Entrevista de Ilham Aliyev a El País: “Armenia no tiene capacidad militar para detenernos “

15 de diciembre de 2021

El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, brindó una entrevista al diario español El País el 15 de diciembre horas antes de reunirse con el primer ministro de Armenia Nikol Pashinyan y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en Bruselas, durante la cumbre de la Asociación Oriental de la Unión Europea.

Aliyev comenzó la conversación con un ataque directo contra el pueblo armenio: “La situación es relativamente estable. En la zona de responsabilidad de las fuerzas rusas de mantenimiento de la paz en la zona de Karabaj la situación es más estable que en la frontera entre Armenia y Azerbaiyán. Desgraciadamente, Armenia no ha sofocado los intentos de venganza. Perder la segunda guerra de Karabaj fue muy doloroso para ellos; absolutamente demoledor para sus bases ideológicas y para la propaganda que durante casi 30 años hablaba de un ejército imbatible, de la fuerza y la valentía de sus soldados y comandantes. Durante la guerra, de 44 días, su Ejército fue totalmente destruido”.

“La posición de Azerbaiyán es abierta y clara. Queremos la paz. No queremos la guerra. Hemos ganado la guerra, somos los vencedores. Y hay que tener en cuenta esta realidad. Y el conflicto de Nagorno Karabaj se ha resuelto. No hay que volver a ningún tipo de discusiones sobre el estatus de Nagorno Karabaj o algo por el estilo. Lo hemos resuelto nosotros mismos por la fuerza y por medios políticos. Aplicamos las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU de forma unilateral después de 27 años, tal y como habían sido adoptadas”, declaró Aliyev.

El mandatario azerbaiyano justificó en reiteradas oportunidades la guerra desatada en 2020 contra Artsaj (Nagorno Karabaj) y Armenia argumentando que la agresión militar fue por mandato del Consejo de Seguridad de la ONU, pero las resoluciones llaman exactamente a lo contrario y piden un cese del fuego en la región, pedido que fue reiterado en octubre de 2020 y desoído por Azerbaiyán.

“Armenia debe abstenerse de cualquier tipo de acciones hostiles, y de realizar reclamaciones territoriales. Y trabajar en un acuerdo de paz y cumplir con un comportamiento normal en el siglo XXI. En cualquier caso, somos vecinos y ninguno de nosotros va a irse volando a otro planeta. Debemos aprender a vivir uno al lado del otro y, poco a poco, preparar el terreno para la normalización de las relaciones, incluido el contacto entre personas. Hemos dicho abiertamente que estamos preparados para ello. Pero hasta ahora, no hemos recibido ninguna señal positiva. Me parece que, en Armenia, la situación interna y la frustración y la decepción, por decirlo suavemente, después de perder la guerra crearon una especie de trauma psicológico en su sociedad debido a las expectativas exageradas y a la evaluación poco realista del potencial militar y político”, continuó Aliyev, cuyo Ejército mantiene desde mayo de 2021 una política de invasión y ocupación del territorio de la República de Armenia reconocido internacionalmente. Además, Aliyev declaró muchas veces su intención de reiniciar la guerra para conquistar territorios armenios.

“El enfrentamiento del 16 de noviembre duró menos de un día. Comenzó por la mañana y terminó alrededor de las 6 a 7 pm. Entonces, si lo hubiéramos planeado, no nos hubiéramos detenido, porque Armenia no tiene capacidad militar para detenernos en ningún lugar. No teníamos este plan, por lo que paramos. Queremos la paz y basta de guerra. Queremos estabilidad, previsibilidad y riesgo cero para cualquier tipo de intento de Armenia de tomar acciones revanchistas. Por lo tanto, estaremos observando muy de cerca todas sus maniobras, todos sus reagrupamientos y todos sus intentos de volver a crear el potencial militar que puede ser un peligro para nosotros. Si vemos que sucede, lo destruiremos de inmediato y ellos lo saben”, amenazó el Presidente azerbaiyano.

Más adelante, Aliyev aseguró nuevamente que Artsaj es actualmente parte de Azerbaiyán: “Armenia no quiere reconocer la integridad territorial de Azerbaiyán. El mundo entero reconoce la integridad territorial de Azerbaiyán y reconoce a Karabaj como parte integral de Azerbaiyán. Armenia no dice que no lo reconoce ni tampoco dice que lo reconoce. Antes de la segunda guerra de Karabaj lo decían y su primer ministro declaraba públicamente que Karabaj era Armenia y punto. Esa declaración de hecho arruinó el proceso de negociación y fue uno de los elementos de su amarga derrota el año pasado. Pero ahora desde Armenia parece como si no tuvieran posición al respecto”.

La apertura de comunicaciones

Sobre la apertura de las comunicaciones regionales, a la que Aliyev se refiere como el “corredor de Zangezur”: “En meses anteriores, Armenia se opuso a la apertura de la carretera. Pero ahora logramos persuadirlos de que es inevitable y también estuvieron de acuerdo en eso. Entonces, hay comprensión. Ahora hablamos sobre el régimen legal de estos corredores. El corredor de Zangezur que atravesará Azerbaiyán hasta Armenia y más abajo hasta la República Autónoma de Najicheván: el régimen legal. Aquí tenemos ciertas cuestiones aún abiertas. Pero creo que ambos países reconocen que esto debe suceder. Por cierto, durante la reunión trilateral celebrada en Sochi el mes pasado por el presidente Putin, adoptamos una declaración que realmente habla de la apertura de comunicaciones. Entonces, sucederá. Por cierto, también el espacio aéreo ya está en activación. Entonces, las aerolíneas de Azerbaiyán que volaban desde Bakú a Najicheván comenzaron a cruzar el espacio aéreo armenio”.

