Epílogo semanal 25/11/21

25 de noviembre de 2021

Luego de la última invasión y ataque de Azerbaiyán en el territorio soberano armenio en la región de Sisian, desde donde Bakú intenta abrir el corredor hacia Najichevan, las partes acordaron reunirse en Bruselas el 15 de diciembre próximo a pedido del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.

La última agresión de Azerbaiyán comenzó el 11 de noviembre con la instauración de un control aduanero en la ruta Goris-Kapan. Posteriormente fue la toma de posiciones armenias, prácticamente sin resistencia, en Syunik; y un feroz ataque el 16 de noviembre con un saldo incierto de víctimas, en lo que fue el enfrentamiento más grave desde el final de la guerra de 44 días y cuyo cese del fuego fuera mediado por Rusia.

La información que circuló hasta ese momento, confirmada luego por el vocero del Kremlin, coincidió en afirmar que se había pactado una reunión trilateral entre Nikol Pashinyan, Ilham Aliyev y Vladimir Putin entre el 8 y 11 de noviembre a la que el Primer Ministro armenio se negó a participar por no estar de acuerdo con el documento a firmar sobre la demarcación de fronteras.

La respuesta de Moscú no tardó en llegar. A los pocos días de la confirmación de la reunión en Bruselas comenzaron a circular versiones sobre una posible nueva reunión trilateral en Sochi, ciudad balnearia rusa en la rivera del Mar Negro, que fue confirmada por Pashinyan luego de una nueva provocación de Bakú en Gegarkunik que dejó como saldo la vida de un soldado armenio. El encuentro será el día de mañana, 26 de noviembre.

Es evidente que el gobierno armenio actúa bajo todo tipo de presiones. Esta breve cronología de los últimos acontecimientos es una muestra. Azerbaiyán está jugando al agotamiento de Armenia con sus ataques, conspiraciones, toma de prisioneros y asesinatos de civiles y soldados.

Algunos analistas entienden que el fracaso de la reunión trilateral prevista en Moscú para principios de noviembre habilitó a Washington y a Bruselas para ingresar en el proceso de mediación del conflicto y podría percibirse como un intento de debilitamiento de la posición Rusa.

Sin embargo, Putin recuperó nuevamente el protagonismo con su movida no sin dejar sospechas de una complicidad con Bakú. Muchos creen que su accionar, adelantándose a la cumbre de Bruselas, privará de sentido a esa reunión dejando para tratar solo temas de índole humanitarios. Otros advierten también que los protagonistas de Bruselas son los mismos que quisieron llevar a Armenia a firmar los nefastos protocolos con Turquía en octubre de 2009.

El clima en Armenia está caldeado a pesar del frío otoñal. Hay enojos y una gran sensación de inseguridad porque fuentes oficiales rusas cercioraron que ni Rusia ni la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), que actúa bajo sus auspicios, recibieron la solicitud oficial de Armenia para restaurar su integridad territorial durante los ataques del 16 de noviembre, tal como lo había afirmado el Gobierno para tranquilizar a su población.

Por otra parte, desde el día 20, se están llevando a cabo manifestaciones de protesta en Ereván que van creciendo en número de participantes día a día. Frente a una cada vez mayor presencia policial, los manifestantes exigen que no se proporcione un corredor a Azerbaiyán que la una con Najichevan; armar completamente la línea del frente y defender la integridad territorial del país y evitar cualquier programa de demarcación anti-armenio a espaldas del pueblo.

En este sentido, Nikol Pashinyan volvió a afirmar que su Gobierno estaba dispuesto a aceptar las propuestas del Ministerio de Defensa de Rusia para comenzar el proceso de delimitación y demarcación de las fronteras con Azerbaiyán. Aquí la duda es si utilizarán los mapas soviéticos como todo lo indica, algo que beneficiaría a Bakú, o si se van a basar en los mapas pre soviéticos de la República de Armenia de 1918.

Horas atrás se informó que Armenia le pidió a Rusia que interceda en la normalización de las relaciones con Turquía. La noticia que nuevamente empezó como un trascendido fue ratificada por la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zakharova. “Puedo confirmar que Armenia nos solicitó que asumamos un papel de mediador en la normalización de las relaciones entre Ereván y Ankara, dijo Zakharova. Según afirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Armenia notificó a Rusia que está lista para la normalización “sin condiciones previas”.

Pashinyan y Erdogan hablaron de señales positivas de uno y otro en agosto de 2021. En septiembre el presidente de Turquía Recep Tayyip Erdogan reveló que Pashinyan le había ofrecido reunirse a través del Primer Ministro de Georgia. Sin embargo, para que se llevara a cabo dicha reunión, Ereván tenía que tomar pasos claros como reconocer las fronteras de sus países vecinos (Turquía y Azerbaiyán) y abrir el corredor “Zangezur”.

En otras columnas explicamos que esos pasos implicaban renunciar al reconocimiento del Genocidio Armenio y al reclamo territorial hacia Turquía; aceptar a Artsaj dentro del territorio de Azerbaiyán y dar el primer paso para contribuir a la realización del objetivo y sueño regional del nacionalismo turco: la creación del Gran Turan en tiempos modernos.

La pregunta que se impone es qué cambios hubo para que se dieran las condiciones de retomar las conversaciones de normalización de las relaciones con Ankara y por qué el gobierno sigue apostando al secretismo en lugar de de buscar la unidad nacional en un momento tan crítico como el que está viviendo Armenia y Artsaj.

Hasta la próxima semana.

Pablo Kendikian
Director de Diario ARMENIA

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