Visita de diplomáticos a Shushí: Azerbaiyán busca aval a la guerra y a la ocupación de Artsaj

12 de julio de 2021

Representantes diplomáticos de distintos países acreditados en Azerbaiyán visitaron la ciudad ocupada de Shushí el 10 de julio. Los países copresidentes del Grupo de Minsk de la OSCE, encargados de mediar en el conflicto entre Azerbaiyán, Armenia y Artsaj (Nagorno Karabaj), rechazaron la invitación, a pesar de que más de cuarenta diplomáticos asistieron.

El encuentro, organizado por el Gobierno azerbaiyano en el marco del recientemente instaurado “Día de la Diplomacia”, reunió a representantes diplomáticos de Afganistán, Arabia Saudita, Argelia, Austria, Bélgica, Bielorrusia, Brasil, Bulgaria, Chile, China, Colombia, Corea, Croacia, Emiratos Árabes Unidos, Eslovaquia, Estonia, Georgia, Grecia, Hungría, Irak, Iran, Israel, Italia, Japón, Jordania, Kazajstán, Letonia, Libia, Lituania, Malasia, Marruecos, México, Países Bajos, Pakistán, Palestina, Polonia, Qatar, Rumania, Serbia, Sudán, Suecia, Suiza, Tayikistán, Turquía, Ucrania y Venezuela, como así también representantes de la Organización Mundial de la Salud y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. Los países mediadores del Grupo de Minsk, Estados Unidos, Francia y Rusia, rechazaron la invitación.

Muchos de los países que aceptaron la invitación forman parte del Movimiento de Países No Alineados (Argelia, Bielorrusia, Chile, Colombia, Corea, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Iran, Jordania, Libia, Malasia, Marruecos, Pakistán, Palestina, Sudán y Venezuela), un organismo que, según el presidente azerbaiyano Ilham Aliyev, fue muy importante para que el Consejo de Seguridad de la ONU no emita resoluciones contra Azerbaiyán durante la guerra del 2020. Azerbaiyán preside el MNOAL desde 2019.

Según el ministro de Relaciones Exteriores de Artsaj, David Babayan, “la visita de los embajadores acreditados en Azerbaiyán es una grave violación del derecho internacional humanitario”. “Esas visitas equivalen a legitimar la política genocida de Azerbaiyán, legitimar al trío Azerbaiyán-Turquía-terroristas. Entre ellos hubo países que se colocaron en el lugar de los defensores de la democracia. Esa visita borra todo eso, es un golpe terrible para su credibilidad. No sé si fueron bajo la influencia del caviar o del manat, no importa, con esta decisión simplemente violaron el derecho humanitario, golpearon la reputación de su país, legitimaron el terrorismo, la política genocida”, declaró Babayan.

Davit Babayan celebró que los Embajadores de los países Copresidentes del Grupo de Minsk de la OSCE decidieran rechazar la invitación y no participaran “en esa farsa o espectáculo”. “No debemos desanimarnos, al contrario, solo debemos saber quién es quién”, agregó el Canciller.

El Consejo Nacional Armenio de Sudamérica emitió un comunicado en el que alertó la “indiferencia por parte de la comunidad internacional a pesar de las sucesivas denuncias por la sistemática violación a los derechos humanos ejercida por la dinastía Aliyev”. “Sin embargo, es importante resaltar que los países miembros Grupo de Minsk de OSCE (Rusia, Francia y Estados Unidos) no concurrieron a la visita en cuestión. En el mismo sentido, Argentina y Uruguay tampoco fueron parte de la comitiva”, destacó el organismo.

Eleni Theocharous, exmiembro del Parlamento Europeo, rechazó la participación del embajador griego Nikolaos Piperigkos: “Usted cometió un crimen al ir a la ocupada Shushí”, declaró Theocharous.

La operación estuvo comandada por Hikmet Hajiyev, asistente del Presidente de Azerbaiyán, quien también llevó a líderes religiosos a visitar la región: bajo la organización del presidente del Departamento Musulmán del Cáucaso Allahshukur Pashazadeh, participaron también Vladimir Fekete, prelado de la Prefectura Apostólica de Azerbaiyán y obispo Titular de Municipa, el jefe de la comunidad cristiana alpina, Robert Mohili, el secretario de la Iglesia Ortodoxa Rusa en Bakú, el arzobispo Konstantin Pominov.

Durante la visita, las autoridades azerbaiyanas mostraron las “obras de reconstrucción” de lo que llaman los “territorios liberados”, mientras que acusan a Armenia de haber destruido la infraestructura de la región. Durante la guerra de 2020, Diario ARMENIA pudo constatar, a través de sus corresponsales en el territorio, que fue el Ejército de Azerbaiyán quien bombardeó durante 44 días a la población de Artsaj, principalmente las ciudades de Stepanakert y Shushí.

La principal obra que mostró el Gobierno azerbaiyano fue la “restauración” de la catedral de Ghazanchetsots (rebautizada Gazanchi), iglesia que fue bombardeada por Azerbaiyán en dos oportunidades el 8 de octubre de 2020. Ese día, la Embajada de Azerbaiyán en Argentina -entre otros organismos azerbaiyanos- había anunciado que la destrucción de la iglesia en Shushí era una “noticia falsa”, a pesar de la confirmación de numerosas fuentes, entre ellas periodistas de medios internacionales que resultaron heridos en uno de los bombardeos. Durante las obras de “reconstrucción”, Azerbaiyán eliminó inscripciones armenias y el tradicional domo de la estructura religiosa. Armenia denunció en reiteradas oportunidades que la política de destrucción de cementerios y estructuras religiosas y culturales por parte de las autoridades azerbaiyanas se trata de un “genocidio cultural”.

Luego de la guerra lanzada por Azerbaiyán y Turquía contra Armenia y Artsaj en 2020, el Gobierno azerbaiyano ocupó ilegalmente regiones de Artsaj -principalmente la ciudad de Shushí, a la que rebautizó como Shusha- que habían declarado su independencia en 1991 en base a la legislación correspondiente de la entonces Unión Soviética y bajo los mismos principios jurídicos que se independizó la propia Azerbaiyán.

En 2021, el presidente Ilham Aliyev declaró a Shushí como la “capital cultural de Azerbaiyán” y firmó junto con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan la “Declaración de Shusha” el pasado 15 de junio.

En ese momento, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Armenia condenó la visita y la calificó como una “provocación abierta contra la paz y la seguridad regional”. “Condenamos enérgicamente la visita conjunta de los presidentes de Turquía y Azerbaiyán el 15 de junio al centro histórico y cultural armenio de Artsaj: Shushí, que se encuentra actualmente bajo la ocupación azerbaiyana, como una provocación abierta contra la paz y la seguridad regionales”, advirtió la Cancillería armenia. “Cabe señalar que esta visita fue precedida por la destrucción del patrimonio religioso, histórico y cultural de la población armenia nativa desplazada por la fuerza, incluida la profanación de la catedral de San Salvador de Ghazanchetsots, objetivo de las fuerzas turco-azerbaiyanas durante y después de la guerra contra Artsaj, así como la destrucción total del monumento que conmemora a las víctimas del Genocidio Armenio”, recordó la Cancillería de Armenia en ese momento.

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