SEMANAL #5 (09/07/20-016/07/20): Una reseña informativa de contenidos del Diario ARMENIA

16 de julio de 2020

El editor general del Diario ARMENIA, Pablo Kendikian, hace un repaso por las noticias de la semana.

La delgada línea del cese del fuego

Armenia está alerta. No podría ser de otra forma. Su vecino Azerbaiyán así lo exige. No hay pandemia mundial que valga. Siempre es buena la oportunidad para la locura belicosa de Ilham Aliyev, el eterno presidente azerí. Esta vez fue pasada la medianoche del domingo 12 de julio cuando un grupo de soldados intentó infiltrarse en posiciones armenias en la provincia de Tavush, al noreste de Armenia.

El ataque fue repelido con un saldo de cuatro soldados azeríes muertos. El jeep utilizado para la incursión quedó del lado armenio. Esa es la prueba para contrarrestar el relato acusatorio de Azerbaiyán y que tan fácilmente “compraron” agencias internacionales y medios locales.

Las fuerzas azeríes se replegaron en un pequeño pueblo fronterizo utilizando a civiles como escudos humanos y desde donde dispararon con artillería pesada y drones contra objetivos civiles y militares armenios. En toda guerra el objetivo primario es destruir la capacidad de fuego del enemigo y eso mismo intentó hacer el ejército armenio contra la base del origen de los ataques en su contra.

Fue durante este intercambio de bombardeos que se produjo el mayor número de víctimas quedando los poblados de ambos lados dañados por los impactos. Se espera el alto el fuego definitivo para la entrega de los cuerpos azeríes en territorios armenios. Terrible.

El ataque se produjo a los pocos días de que Aliyev criticara al Grupo de Minsk de la OSCE (el organismo internacional de control) calificando como inútiles los esfuerzos de mediación en el conflicto por Artsaj. En sus dichos lanzó diatribas amenazantes para resolver el problema militarmente. No le salió bien la jugada.

La movilización espontánea que empezó en Bakú y siguió en Sumgait, arrancó con consignas críticas al régimen y contra sus mentiras lo que hizo peligrar en un principio al gobierno. La protesta fue creciendo en número pero fue hábilmente conducida hacia un enfervorizado y efectista grito de odio anti armenio de “muerte a los armenios” y de “terminemos la cuarentena, empecemos la guerra”, lo que le dio un breve respiro a Aliyev que bien sabe que puede volverse nuevamente en su contra.

Evidentemente la situación interna de Azerbaiyán no es la mejor. El descrédito público del presidente hacia su ministro de Relaciones Exteriores que lo acompañó desde 2004 y su posterior destitución o relevo en el cargo es una clara muestra de la crisis política en aquel país. La abrupta baja en el precio del petróleo no ayuda y agrava los problemas económicos y sociales.

La amenazante entrada en escena de Turquía que expresó su apoyo incondicional a Azerbaiyán y que justificó el uso de la fuerza por parte de Azerbaiyán en la frontera armenio-azerbaiyana no hace más que contribuir a la inestabilidad de la región. El comunicado de la FRA-Tashnagtsutiún fue muy claro en ese sentido.

El gran Marcelo Cantelmi contextualiza geopolíticamente estos choques militares y habla de “un peligro motivado en una súbita urgencia política” en su siempre certero punto de vista en Clarín.

Hay señales que indican la intención de ahogar el proceso de paz iniciado por el Grupo de Minsk creado en 1992. Las voces sensatas del mundo hablan de seguir el diálogo para buscar un entendimiento. En Latinoamérica también.

Al cierre de este comentario, Azerbaiyán volvió a atacar en Chinarí, Movses y Aygepar, pueblos fronterizos en la provincia de Tavush, y amenazó con volar la central nuclear de Medzamor, algo que sería un crimen internacional, según alertó el Ministerio de Defensa armenio. Otro delirio desesperado de un fascista como Aliyev.

Crónica de un despojo anunciado

Erdogan recurre permanentemente a la provocación. Es una característica de los déspotas enfermos del poder. Pareciera no tener límites o que nadie se los pone. Poco le importa lo que se diga de él en el mundo. Desde que sumó poderes tras la reforma constitucional de 2017 este estilo se acentuó aún más. Sus políticas se basan en la afrenta tanto a nivel interno como externo.

