Inauguraron un mural tributo al talento y a la dedicación de Kalust Jensezian en Tadrón Teatro

10 de junio de 2024

En un emotivo acto realizado en la cálida mañana del domingo 9 de junio, se rindió un justo homenaje al aclamado actor, dramaturgo y cantante Kalust Jensezian, fallecido en agosto de 2023, con la inauguración de un mural en su honor en la tradicional esquina de Palermo de Tadrón Teatro, una creación propia que sin duda se convirtió su legado perdurable.

El mural, una obra llena de vida creada por la artista María Laura Laspiur, captura la esencia y la pasión de Kalust Jensezian por las artes escénicas. La obra, enmarcada en una de las paredes de la calle Armenia del complejo Tadrón, representa una imagen emblemática de Kalust. “Así es como te recibía cuando llegabas a los ensayos”, expresó Laspiur luego de descubrir el mural junto a Juan Pablo Cuchian. “Esta obra está llena de amor”, concluyó.

El mural presenta una escena cautivadora. En el centro, se destaca la imagen alegre y amigable de Kalust, sentado en la platea de su Tadrón en una atmósfera de calidez enmarcada con los reflectores del teatro. Detrás de él se extienden majestuosamente los montes Ararat y el Masis, que le agregan profundidad y significado a la composición.

La previa
En una cálida bienvenida brindada por la familia Jensezian, previo al descubrimiento del mural, los asistentes se ubicaron en las gradas de Tadrón Teatro desde donde, a pedido del periodista y dramaturgo Pablo Mascareño, se ofreció un vibrante aplauso en memoria del “actor nacional de la diáspora armenia”.

En un recorrido rápido de su vida artística y de sus obras más célebres, Mascareño destacó el rol como actor, director, cantante, dramaturgo y fundador de Tadrón Teatro y su impacto en el teatro y la cultura local.

Jorge Ducca, por su parte, puso en escena un fragmento de la recordada obra “El Ararat y yo”, escrita y protagonizada por Kalust. La obra había sido representada en una versión bilingüe en el Centro Cultural San Martín y participó de un Festival Internacional de unipersonales en Armenia en el año 2003.

Hripsimé Jensezian, la hija mayor del homenajeado, interpretó Sirelís, una emotiva canción que fue la que le dedicó a modo de declaración de amor desde Beirut a Herminé, su esposa, y fue, paradójicamente, la última que él interpretó en vida.

Sirarpí Jensezian, a su turno, leyó una larga lista de agradecimientos y a todos los que ayudaron a realizar el evento y a los incondicionales de Tadrón.

“Mi propósito no conoce de debilidades”

“Esta frase lo definía mucho. Fue una especie de manifiesto personal y también una forma de autoaliento”, dijo Tro Jensezian, otro de sus hijos, en unas sentidas palabras luego de descubrir el mural mientras señalaba el texto escrito en armenio y castellano en la parte inferior de la obra.

 “Lo último que hizo fue hacer algo por primera vez” comentó Tro en otro tramo. “Tomó una obra en armenio, la tradujo al español pero lo nuevo fue que también la protagonizó. Fue la única obra que hizo en español, a sus 80 años, algo que, describe su espíritu joven y su músculo activo para hacer lo que hiciera falta para sacar algo adelante”.

“Tadrón sigue apostando al teatro”, afirmó más adelante. “Hoy más que nunca los espacios culturales son fundamentales y están siendo un lugar de encuentro para unir, para pensar juntos, para resistir, para reflexionar y salir mejorados. Hoy más que nunca es importante hacer lo que está pasando acá: volver a los espacios culturales, habitarlos y multiplicar esos sentidos”. Tras recordar que la política también atravesó el accionar de su padre, Tro aseguró que “Kalust estaría muy feliz hoy acá, compartiendo esta sonrisa y dando apretones de manos muy fuertes, como lo solía hacer”.

“Hoy él nos está homenajeando a nosotros”

Diario ARMENIA recogió el testimonio de los tres hijos de Kalust Jensezian entre los muchos participantes del homenaje entre los que se encontraban familiares, amigos, vecinos, compañeros de militancia, de Hamazkaín y gente de la cultura que se acercaron a Niceto Vega y Armenia de CABA.

Sirarpí, claramente emocionada, aseguró que “si había algo que a él le encantaba, justamente, era venir a Tadrón, sentarse en la esquina y observar lo que pasaba. Lo tendremos ahí eternamente, observándonos a todos y participando de la colectividad que tanto quiso”.

Hripsimé, recién llegada del exterior del país para el tributo, manifestó que “el gran Kalust Jansezian fue una persona comprometida con la cultura, con la paz, con los derechos humanos. Un transgresor, un rebelde, que hizo de las ideas y de la creación esa magia que conocemos como cultura armenia. Hoy lo estamos homenajeando y él nos está homenajeando a nosotros”.

Finalmente, Tro explicó que “la idea del mural fue inmortalizar en esa esquina emblemática el aporte que hizo Kalust a la colectividad y a la cultura en general durante su trayectoria, incluso para las nuevas generaciones que, seguramente, no lo van a conocer pero que van a pasar por delante del mural preguntándose ¿quién es este tipo que está acá? Para ello, agregó, se puso un código QR para que todo quien quiera saber más sobre Kalust pueda leer su amplio recorrido en la cultura”.

P.K.

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