Por primera vez, el presidente Ilham Aliyev reconoció que Azerbaiyán inició la guerra de 2020 junto con Turquía

14 de agosto de 2021

El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, brindó el 14 de agosto una extensa entrevista al canal de televisión CNN Turquía en la que admitió que fue Azerbaiyán quien inició la guerra contra Armenia y Artsaj (Nagorno Karabaj) en 2020, así como también reconoció la participación clave de Turquía en el conflicto. El inicio del conflicto por parte de Azerbaiyán y el apoyo de Turquía habían sido negados por Aliyev hasta este momento, cuyo Gobierno mantiene como política de Estado la falsificación de la historia y los hechos en torno al conflicto con Armenia y Artsaj.

Al comienzo de la entrevista, Aliyev justificó el comienzo de la guerra al afirmar que “durante 30 años, el Grupo de Minsk no estuvo cerca de resolver este problema”.

“En los últimos años dije repetidamente que el pueblo de Azerbaiyán nunca aceptará esta situación, que liberaremos nuestras tierras nativas de los ocupantes a cualquier precio, y así sucedió. Mis palabras se materializaron y Azerbaiyán inició la Guerra de Salvación, liberó sus tierras históricas de los ocupantes, restauró la justicia histórica, expulsó a los ocupantes de nuestras tierras y restauró su integridad territorial”, declaró Aliyev. La versión oficial de Azerbaiyán y Turquía hasta el momento había sido que Armenia atacó Azerbaiyán y el Ejército azerbaiyano solo contraatacó.

Luego, Ilham Aliyev aseguró que “queremos un acuerdo de paz con Armenia” y que “Armenia y Azerbaiyán se reconozcan mutuamente la integridad territorial y comiencen el proceso de demarcación de las fronteras”. “Parece que Armenia no está preparada para esto o se opone a ello. Dije que sería un gran error y que se arrepentirían. Porque no vamos a dejar esta propuesta sobre la mesa para siempre. Si se oponen a ello, que digan abiertamente que no quieren firmar un acuerdo de paz con Azerbaiyán. En este caso, seguiremos nuestra política en consecuencia”, advirtió Aliyev.

Después, el Presidente azerbaiyano declaró, sin presentar pruebas, que Armenia estaba enviando armamento y tropas a Artsaj: “No se pueden enviar armas y militares desde Armenia a los territorios controlados por las fuerzas de mantenimiento de la paz rusas. Esto contradice la declaración trilateral del 10 de noviembre. Desafortunadamente, continúa hasta el día de hoy. En repetidas ocasiones hemos expresado nuestra posición verbalmente. Pero como no funcionó, lo declaramos oficialmente”.

Sobre este punto, aseguró que cuentan con cámaras en el corredor de Lachin para monitorear qué autos entran a Stepanakert (la capital de Artsaj que Azerbaiyán considera como propia y la llama Khankendi). “Sabemos el número exacto de coches que van a Khankandi. Recientemente, hubo informes en nuestros medios de comunicación, incluido el hecho de que en el último mes, del 11 de julio al 8 de agosto, unas 5.000 personas salieron de Khankandi hacia Armenia pero no regresaron. Aproximadamente 20.000 personas abandonaron la ciudad y 15.000 personas entraron en ella”.

“¿Se está preparando Armenia para una nueva guerra? Si es así, tomaremos medidas preventivas. He dicho esto y quiero decir una vez más que si el fascismo armenio intenta levantar la cabeza una vez más, lo aplastaremos de nuevo. La derrota en la segunda guerra de Karabaj debería ser una lección para ellos”, amenazó Aliyev, minutos después de asegurar que quería un acuerdo de paz con Armenia. “Los armenios que viven en Khankendi y las aldeas circundantes hoy deben integrarse en nuestra sociedad, lo que creará mayores oportunidades para ellos”, agregó Aliyev, cuyo Gobierno mantiene una política de racismo contra las personas de origen armenio.

Más adelante, Aliyev apuntó contra Rusia: “Nuestra expectativa es que Rusia no arme a Armenia. Señalamos este tema a los funcionarios rusos. Estamos preocupados por eso. La guerra se acabó. El pueblo de Armenia aceptó esta situación. El Gobierno armenio también aceptó su propia derrota y las recientes elecciones parlamentarias en Armenia lo demostraron. Entonces, la gente ya eligió a un partido derrotado. Este es un espectáculo sin precedentes en la historia en que un partido derrotado recibe apoyo popular. En tales circunstancias, por supuesto, no tiene ningún sentido armar a Armenia”.

También criticó al nuevo Ministro de Defensa de Armenia, quien ordenó “impedir por cualquier medio que los militares azerbaiyanos crucen la frontera” el pasado 5 de agosto: “En otras palabras, parece que la segunda guerra de Karabaj aún no ha sido una lección para todos. Si este es el caso, entonces estamos listos para enseñarles otra lección. Por lo tanto, esperamos que Rusia no arme a Armenia porque no es necesario”.

Posteriormente, Ilham Aliyev criticó a “los países que reconocen el llamado ‘genocidio armenio'” al que calificó como un “‘genocidio’ descabellado”, a diferencia del “genocidio de Khojaly” al que calificó como un “genocidio real”. Desde hace tiempo, el Gobierno de Azerbaiyán mantiene como política de Estado una campaña negacionista del Genocidio Armenio perpetrado por el Estado turco entre 1915 y 1923 a través de una estrategia en la que se presenta a Armenia como la ejecutora de falsos genocidios sin pruebas históricas ni fallos judiciales que avalen esa postura.

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