La Embajada de Azerbaiyán en Argentina organizó un evento para festejar la ocupación de Shushí

14 de noviembre de 2022

La Embajada de Azerbaiyán en Argentina organizó un evento para festejar la ocupación de la ciudad de Shushí, ocupada ilegalmente por el Ejército azerbaiyano desde la guerra contra Artsaj (Nagorno Karabaj) y Armenia en 2020 y rebautizada como “Shusha”.

El evento fue realizado en el Centro Cultural Turco Yunus Emre del barrio de Belgrano, Ciudad de Buenos Aires, y contó con la participación del embajador azerbaiyano Ramzi Teymurov y el embajador de Turquía Sefik Vural Altay.

“Fue un gran honor para mí organizar mi primer evento de trabajo, dedicado al Año de Shusha 2022 en Buenos Aires junto a los amigos de Azerbaiyán. Tuve la oportunidad de compartir información sobre la historia de Shusha, los resultados negativos de los años de ocupación y la Victoria. Sobre el día significativo de Azerbaiyán, cuando Shusha regreso a la gente de su origen. También compartimos nuestras expectativas desde la perspectiva de las relaciones entre Azerbaiyán y Argentina”, declaró Ramzi Teymurov.

Los centros Yunus Emre reemplazan a los centros culturales que el Movimiento Gülen fue sembrando en todo el mundo, incluso en Buenos Aires, para ser utilizados como una faceta del soft power de Turquía. Son centros controlados por la Cancillería de ese país desde donde se dictan cursos de idioma, historia, cocina y tradiciones turcas.

Días atrás, el propio presidente de Azerbaiyán Ilham Aliyev dio un discurso frente a su Ejército el 8 de noviembre en Shushí y amenazó con una nueva guerra: “Si hay una concentración de fuerzas, actuaremos de inmediato”.

La independencia de Artsaj

La República de Artsaj declaró su independencia en 1991 en base a la legislación correspondiente de la entonces Unión Soviética, utilizando los mismos mecanismos jurídicos por los que se independizó la propia República de Azerbaiyán ese año, por lo que constituyó un hecho legítimo desde el punto de vista del derecho internacional por más que esa independencia no fuera reconocida por terceros países, mientras que de la Convención de Montevideo de 1933 otorgó el marco legal para constituir a Artsaj como un Estado.

Durante la primera guerra de Artsaj -que culminó en 1994 con la firma de un cese del fuego entre Armenia, Artsaj y Azerbaiyán-, el Ejército de Defensa de Nagorno Karabaj logró liberar las regiones que se habían declarado independientes sumando territorios circundantes. Luego de la guerra desatada en 2020 por Azerbaiyán y Turquía contra Artsaj y Armenia, Azerbaiyán conquistó esos territorios y también ocupó de forma ilegal varias regiones de Artsaj que habían declarado su independencia en 1991, en particular la ciudad de Shushí (rebautizada Shusha por Azerbaiyán) y Hadrut.

Desde el fin de la guerra, el Gobierno de Azerbaiyán se niega a discutir cualquier tipo de estatus sobre Artsaj, ya que el régimen del presidente azerbaiyano Ilham Aliyev considera esos territorios como parte de Azerbaiyán.

Por el contrario, la realización de un referéndum nacional en el Óblast Autónomo de Nagorno Karabaj en 10 de diciembre de 1991 en base a la normativa de la Unión Soviética y la conformación de un Estado en base a la normativa internacional (tanto la Convención de Montevideo como el comité de arbitraje de Badinter en 1991) establece que es el propio Gobierno y Ejército de Azerbaiyán quienes ocupan parte de Artsaj y no respetan su integridad territorial.

El Gobierno de Artsaj aduce como argumento para su autodeterminación la secesión correctiva (“remedial secession”), un principio internacional del derecho que poseen los pueblos a la autodeterminación como única forma de supervivencia, en este caso, otorgada por la característica racista y genocida del Gobierno azerbaiyano contra la población de origen armenio.

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