Carlos Maslatón luego de su visita a Armenia y Artsaj: "Es emotiva la lucha del pueblo armenio"

El abogado y dirigente del liberalismo de Argentina, Carlos Maslatón, dialogó con Diario ARMENIA sobre su viaje a Armenia y Artsaj (Nagorno Karabaj) en abril de 2022.

—¿Cómo fue la experiencia?

—Yo, primero que nada, soy muy sensible a las nacionalidades. Especialmente a las nacionalidades que han sufrido en tiempos presentes persecuciones, discriminaciones y genocidios, y que además han estado sujetas a guerras de carácter territorial o étnico.

Fue mi primer viaje a Armenia. Con Juan Pablo Gechidjian estuvimos en el club en noviembre y me preguntó: “¿Cuando hacés un viaje a Armenia?”. Le respondí que lo arme y que yo iba.

Quisimos ir especialmente al día de la memoria del Genocidio. El 24 de abril estuvimos realizando el debido homenaje, entramos con una corona, a nombre de UPAU, que fue nuestra agrupación política en los '70 y '80. Junto con delegaciones extranjeras, vimos el museo que se ha hecho del genocidio. Pero además de eso estuvimos con autoridades, asesores del primer ministro, en la Cámara de Diputados, hablando con legisladores de diferentes facciones. En un contexto donde la guerra de Ucrania golpea fuerte, por el acuerdo que existe entre Armenia y Rusia, que es un buen acuerdo, inevitable, porque sino es difícil frenar a la ofensiva turca-azerí.

Todo esto es parte de la realidad geopolítica, la analizamos, la investigamos, sin perjuicio de otras cuestiones culturales armenias, como la comida. Toda la parte política fue muy valiosa. Incluso fuimos a la República de Artsaj y hablamos con el Presidente y el Ministro de Relaciones Exteriores. Fue una cosa fabulosa. Después de la guerra del año 2020, cuyo resultado, a pesar del heroísmo de los soldados armenios no se pudo evitar, con la cesión de territorio.

El 24 de abril estuvimos en el panteón nacional en Ereván y vimos la parte de los soldados caídos en la reciente guerra, que fueron unas 5.000 bajas. Una guerra que todo el mundo dice la tenía ganada Armenia, pero la superioridad de los drones turcos ha sido bastante problemática. Estuvimos en el corredor de Lachín, donde te tiene que dar el permiso el ejército ruso. Llegamos a la capital de Artsaj, con conversaciones políticas de inmenso valor. Le pregunté al Canciller qué pasaría si piden reconocimiento en la ONU? Me dijo que no se lo iban a dar. Ni siquiera Armenia la reconoce. A su vez hay relaciones de intercambio cultural y simpatía con ciudades como Los Ángeles o París. La verdad que Argentina, yo no soy funcionario de la Cancillería, pero sería interesante por lo menos algo así…

Por otra parte, excelente y emotiva la lucha del pueblo armenio. Visité además la tumba de Monte Melkonian. Impresionante soldado. Ya había escuchado sobre él en los años '90. Yo soy judío y todas estas cuestiones me pegan también, muy fuertes. Hay muchos puntos en común desde el punto de vista de la lucha nacional y la defensa de los que están en contra. Como judío no estoy contento con la venta de armas a Azerbaiyán. Yo veo tan similar y paralela la historia de los judíos con los armenios. Hay dos posibilidades, que tratemos de encontrar puntos de encuentro o que vayamos a la venta de armas de Israel a Azerbaiyán. No hay nada que se pueda hacer.

—¿Ve factible a Artsaj como un estado independiente?

—Yo considero que ya es un Estado independiente. Le falta personería jurídica internacional suficiente, pero en la práctica está reconocida por un montón de Estados.

—¿Recibió alguna presión por ir a Artsaj?

—No. Yo publiqué que estuve, asumo los costos. Mi visita es pública y no tengo problema en decirlo. Más allá de mi simpatía con la lucha armenia y lo que yo pienso, yo voy a territorios a los que soy políticamente adverso, porque el interés cultural supera estar posicionado de uno u otro lado. Pero bueno, muy lindo todo. Pienso volver. Vi muchas manifestaciones contra el Primer Ministro, porque quedó debilitado después de la guerra.