguay, Brasil y Chile que acompañaron la colecta organizada por el Comité Central de la FRA-Tashnagtsutiún de Sudamérica y sus organizaciones afines –HOM, Homenetmen, Hamazkaín y Unión Juventud Armenia- con el envío de 56.000 dólares a la cuenta del Catolicosado de la Gran Casa de Cilicia destinado a la Comisión de Ayuda a la Comunidad Armenia del Líbano.

Hasta la próxima semana.

Pablo Kendikian
Director del Diario ARMENIA

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