Federico Waneskahian: "Para la seguridad y la libertad de Artsaj se entregó una generación entera"

29 de mayo de 2023

Federico Waneskahian, representante del gomidé Vramian de la Federación Revolucionaria Armenia (FRA - Tashnagtsutiún), opinó en una entrevista a Audición Gomidas el 28 de mayo sobre el contexto actual de Armenia y la decisión del primer ministro armenio Nikol Pashinyan de reconocer a la República de Artsaj (Nagorno Karabaj) como parte de Azerbaiyán.

"El Tashnagtsutiún hizo una advertencia muy temprano, desde el inicio del Gobierno de Pashinyan, que era que él contaba con una responsabilidad que tenía que ver con, después de lo que había sucedido, lograr unir al pueblo en torno a un proyecto común. Esta fechas que son una convocatoria de la unidad tienen que ser precisamente para unir al pueblo en torno a un proyecto común, pero lo que entendemos es que ese proyecto común no puede ser la entrega de Artsaj al enemigo. Ese proyecto común tiene que ser la resistencia a ese proyecto de entrega. Por eso surge la necesidad de manifestarse en otro ámbito y de convocar a la sociedad a unirse pero en torno a un proyecto que esté vinculado con los intereses del pueblo armenio. El proyecto que está presentando hoy Pashinyan en la sociedad Armenia es un proyecto fallido, ya fracasó. Él accedió al Gobierno prometiendo un siglo de paz y a los tres meses teníamos a Azerbaiyán dentro del territorio internacionalmente reconocido de la República Armenia con una invasión y con él discutiendo si era necesario defender o no Syunik, planteando si valía la pena o no que nuestro Ejército se ubicara en las montañas de la frontera. Entonces ese proyecto que va en la línea de herir la dignidad nacional es el proyecto que hay que combatir", opinó el dirigente, en relación al Día de la República que se conmemoró en esa fecha.

"La convocatoria no es únicamente a oponerse al actual Primer Ministro, es una convocatoria a resistir a los enemigos de nuestra nación, porque en realidad lo que está claro hoy en día es que al igual que en 1918, el proyecto de Turquía y de lo que en ese momento surgió como Azerbaiyán -pero que sigue siendo el mismo-, no cambió en nada. El proyecto sigue siendo la eliminación del pueblo armenio en el lugar que sea, en Syunik, en Artsaj, en Gegharkunik, en Sevan… ya lo hicieron en Najichevan y en Armenia occidental. No hay un cambio en esa política y lo que lo que sí cambió son las condiciones con las que nos proponemos enfrentar esto. Debemos enfrentar esta realidad con una serie de hechos consumados que tienen que ver con la mala gestión de los últimos años, pero que en ningún caso eso puede ser una excusa para renunciar a los valores que hacen que Armenia siga haciendo lo que es. Si Armenia renuncia a la seguridad de sus propios ciudadanos, demuestra que el proyecto que estaba encarnando Pashinyan es el de un Estado fallido que no es capaz de darle seguridad, ni siquiera, a los propios armenios", continuó Waneskahian.

"Toda historia está compuesta de avances y retrocesos. No podemos perder la perspectiva y quedarnos solo en estos momentos donde estamos en una situación indeseable para la realidad que tenemos. En 1918 también hubo un momento sumamente grave para el pueblo armenio y lo que yo creo que debemos rescatar es la necesidad de unirse en torno a un proyecto común. En ese momento Aram Manukian no convocó a sus seguidores, convocó a todo el pueblo armenio en torno a una idea común que era resistir al enemigo. Esa idea luego se transformó en la conformación de una república que fue el germen para que hoy sigamos teniendo un Estado armenio después de todo lo que pasó. Ese mismo espíritu colectivo de resistencia y de lucha no creo que haya desaparecido. El pueblo armenio sigue estando. Si esa generación fundó una república y se lleva ese mérito, ¿cuál debería ser el mérito de esta generación? Yo creo que lo que debemos hacer es mínimamente sostener lo que conquistaron con su vida las generaciones que nos precedieron. No podemos dejar de lado que para la seguridad y y la libertad de Artsaj se entregó una generación entera", remarcó el dirigente.

"Hoy en día, parece que esa entrega hubiera sido por una idea que no tenía sustento. Pero esa entrega se dio porque era un momento clave de la historia de pueblo armenio donde estaba en juego la propia supervivencia de Armenia, que venía también de un terremoto sumamente debilitada y sin un ejército propio, recomponiéndose luego de la independencia en el año 1991. Lo que hoy nos están proponiendo es una falacia en el sentido de que se está abusando de de la necesidad del pueblo de vivir pacíficamente para prometerle algo que ya sabemos cómo termina. Desde el momento en que se declaró que Armenia iba a reconocer la integridad territorial de Azerbaiyán, al otro día apareció un puesto de control en la frontera. Hoy mismo, Azerbaiyán planteó un ultimátum a las autoridades de Artsaj que es algo totalmente nuevo hasta ahora, donde se está planteando la disolución del Parlamento y el Gobierno de Artsaj. Nuestra principal tarea hoy es resistir ese proyecto y sostener los logros que se conquistaron para desde ahí poder avanzar".

El dirigente propuso encolumnarse detrás de un proyecto que incluya a todo el pueblo armenio: "El primer punto sobre el que todos podemos estar de acuerdo es que Artsaj no puede ser nunca parte de Azerbaiyán. Incluso las encuestas a la población de Armenia plantean que en su mayoría rechazan la política de entregar Artsaj. También la necesidad de respaldar los esfuerzos que que permitan mejorar las condiciones de quienes sufrieron las consecuencias de la guerra. Necesariamente en el lugar donde vivimos y en la situación en la que estamos lo que precisamos es una diplomacia que represente mejor nuestra potencialidad en todas partes. Lo que vemos continuamente es una justificación de por qué estamos entregando y ver a quién podemos delegar la responsabilidad o a quién podemos echarle la culpa por lo que estamos viviendo hoy. La realidad es que hoy lo que importa es qué vamos a hacer con la situación que tenemos. No podemos seguir viendo cómo hacemos para diluir la responsabilidad".

Luego, Waneskahian explicó que el Gobierno de Nikol Pashinyan "operó sobre algunos puntos que son básicos en cómo se identifica u organiza el pueblo armenio": "Se empezó con el ataque a la educación del idioma armenio, continuó con el ataque a la iglesia armenia y siguió adelante con la búsqueda o el desconocimiento de las organizaciones de la diáspora. Pero ese proyecto ya fracasó, cuanto más demore el actual gobierno en darse cuenta que ese proyecto fracasó más costos va a pagar el pueblo armenio".

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