Campaña de firmas para que Argentina reconozca a la República de Artsaj

29 de octubre de 2020

La comunidad armenia lanzó una campaña para juntar firmas con el objetivo de que Argentina reconozca a la República de Artsaj.

El proyecto de Change.org organizado por IARA - Instituciones Armenias de la República Argentina explica que "la República de Artsaj (Nagorno Karabaj) está siendo atacada por los dictadores Ilham Aliyev de Azerbaiyán y Recep Tayyip Erdogan de Turquía".

"La República de Armenia respondió al llamado de ayuda por parte de Artsaj para no pelear solos esta guerra por temor a ser invadidos y exterminados. Estos territorios son habitados por armenios desde tiempos inmemoriales, tantos, que hay monasterios armenios que datan de antes del siglo V", dice el texto.

Asimismo, se denunció que desde el cese del fuego de 1994 "Azerbaiyán mantiene actitudes belicosas contra Artsaj y Armenia y hoy, con el apoyo explícito de Turquía, busca generar un segundo genocidio contra el pueblo armenio".

"Es por eso que le pedimos al Estado Argentino que reconozca a la República de Artsaj como soberana para que el resto del mundo lo haga y, en consecuencia, Azerbaiyán deje de usar la fuerza de sus petrodólares para seguir matando gente inocente".

El origen del conflicto

El comienzo del conflicto de Nagorno Karabaj se sitúa a principios del siglo XX, cuando la región cayó bajo control de la Unión Soviética. Joseph Stalin decidió entregar la gestión de Karabaj, históricamente habitada por personas de origen armenio, a la República Socialista Soviética de Azerbaiyán en calidad de región autónoma en 1923. En 1988 surgió un movimiento independentista en Armenia y en Karabaj que comenzó a manifestarse a favor de la reunificación de ambas, pedido que fue rechazado por el gobierno soviético. Tanto Armenia como Azerbaiyán y Nagorno Karabaj declararon su independencia antes de la desintegración de la Unión Soviética, lo que desembocó en una guerra entre Nagorno Karabaj, apoyada por Armenia, y Azerbaiyán, apoyada por Turquía.

Durante el conflicto se produjeron los pogromos de Sumgait, Bakú y Kirovabad, una serie de matanzas y ataques contra la población armenia que vivía en Azerbaiyán, promovidos por las autoridades azerbaiyanas y ejecutado por civiles.

La guerra duró hasta 1994, cuando Azerbaiyán se vio obligada a firmar un cese del fuego con Nagorno Karabaj y Armenia tras sufrir grandes derrotas militares. En ese momento, se acordó que el organismo encargado de mediar en el conflicto sería el Grupo de Minsk de la OSCE, copresidido por Estados Unidos, Rusia y Francia. La población de Nagorno Karabaj fundó una República con todas sus instituciones y argumenta que su población cuenta con el derecho a la autodeterminación para declararse independiente.

La actualidad

Desde la firma del cese del fuego, hubo violaciones a la tregua en la línea de contacto, con situaciones que llegaron a escalar en la Guerra de los Cuatro Días de abril de 2016. En 2020, hubo una escalada del conflicto en julio, cuando Azerbaiyán atacó la provincia de Tavush, en Armenia. Luego de conocerse la noticia, en Azerbaiyán hubo una multitudinaria marcha con casi 10.000 personas para pedir al gobierno del presidente Ilham Aliyev que declare nuevamente la guerra contra Armenia y Artsaj, con el Ministerio de Defensa de Azerbaiyán amenazando con atacar la central nuclear armenia de Medsamor, algo que causaría un desastre humanitario en la región.

El domingo 27 de septiembre del 2020, Azerbaiyán y Turquía, con apoyo de mercenarios yihadistas de Siria y Libia, comenzaron una guerra contra Artsaj y Armenia. Los ataques del Ejército de Azerbaiyán se centraron en las poblaciones civiles de Artsaj, llegando incluso a bombardear hospitales, iglesias y escuelas. Los organismos de derechos humanos Amnistía Internacional y Human Rights Watch denunciaron que Azerbaiyán utilizó bomba de racimo, prohibidas por la legislación internacional, contra civiles. La diplomacia de Azerbaiyán utiliza la estrategia de "propaganda espejada", donde a cada denuncia de Armenia contra Azerbaiyán responden con la misma denuncia contra Armenia, a fin de difundir información falsa del conflicto y confundir a la opinión pública.

El día que estalló el conflicto, la Cancillería de Argentina emitió un comunicado manifestando su “gran preocupación por los enfrentamientos entre Armenia y Azerbaiyán” y pidió por el "inmediato cese de las hostilidades y a la reanudación de negociaciones". El 1º de octubre, el canciller de Argentina, Felipe Solá, afirmó: “Creo que el conflicto es muy preocupante y la actitud agresiva no está en Armenia”.

El Gobierno de Armenia y la diáspora de todo el mundo denuncian que se trata de un nuevo genocidio por parte de Turquía y Azerbaiyán contra el pueblo armenio, como ocurrió entre 1915 y 1923 durante el Genocidio Armenio planificado y ejecutado por el Estado turco. Desde hace varios años, el gobierno de Azerbaiyán mantiene una política de racismo contra las personas de origen armenio, a quienes se las considera enemigas. La familia del actual presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, gobernó el país por casi 40 años. “Nuestros principales enemigos son los armenios de todo el mundo”, dijo Aliyev en 2012, quien en reiteradas oportunidades amenazó con reiniciar la guerra. El gobierno de Aliyev es periódicamente denunciado por los organismos internacionales de derechos humanos.

Por estos motivos, la comunidad armenia de Argentina pide el reconocimiento de la República de Artsaj, mientras que el pueblo armenio en su conjunto busca que la comunidad internacional presione y denuncie a los Presidentes de Turquía y Azerbaiyán, Recep Tayyip Erdogan e Ilham Aliyev, respectivamente.

Diario Armenia cuenta con corresponsales argentinos acreditados en la zona de conflicto, que pudieron constatar cada uno de los ataques de Azerbaiyán.

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