Nueva marcha del movimiento Resistencia para denunciar la represión policial y las detenciones arbitrarias del régimen de Nikol Pashinyan
El 11 de junio, el movimiento Resistencia realizó una nueva marcha en Ereván, Armenia, para denunciar la represión policial y las detenciones arbitrarias del régimen del primer ministro Nikol Pashinyan.
La protesta se dirigió a la Oficina del Fiscal General, luego de la indignación general que provocó la detención ilegal del director de Yerkir Media, Bagrat Yesayan, una decisión que el Sindicato de Periodistas de Armenia calificó como un ataque “contra la libertad de expresión y la libertad de prensa”. Ese mismo día, luego de 10 horas de estar detenido, Yesayan fue liberado luego de que el tribunal considerara ilegal la detención del periodista de un medio crítico a Pashinyan.
Durante la manifestación, el representante de la FRA, Szak Nazaryan, detalló que actualmente hay “cientos de perseguidos políticos en Armenia, sobre los que este gobierno está tratando de silenciar con numerosos casos penales, para no permitir la oposición política”. “Este gobierno que vino con las consignas de democracia, justicia e igualdad, pero se desvió de todos sus principios y consignas”, agregó. Quienes participaron de la acción de protesta llevaron esposas para simbolizar la persecución política.
El día anterior, Ishkhan Saghatelyan, representante del Cuerpo Supremo de la Federación Revolucionaria Armenia (FRA – Tashnagtsutiún) y vicepresidente de la Asamblea Nacional, había advertido que “la persecución política en Armenia se está volviendo sistémica. Los organismos encargados de hacer cumplir la ley -Servicio de Seguridad Nacional, Fiscalía, Investigación, Policía- se convirtieron en una herramienta tonta para instaurar una dictadura en el país”.
La diputada de la Alianza Armenia y representante de la FRA, Lilit Galstyan, envió una carta a la comisionada de Derechos Humanos del Consejo de Europa Dunja Mijatović firmada por Seyran Ohanyan, jefe del bloque Alianza Armenia, y Artur Vanetsyan, jefe del bloque Tengo el Honor, en el que se denunciaron las “flagrantes violaciones masivas de los derechos humanos básicos” por parte del régimen de Pashinyan contra opositores.
“La escala de la concentración exclusiva del poder en manos de un individuo ha alcanzado proporciones peligrosamente sin precedentes y este último ha logrado poner bajo su control no solo el poder ejecutivo, sino también todo el sistema legislativo y judicial, así como el nuevo Jefe de Estado, el Presidente de la República de Armenia (el Presidente anterior, Armen Sarkissian renunció hace meses y abandonó el país). Hace varios meses, el defensor de los derechos humanos de Armenia, Arman Tatoyan, un individuo altamente profesional, fue reemplazado por Christine Grigorian, una figura destacada del partido ‘Contrato Civil’, cuya única agenda es justificar los numerosos delitos cometidos por las autoridades”, explica la carta.
“Durante las protestas, la policía ha hecho un uso flagrante y desproporcionado de la fuerza contra manifestantes pacíficos, bajo órdenes directas y con el apoyo de las autoridades. Los manifestantes también han sido golpeados y torturados bajo custodia. Además, esta violencia es cometida por personas cuya vestimenta no se ajusta a los requisitos del uniforme policial (los uniformes carecen de cualquier forma de identificación), así como por personas vestidas de civil. Hemos reunido pruebas, incluidas imágenes proporcionadas por periodistas, que constituyen una prueba innegable de este hecho”, se detalló.
“A pesar de las garantías del Jefe de Policía de la República de Armenia de investigar los incidentes en consecuencia, cientos de esos informes no solo han quedado sin resolver (en algunos casos solo se dio una amonestación en lugar de presentar cargos penales contra los perpetradores), sino que la política generalizada se desataron persecuciones de una escala sin precedentes, a raíz de las cuales se imputaron penalmente a las víctimas de los incidentes. Además, dentro del ambiente general de temor, los tribunales ordenaron la detención de las víctimas. También han sido detenidas varias personalidades políticas, contra las cuales se aplica una política de fabricación de acusaciones falsas. La figura política Avetik Chalabyan está acusada de un delito que no solo no existe en la práctica internacional, sino que incluso ha sido omitido en el nuevo código penal, que entro en vigencia a partir del 1 de julio de 2022. Desde el 25 de abril hasta la fecha, más de 30 órdenes de arresto infundadas fueron aprobadas por los Tribunales. Cabe señalar que la mayoría de esas mociones y decisiones de los tribunales se basan únicamente en testimonios de agentes de policía, lo que es una clara contradicción con la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y la jurisprudencia del Tribunal de Casación de Armenia, según el cual las acusaciones penales basadas únicamente en testimonios de agentes de policía no pueden considerarse suficientes. Independientemente de los requisitos establecidos, como se mencionó, más de 30 personas que participaban activamente en las asambleas políticas de oposición están bajo arresto”.
En ese sentido, la denuncia reafirma que “existe una amplia evidencia innegable que muestra que al menos tres artículos de la Convención de Derechos Humanos, los artículos 3, 5 y 6, se están violando clara y repetidamente en la República de Armenia, y la perspectiva de desarrollos futuros es aún más impredecible”.
Dado ese panorama, “las autoridades locales interpretarán el silencio de las organizaciones y autoridades internacionales como una aprobación para actuar libremente y a su antojo. Impulsadas por la concepción puramente subjetiva e ilegal de mantenerse en el poder a toda costa, las autoridades se sienten cada vez más atraídas por la idea del uso de la fuerza violenta y brutal”, por lo que se pidió a la Comisionada que “tome medidas inmediatas para evitar la continuación de estas violaciones generalizadas contra el pueblo” y que visite Armenia “para investigar la situación con la ayuda de expertos imparciales y finalmente tratar de prevenir cualquier desarrollo impredecible”.
Las imágenes de la represión del Gobierno de Nikol Pashinyan