Los prisioneros de guerra

Si bien Azerbaiyán mantiene un número indeterminado (se cree que más de un centenar) de prisioneros de guerra armenios, contradiciendo los acuerdos trilaterales alcanzados durante el fin de la guerra, Aliyev declaró: “Con respecto a las personas detenidas, una vez finalizada la segunda guerra de Karabaj Azerbaiyán liberó ante Armenia a todos los prisioneros de guerra. Esto puede ser probado por observadores internacionales. Las personas que ahora se encuentran detenidas no pueden ser consideradas prisioneros de guerra, porque la mayoría de ellos fueron enviados a los territorios liberados a fines de noviembre, casi veinte días después de terminada la guerra, para cometer actos de terror. Y cometieron estos actos de terror como resultado de los cuales, varios militares y civiles fueron asesinados y han sido detenidos y llevados ante la justicia. Algunos de ellos fueron puestos en libertad por motivos humanitarios. Liberamos hasta ahora a más de cien detenidos. Pero los que cometieron delitos, han sido condenados. Por tanto, ninguna convención internacional puede considerar a estas personas como prisioneros de guerra. Otra cosa, que algunos de los detenidos, y regresamos diez de ellos, hace apenas diez días, algunos de ellos fueron arrestados en Armenia. Esta es una señal muy seria para nosotros, para este pueblo, para sus familiares. Los devolvimos a Armenia y los metieron en la cárcel. Probablemente los torturarán y tendrán una práctica muy dura. Porque lo que cuentan nuestros rehenes sobre el terrible tiempo que pasaron en la prisión armenia demuestra que estas personas sufrirán torturas muy duras. Por tanto, si devolvemos más, los meterán en la cárcel”.

El Gobierno del primer ministro Nikol Pashinyan detuvo a cinco prisioneros de guerra armenios el 9 de diciembre. Un total de diez soldados habían regresado a Armenia el 4 de diciembre devueltos por Azerbaiyán, luego de haber sido capturados durante la última invasión azerbaiyana a Syunik el pasado 16 de noviembre.

Los presos devueltos están acusados ​​por la Parte 3 del artículo 365 del Código Penal, por haber supuestamente violado las reglas del servicio militar.

En noviembre, el Consejo Nacional Armenio (CNA) de Sudamérica realizó una presentación junto a cuatro premios Nobel de la Paz ante la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, la Dra. Michelle Bachelet, para denunciar la situación de los prisioneros de guerra armenios que continúan secuestrados de forma ilegal por el Gobierno de Azerbaiyán. La denuncia, con fecha del 18 de noviembre, se realizó por iniciativa del organismo armenio junto con los premios Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, Maired Corrigan, Jose Ramos Horta y Jody Williams. Además, se presentó el informe de la Defensoría de los Derechos Humanos de Armenia que detalla uno por uno todos los crímenes del Estado de Azerbaiyán contra la población armenia durante y después de la guerra. “Uno de los ejes centrales de esta extorsión es la retención ilegal y criminal de los prisioneros de guerra, quienes aún son víctimas de abusos y torturas a manos del ejército azerí. Mientras la República de Armenia cumplió todos los requerimientos del Derecho Internacional, especialmente el III Convenio de Ginebra relativo al Trato de los Prisioneros de Guerra, tratando humanitariamente a sus prisioneros, entregándolos a las autoridades azerbaiyanas, respetando su integridad física, brindándoles la asistencia médica necesaria y cumpliendo con los acuerdos en los que fue signataria, se encuentra todavía a la espera de una respuesta del Estado azerí respecto de los propios”, advirtió el CNA.

El fallo de la Corte Internacional de Justicia

La Corte Internacional de Justicia (CIJ), el principal órgano judicial de las Naciones Unidas (ONU), emitió dos fallos el 7 de diciembre en el que exige tanto a Armenia como a Azerbaiyán que “tomen todas las medidas necesarias para prevenir la incitación y la promoción del odio racial”. “Ambas partes se abstendrán de cualquier acción que pueda agravar o extender la controversia antes la Corte o dificultar la resolución”, señala la CIJ de forma idéntica en ambos fallos.

Sobre este punto, Aliyev declaró que “la decisión tomada hasta ahora por esta institución es equilibrada”. El Presidente de Azerbaiyán acusó a Armenia de “cometer un genocidio contra el patrimonio cultural azerbaiyano” y de haber cometido un “genocidio en Khojaly”.

Armenia había presentado el 16 de septiembre una denuncia contra Azerbaiyán ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de las Naciones Unidas por discriminación racial en violación de la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial (CERD) y crímenes de guerra durante el 2020. Apenas se conoció la noticia, el Gobierno azerbaiyano anunció que haría una presentación igual, siguiendo con su estrategia de “propaganda espejo” que consiste en acusar a Armenia de lo mismo que es acusada Azerbaiyán.

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