En una carta abierta, la Embajada de Turquía acusó a toda la política argentina de ser víctima del "lobby armenio"

30 de abril de 2021

La Embajada de Turquía en Argentina, comandada por el embajador Sefik Vural Altay, publicó el 29 de abril una "carta abierta para la opinión pública argentina respecto de los sucesos de 1915" en la que nuevamente replicó el discurso negacionista del Genocidio Armenio cometido entre 1915 y 1923 por el Imperio Otomano primero y luego por la República de Turquía. El hecho se produjo luego de que un gran número de autoridades nacionales y referentes de todo el arco político argentino publicaran mensajes en conmemoración del 106º aniversario del Genocidio Armenio el pasado 24 de abril, entre los que se destacaron dos publicaciones por parte del presidente Alberto Fernández.

"Cada año hemos sido testigos de las injustas e infundadas acusaciones contra nuestro país y nación en relación a lo sucedido a los armenios de Anatolia durante la I Guerra Mundial. Se ha vuelto más decepcionante, aunque no menos sorprendente que, debido a la fuerte presión y manipulación del lobby armenio, algunos políticos reconozcan públicamente cada año la narrativa unilateral del lobby sobre los sucesos de 1915, y digan cosas de las que no tienen conocimientos históricos. Al fin y al cabo, ¿qué pueden saber con exactitud los políticos sobre lo que sucedió en 1915 en Anatolia entre dos pueblos que vivieron juntos durante 800 años o por qué les interesaría?", comenzó la carta negacionista de la Embajada turca.

"Este año lo que resulta más doloroso, es observar que cuanto más se arraiga la mentira del 'genocidio armenio' en países donde los políticos solo lo usan como un instrumento para conservar a su electorado, la realidad y lo que el pueblo de Anatolia de esa época en particular tuvo que sufrir bajo las terribles condiciones de una guerra devastadora, ya sea, turcos, kurdos, judíos o armenios, se está distorsionando", agregó.

Más adelante, la Embajada difundió nuevamente cifras falsas en relación a la cantidad de personas fallecidas durante el genocidio, afirmando que "solo 300-600 mil eran armenios", a pesar de que ni la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio ni la definición de genocidio acuñada por Raphael Lemkin consideran la cantidad de muertos como una característica exclusiva de esa calificación. El consenso entre investigadores e historiadores es que la cifra de personas de origen armenio fallecidas durante el exterminio fue de 1.500.000.

Luego, la Embajada justificó los "trágicos sucesos de 1915", que párrafos atrás aseguró que no habían ocurrido, al afirmar nuevamente de forma falsa que estos "comenzaron debido a las rebeliones de los armenios otomanos reunidos bajo los grupos insurgentes llamados 'Dashnaks' y 'Hunchaks'". Según la Embajada, estos últimos eran "grupos armados" que "intentaron perpetrar una limpieza étnica masacrando a mujeres y niños turcos que carecían de protección debido a que sus padres estaban luchando en el Ejército otomano, el cual se encontraba en guerra en muchos frentes en ese momento" y que "también allanaron el camino para la invasión rusa de Anatolia oriental". Esto justificó, según la Embajada, que "el Imperio Otomano no tuvo más remedio que reubicar a los armenios de Anatolia en lugares más seguros, no solo para poner fin a las atrocidades, sino también por su propia seguridad ya que estos grupos también comenzaron a matar a los armenios que se oponían a estas brutalidades".

Posteriormente, la Embajada turca aseguró que cuentan con "documentos e informes oficiales en los archivos otomanos que muestran que el gobierno otomano dio instrucciones a los oficiales de seguridad y gobernadores locales para que tomaran todas las precauciones necesarias que permitieran la seguridad de los armenios". El libro "Killing Orders: Talat Pasha's Telegrams and the Armenian Genocide" (Órdenes de asesinato: Telegramas de Talat Pashá y el Genocidio Armenio) publicado por el historiador turco Taner Akcam en 2016, un escritor que fue perseguido por el régimen del presidente de Turquía Recep Tayyip Erdogan, probó con evidencia científica la veracidad de las órdenes por parte del Gobierno otomano para exterminar a la población armenia.

Seguidamente, la Embajada de Turquía opinó que "ningún país o congreso tiene el derecho o la competencia para comentar sobre hechos históricos que acarrean sufrimientos de varios pueblos, basando sus opiniones solamente en los testimonios de uno solo de ellos" y planteó que "estos eventos deben ser discutidos entre los historiadores, académicos y expertos para fundamentarse. Turquía no tiene temor de abrir sus archivos o proponer a la parte armenia la creación de una Comisión Conjunta de Historia para llegar a una memoria imparcial; de hecho, esta propuesta sigue intacta a pesar de que Armenia nunca ha respondido a ella".

En ese sentido, aseguró que "el crimen de genocidio ha sido específicamente descripto en la pertinente Convención de la ONU de 1948". "No existe un tribunal internacional competente que haya reconocido los sucesos de 1915 como tales. Por lo tanto, las declaraciones políticamente impulsadas aquí y allá no están ni legal ni moralmente autorizadas para juzgar asuntos históricos. Estas declaraciones son nulas y sin efecto ya que no tienen antecedentes ni legales ni históricos. Además, son desafortunadas, injustas, y no constructivas. Tampoco contribuyen a los esfuerzos de normalización entre Turquía y Armenia, el cual constituye el único camino para traer paz duradera, estabilidad y prosperidad a la región del Cáucaso Meridional".

Argentina reconoce el Genocidio Armenio a través de la Ley Nacional 26.199, aprobada en 2006 y promulgada en 2007 e impulsada por el Consejo Nacional Armenio, y a través de la resolución declarativa del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 5 en entidad de sentencia definitiva en 2011. El propio fallo justificó su competencia en virtud de la Ley Nacional 23.049.

"Esperamos que tarde o temprano el estado armenio comprenda que no puede ser controlado desde el exterior por la diáspora armenia que vive en California, Marsella o Buenos Aires, y que se relacione con sus vecinos de forma positiva, con buena voluntad y sin precondiciones", finalizó la Embajada de Turquía, a pesar de que su país mantiene desde hace décadas un bloqueo unilateral contra Armenia, mientras que en 2020 lanzó una guerra junto con Azerbaiyán contra la población de Artsaj (Nagorno Karabaj) y la propia República de Armenia.

La Embajada turca ya había publicado mensajes negacionistas contra las autoridades nacionales el 25 de abril. En particular, la Embajada apuntó contra el presidente Alberto Fernández, la cuenta oficial de Casa Rosada, el canciller Felipe Solá, la cuenta de la Cancillería, el ministro de Economía Martín Guzmán, la ministra de Seguridad Sabina Frederic, el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Horacio Rodríguez Larreta, el gobernador de San Juan Sergio Uñac, la secretaria Legal y Técnica Vilma Ibarra, el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur Daniel Filmus y el embajador ante Estados Unidos Jorge Argüello.

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