La Turquía de Erdogan lleva una peligrosa política exterior que desestabiliza la región. Lo hace en el mar de Chipre al invadir la plataforma continental en busca de gas; persiste en violar constantemente el espacio aéreo griego; interviene con fuerzas irregulares en Libia, amenaza a fragatas griegas y francesas en el Mediterráneo oriental, desafía a los Estados Unidos con la compra de un sistema antimisiles de fabricación rusa S-400 a pesar de formar parte de la OTAN; interviene militarmente en Siria y fomenta la guerra civil con el envío de mercenarios, realiza incursiones aéreas en Irak asesinando población civil kurda; se inmiscuye en la política libanesa; secuestra ciudadanos turcos en otros países con operativos de inteligencia y más. La lista no termina aquí.

La decisión de convertir en mezquita a la basílica de Santa Sofía, declarada patrimonio cultural de la humanidad, es una clara muestra de su menosprecio hacia lo que no es como él. Ya venía anunciando la jugada desde hace tiempo y encontró la oportunidad anticipándose al desastre socioeconómico interno que va a dejar la pandemia en Turquía. Es una nueva provocación a Grecia y a la sociedad cristiana en general. Es también una fuerte señal al mundo musulmán exacerbando aún más las tensiones existentes. El Consejo Nacional Armenio de Sudamérica hizo un atinado comunicado sobre el tema.

Muchas de las notas periodísticas hicieron referencia a que, luego de 480 años, Mustafá Kemal, el autodenominado Atatürk, le cambió el carácter de mezquita a la basílica que le impuso Mehmet II en 1453, para transformarla museo destacando lo laico de su actitud. En honor a la verdad y a la diversidad religiosa Santa Sofía tampoco debería haber sido un museo siendo la base de los ortodoxos griegos.

Aram I, de la Gran Casa de Cilicia, fue muy oportuno en sus declaraciones recordando que luego del Genocidio Armenio de 1915-1923 Turquía confiscó cientos de iglesias del patrimonio armenio. Muchas fueron transformadas en mezquitas y otras fueron dejadas al abandono utilizándose como establos o depósitos. Esta nota de Carlos Boyadjian es esclarecedora en ese sentido. En un tramo nos pone en conocimiento de que de 2549 iglesias y monasterios bajo el mando del Patriarcado Armenio de Constantinopla actualmente quedan tan solo 34.

Volviendo a Aram I, el Catolicós advierte sabiamente que la ideología chauvinista (agrego panturquista de mi parte) del Imperio Otomano se está infiltrando y extendiendo en el mundo árabe y en occidente. El anhelo y la añoranza del pasado imperialista turco es el neo-otomanismo al que aspira Erdogan, ya sea adentro y afuera de lo que fue el Imperio.

Para paliar las carencias en el Líbano

La FRA-Tashnagtsutiún y las organizaciones afines Asociación Cultural Armenia, HOM, Homenetmen, Hamazkaín, Unión Juventud Armenia, Colegio Armenio Jrimian, Consejo Nacional Armenio, Diario ARMENIA continúan llevando adelante la campaña de recaudación de fondos para ayudar a la comunidad armenia del Líbano. Por poco que sea nuestro aporte va a sumar para ayudar a esta importante colectividad que siempre salió en resguardo de toda la armenidad.

Por una escuela en Armenia

La recomendación del fin de semana es ver el festival virtual “Juntos por Mets Masrik” que está pensado para visibilizar las necesidades para la finalización de obras de refacción de la escuela Mets Masrik de una localidad cercana al lago Sevan. Se trata de la segunda edición de este festival que contará con la participación de diferentes artistas de Armenia y de la Diáspora. Está organizado por “Objetivo Armenia y Artsakh”, una iniciativa transparente que tiene como misión ayudar a escuelas cercanas a la frontera entre Armenia y Artsaj y se puede seguir por su canal de YouTube. Es sorprendente la cantidad de obra que pueden hacer con pocos dólares.

Con la esperanza de no seguir hablando de los peligrosos delirios de Aliiev los saludo hasta la semana próxima.

Pablo Kendikian
Editor General del Diario Armenia

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