Nikol Pashinyan le dijo a la población de Tavush que debían considerar positivo “que Azerbaiyán esté a 50 metros de distancia”

18 de abril de 2024

El primer ministro de Armenia Nikol Pashinyan visitó los poblados de Voskepar, Kirants y Berkaber en Tavush Marz el 17 de abril para reunirse con la población y explicar su plan para entregar territorios armenios a Azerbaiyán unilateralmente y sin garantías de paz.

Si bien la oficina de prensa del Primer Ministro negó toda declaración no oficial, desde el diario News.am se informó que Pashinyan habría afirmado que “nuestra idea es que no se debe decir ‘wow, Azerbaiyán está a 50 metros de distancia’, sino ‘wow, es bueno que Azerbaiyán esté a 50 metros de distancia, comerciaremos y construiremos una economía ahí. Incluso podemos construir un puesto de control, dejar que los autos entren y salgan y paguen a la República de Armenia”.

“Turquía y el ejército turco están a 50 metros de las casas en la aldea de Margara de la provincia de Armavir; nuestro objetivo es conseguir esa situación”, agregó Pashinyan. “No puedo decir que su pesimismo sea infundado; la situación actual no da motivos para el optimismo. Necesitamos avanzar hacia generar optimismo”.

El diputado de la Alianza Armenia y miembro de la Federación Revolucionaria Armenia (FRA – Tashnagtsutiún), Garnik Danielyan, informó que no se dejó entrar a todas las personas y que se les quitó los celulares antes de entrar. “Esa persona vio que las pasiones estaban inflamadas en Tavush, fue a calmarlas porque sintió que había un levantamiento y el pueblo estaba en contra. Creo que el traspaso se hará por etapas para que no haya demasiados levantamientos. Todo esto no es un compromiso, sino una concesión unilateral”. Al mismo tiempo, el diputado dijo que en este momento no había ninguna garantía de que después de estas concesiones Azerbaiyán no comenzara una escalada o no pidiera otro territorio, como admitió el propio Pashinyan.

El 18 de marzo, Pashinyan había visitado Tavush, donde anunció la entrega de territorios vitales de distintas aldeas. Los residentes rechazaron la decisión y muchos comenzaron a entrenarse para preparar la defensa en caso de una invasión azerbaiyana. Además de perder posiciones estratégicas de combate, muchos aldeanos dijeron que perderían el acceso a sus tierras, tendrían problemas para comunicarse con el resto del país y serían mucho más vulnerables a los ataques armados de Azerbaiyán.

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