La comunidad armenia de Uruguay se concentrará frente a la Embajada de Azerbaiyán y pidió a las autoridades que condenen la invasión azerbaiyana

17 de septiembre de 2022

Desde JADU - Jóvenes Armenios del Uruguay se convocó a una concentración el próximo lunes 19 de septiembre a las 17 hs frente a la Embajada de Azerbaiyán en Montevideo (Br. Artigas 417, esq. Av. Julio María Sosa, “Gamma Tower”).

"Contra la agresión unilateral de Azerbaiyán contra territorio soberano de Armenia. Hacemos el correspondiente llamado a las autoridades uruguayas a pronunciarse condenando la invasión a Armenia", marcaron desde la organización comunitaria.

Asimismo, CADU - Colectividad Armenia del Uruguay emitió un comunicado en el que explicó que "el pasado 12 de setiembre, Azerbaiyán lanzó un ataque a gran escala contra la frontera este de la República de Armenia, atacando ciudades y pueblos fronterizos, bombardeando instalaciones civiles y posiciones militares. Como resultado de tres días de ataques indiscriminados contra territorio internacionalmente reconocido de Armenia, más de un centenar de soldados armenios murieron, decenas de civiles fueron heridos gravemente y varios miles de pobladores debieron ser evacuados. La invasión militar llevada a cabo por el ejército de Azerbaiyán implicó hasta el momento el avance de varios kilómetros dentro de territorio armenio en las inmediaciones de varios centros poblados, que se suma a la ocupación que Azerbaiyán sostiene desde mayo de 2021 en parte de las provincias fronterizas armenias de Syunik y Gegharkunik".

"Armenia denunció recientemente en las Naciones Unidas la comisión de nuevos crímenes de guerra por parte de Azerbaiyán, incluyendo el bombardeo indiscriminado de población civil, hospitales, depósitos de agua, edificios administrativos, escuelas y vehículos. Con horror asistimos a los videos difundidos por soldados azerbaiyanos en sus incursiones en territorio armenio que muestran la mutilación y el desmembramiento de una mujer soldado armenia. Se trata de la cruel consecuencia del odio y la xenofobia promovida por el presidente de Azerbaiyán Ilham Aliyev, quien en 2016 condecoró a un militar que decapitó a un soldado armenio en combate. Además, presionó para que se extraditara a un soldado azerbaiyano que decapitó a un teniente armenio en Hungría mientras dormía, durante un curso de inglés de OTAN, a quien luego amnistió y otorgó el título de héroe nacional", recordó CADU.

"Las evidencias incontrastables de la agresión militar lanzada por Azerbaiyán y de la resultante invasión del territorio soberano de la República de Armenia fueron presentadas durante la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU del 15 de setiembre, convocada a solicitud de Francia. Estos hechos constituyen una violación flagrante del Derecho Internacional, la Carta de las Naciones Unidas y especialmente del acuerdo trilateral firmado el 9 de noviembre de 2020 por los presidentes de Azerbaiyán, la Federación de Rusia y el Primer Ministro de Armenia. Armenia denunció en la ocasión que una nueva invasión está siendo planeada desde el exclave de Najicheván (Azerbaiyán), con el objetivo de establecer un corredor extraterritorial dentro del territorio soberano de Armenia", continuó el comunicado de CADU.

"Durante los últimos años, el presidente de Azerbaiyán expresó en varias ocasiones que Ereván, la capital de la República de Armenia, "es la tierra histórica a la que debemos regresar, es un objetivo político y estratégico al que tenemos que ir aproximándonos poco a poco". Por su parte, el presidente de Turquía expresó en julio de 2020, durante anteriores ataques de Azerbaiyán a Armenia, que su deber era "completar el trabajo iniciado por nuestros antepasados en el Cáucaso", en referencia directa al Genocidio Armenio de 1915-1923. Ambos mandatarios evocaron la memoria de Enver Pashá, miembro del triunvirato que ideó y ejecutó el Genocidio Armenio, durante el "desfile de la victoria" que tuvo lugar en Bakú el 10 de diciembre de 2020, tras la limpieza étnica de los armenios de Artsaj (Nagorno Karabagh) llevada a cabo por la alianza de Turquía y Azerbaiyán", marcó CADU.

"En atención de la grave situación generada por la invasión de Azerbaiyán a la República de Armenia, que concreta las amenazas anteriormente proferidas, la Colectividad Armenia del Uruguay solicita a las máximas autoridades del país y a su Parlamento, históricamente solidarios con nuestra causa y respetuosos del Derecho Internacional, que alcen su voz para condenar de forma clara y firme la invasión del territorio soberano de la República de Armenia por parte de Azerbaiyán", fue el pedido concreto de CADU ante las autoridades del país.

El Ministerio de Relaciones Exteriores había emitido un comunicado el 14 de septiembre en el que se posicionó "ante el recrudecimiento de los enfrentamientos militares en la frontera entre la República de Armenia y la República de Azerbaiyán y los bombardeos en zonas pobladas del territorio armenio, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay hace un llamado a ambas partes a desescalar esas tensiones que afectan la estabilidad del Cáucaso Sur en su conjunto". "Asimismo, convoca a restablecer el cese al fuego acordado por Declaración Trilateral del 9 de noviembre de 2020 y a retomar la negociación de los diferendos pendientes, tanto bilateralmente como con la mediación de la OSCE y otros canales convenidos para de esa forma alcanzar una paz duradera entre ambos países, de conformidad con el Derecho Internacional".

El Consejo Causa Armenia del Uruguay emitió un comunicado el 14 de septiembre en el que se refirió a los ataques y a la invasión de Azerbaiyán contra Armenia. “Desde el Consejo Causa Armenia del Uruguay, entendemos que la actual ofensiva contra el territorio soberano de Armenia se alimenta de la impunidad que la comunidad internacional concedió a Azerbaiyán y a Turquía tras los crímenes de guerra cometidos durante aquella agresión militar. La ausencia de una condena firme a la reivindicación explícita que realizaron los presidentes de Turquía y Azerbaiyán del genocidio cometido hace un siglo contra el pueblo armenio, hace que la amenaza de un nuevo genocidio y nuevos procesos de limpieza étnica continúen vigentes.

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